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Diciembre 2023
FÉNIX
Revista de la Biblioteca Nacional del Perú
FÉNIX
Revista de la Biblioteca Nacional del Perú
Acerca de la revista
ISSN versión impresa: 0015-0002
ISSNI versión electrónica: 2709-5649 https://doi.org/10.51433/fenix-bnp
Depósito Legal: 2020-08136
Misión
Español: Promover y publicar artículos de investigación, revisión bibliográfica y ensayos
en bibliotecología y ciencias de la información, en el contexto nacional e internacional.
Inglés: Promote and publish research articles, bibliographic review and essays in library
and information sciences, in the national and international context.
Información básica:
Fénix es la revista especializada en bibliotecología y ciencias de la información de la Bi-
blioteca Nacional del Perú.
Periodicidad
Anual
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Diagramación
Kelly Vásquez Chaparro
Corrección y cuidado de edición
Gladys Lizana Salvatierra
PRESENTACIÓN
Historia del libro, la Lectura y las bibliotecas
1. Producción de libros e industria editorial en el Perú:
centralismo y ausencia de un ecosistema editorial
nacional
Book production and publishing industry in Peru:
centralism and absence of a national publishing
ecosystem
Osmar Gonzales Alvarado
2. La Biblioteca, un hogar intelectual para la infancia: la
contribución de Jorge Basadre.
The library, an intellectual home for childhood: the
contribution of Jorge Basadre
Benjamín Blass Rivarola
3. Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz
Soldán: investigador, ministro y bibliófilo.
An approach to the study of don Mariano Felipe Paz
Soldan: researcher, minister and bibliophile.
Henry Barrera Camarena
Gestión de la información y de la cultura
4. Indización de datos sensibles en la investigación
genealógica: beneficios en términos de recuperación
de la información
Indexing of sensitive data in genealogical research:
benefits in terms of information retrieval.
Fernando Sebastián Blanco Olea
SUMARIO
9
12
35
52
84
Estudio de fuentes bibliográficas y
documentales
5. Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión
bibliográfica
Libraries, books and reading in colonial Peru:
Bibliographic review
Orlando Corzo Cauracurí
6. La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en
las fiestas por el triunfo de Felipe V (Lima, 1707)
Representation of La fiera, el rayo y la piedra, in
the celebrations for the triumph of Felipe V (Lima,
1707)
Priscila Arbulú Zumaeta
Reseña de los autores
102
132
152
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
9
Presentación
La Biblioteca Nacional del Perú se complace en presentar un nuevo número
de Fénix, su emblemática revista especializada en bibliotecología y ciencias de la
información, fundada e impulsada por Jorge Basadre, uno de sus más ilustres
directores, en 1944.
Ad portas de cumplir ochenta años como órgano de difusión del pensamiento
y de la investigación, Fénix sigue dando espacio a investigadores e investigadoras del
Perú y del mundo para la publicación de trabajos originales, inéditos e innovadores
que, desde múltiples miradas, contribuyan a enriquecer la reflexión en torno a la
historia del libro, la lectura y las bibliotecas; al estudio de fuentes bibliográficas y
documentales; y al impacto de las nuevas tecnologías y avances en la gestión de
la información y de las bibliotecas.
La pluralidad de visiones y abordajes que convoca Fénix se ve reflejada en
los seis artículos que reúne el presente número, los que se organizan en sus tres
secciones: i) Historia del libro, la lectura y las bibliotecas; ii) Gestión de la información
y de la cultura; y iii) Estudio de fuentes bibliográficas y documentales. Todos estos
artículos se encuentran a libre disposición de los lectores/as e investigadores/as
para su lectura en línea y descarga. Asimismo, cabe destacar que cada uno de los
ensayos cuenta con un identificador de objeto digital y se publica bajo una estricta
revisión por expertos en la materia.
En la primera sección, encontramos un interesante estudio sobre la necesidad
de impulsar y democratizar la producción editorial en el Perú y su importancia para
el desarrollo de nuestra sociedad; un ensayo sobre Jorge Basadre que se centra
en el compromiso que tuvo con el público infantil, que se vio reflejado en su visión
de biblioteca; y una documentada semblanza histórica sobre Mariano Felipe Paz
Soldán, uno de los más prolíficos intelectuales del siglo XIX.
En la segunda sección, se presenta un artículo que destaca la importancia
de la creación de puntos de acceso a la información, a través de la indización
de datos sensibles presentes en algunas fuentes históricas, para la investigación
genealógica.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Finalmente, la tercera sección reúne dos trabajos: un ensayo que presenta
una revisión bibliográfica de estudios relevantes en la historiografía sobre bibliotecas,
libros y lectura en el periodo colonial peruano; y un estudio histórico-literario sobre
la puesta en escena de una comedia mitológica de Pedro Calderón de la Barca, en
la capital del virreinato peruano a inicios del s. XVIII.
Esperamos que este nuevo número, fiel a los objetivos de la revista, renueve
el interés por la investigación e impulse un diálogo fecundo para el mejor desarrollo
profesional de la comunidad bibliotecológica y de los bibliotecarios y bibliotecarias,
así como del público general interesado.
BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
HISTORIA DEL LIBRO,
LA LECTURA Y LAS
BIBLIOTECAS
Osmar Gonzales Alvarado
Benjamín Blass Rivarola
Henry Barrera Camarena
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Producción de libros e industria editorial en el Perú:
centralismo y ausencia de un ecosistema editorial nacional
Book production and publishing industry in Peru:
centralism and absence of a national publishing ecosystem
Osmar Gonzales Alvarado
Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú
Contacto: osmar.gonzales@urp.edu.pe
https//orcid.org/0000-0003-4749-1460
ISSN- e: 2709-5649-pp 12-34
Resumen
El presente artículo busca
sustentar la importancia del libro en
su doble valor (como objeto cultural
y como mercancía), así como el
impacto de una industria editorial
nacional que contribuya a difundir
la cultura impresa, y con ella, una
sociedad de lectores y ciudadanos
informados. En el marco de este
análisis, se destacan algunos aspectos
negativos de la industria editorial
peruana, siendo la centralización de
la producción editorial en la capital
el principal obstáculo para construir
un ecosistema del libro y la lectura
nacional.
Palabras clave: Centralismo, libro,
industria cultural, lectura, bibliotecas.
Abstract
This article seeks to support the
importance of the book in its dual
value (as a cultural object and as a
commodity), as well as the impact
of a national publishing industry that
contributes to disseminating printed
culture, and with it, a society of
readers and informed citizens. Within
the framework of this analysis, some
negative aspects of the Peruvian
publishing industry stand out, with
the centralization of publishing
production in the capital being the
main obstacle to building a national
book and reading ecosystem.
Keywords: centralism, book,
cultural industry, reading, libraries
Recibido: 2023-06-21 / Revisado: 2023-11-6 / Aceptado: 2023-11-09 / Publicado: 2023-12-14
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
Introducción
1
Igualmente, agradezco a los dos revisores anónimos que me proporcionaron valiosas sugerencias para mejorar la
primera versión de este texto.
Es necesario reflexionar sobre la
importancia de la producción del libro
y de la cultura impresa en el Perú.
Lamentablemente, este tema no tiene
la atención que merece en el debate
público; salvo excepciones muy
contadas, los políticos apenas saben
que debe ser una preocupación como
política pública. En las campañas
electorales nunca destaca como un
aspecto de la vida social relevante
para la constitución ciudadana, para
la calidad de la democracia y la
cohesión social. Por eso mismo, la
producción del libro y, con esta, la
industria editorial —es decir, la referida
a la producción y difusión de libros—
en el Perú debe ser colocada en el
lugar central que le corresponde y
tratar de incorporarla como un tema
que a todos nos debe interesar como
comunidad, como sociedad que
busca su desarrollo e integración en
todas las áreas de la vida colectiva.
En estas páginas se brindan algunas
ideas que esperamos sean de utilidad
para la discusión acerca de cómo
hacer para que la cultura escrita e
impresa sea parte de la vida cotidiana
de los peruanos, reto que debe incluir
a actores diversos: instituciones
estatales; organizaciones políticas,
académicas y sociales; así como
autores, lectores y otros más.
Iniciamos este artículo
estableciendo algunos conceptos
generales que nos permiten relevar
el doble valor del libro; continuamos
con la producción editorial en el
Perú mencionando algunos aspectos
institucionales y legales; luego
señalamos brevemente a los diferentes
actores, institucionales e individuales,
que deben actuar conjuntamente,
y se destaca un aspecto de la
experiencia editorial de la Biblioteca
Nacional del Perú (BNP); exploramos
con base en cifras la centralización
de la producción del libro en el Perú,
y, finalmente, cerramos con algunas
consideraciones para el futuro.
Se agradece el apoyo recibido
por las bibliotecólogas Gladys Lizana
Salvatierra y Milagros Delgado Pisfil,
de la Biblioteca Nacional del Perú;
así como a Laura Gabriela Gonzales
Malca y a José Eduardo de la Cruz
por su apoyo en el manejo de algunas
cifras y en la elaboración de tablas y
mapas.
El doble valor del libro
El libro se parece a Jano, aquel
dios romano de las dos caras. En
efecto, según estudiosos como
Pierre Bourdieu (1999), el libro
tiene dos facetas complementarias:
como objeto cultural y como objeto
mercancía. Cada una de estas caras
exige el diseño de políticas públicas
diferenciadas pero complementarias
entre sí.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
14
Osmar Gonzáles Alvarado
Al respecto han reflexionado
diversos autores, como Lewis A.
Coser (1966), Gustavo Sorá (2017;
2008), Siegfried Unseld (2018), entre
otros. En América Latina, un caso
precursor fue el del pensador social
venezolano, Rufino Blanco Fombona,
fundador de la Editorial América, en
1915, como ha destacado Isabel León
Olivares (2018). En el Perú tenemos
algunos casos ejemplares, como
Clorinda Matto de Turner, Manuel
Beltroy, José Bustamante y Ballivian,
José Carlos Mariátegui, quizás el más
emblemático, entre otros (González
del Riego & Gonzales Alvarado, 2023;
Gonzales Alvarado, 2021). En todos
estos casos, trataron de, en palabras
de Unseld, «conjugar el espíritu con el
negocio» (2018, p. 32).
Por otro lado, Roger Chartier (1994)
subraya que el autor no escribe libros,
sino textos que, posteriormente, y
gracias a la tecnología, adquirirán
la forma de libro. Esto supone la
aparición de nuevos oficios y de
modificaciones en la vida social en
la que surge la industria editorial, a
la que, a su vez, impacta. De igual
modo, se debe sumar la influencia
que esta puede adquirir en el territorio
de las decisiones del propio Estado,
donde se toman medidas traducidas
en políticas públicas con el propósito
de impulsar tanto la industria del libro,
como el gusto social por la lectura.
Como lo describe Robert Darnton, se
trata de un ciclo vital:
Podría describirse como un
circuito de comunicación que va del
autor al editor (si no es librero quien
asume este papel); de ahí al impresor,
al transportista, al librero y al lector. El
lector cierra el circuito porque influye
en el autor tanto antes como después
del acto de escribir. Los autores son
lectores también (2014, p. 181).
Evidentemente, a todos los
elementos señalados se debe
añadir el factor de permanente
renovación tecnológica que modifica
sustancialmente los procesos
y funciones tradicionales de la
producción y difusión del libro, y en el
ecosistema del libro y la lectura, dicho
en términos generales.
Ahondando un poco más en el
carácter dual del libro, es preciso
subrayar que este, en tanto objeto
cultural, difunde ideas, conocimiento,
información; contribuye a una
autoconsciencia de la persona como
ciudadano e, incluso, en la formación
de la identidad individual y colectiva,
nacional o universal. En tanto símbolo
de la cultura impresa, es la base de
la lectura y de la escritura, así como
de la legitimación de los autores
en el universo de las ideas. En este
sentido, su lugar o espacio innato es
la biblioteca.
Asimismo, en tanto mercancía,
el libro tiene otras características,
pues es parte de la industria editorial
(compuesta por editoras, imprentas,
librerías, ferias y afines), es parte del
mercado y, por lo tanto, tiene costo
y precio. En este dominio, interactúan
profesiones y oficios especializados
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
(editores, correctores de estilo,
diagramadores, artistas gráficos,
etcétera) que, en su interrelación, y
utilizando la tecnología de su tiempo,
le dan forma y lo distribuyen en
espacios comerciales. El libro como
objeto mercancía —a diferencia
del libro como objeto cultural—,
encuentra su lugar propio en las
librerías.
Si como objeto cultural el libro
constituye ciudadanos-lectores,
como objeto mercancía requiere de
ciudadanos-consumidores. Cada una
de estas dos facetas tiene una larga
historia que, esquemáticamente, va
desde los manuscritos, pasa por la
imprenta de tipos móviles y llega hasta
la era digital actual (Darnton, 2014).
Las razones del mayor impacto
en la sociedad que podrá alcanzar
el libro como objeto cultural
y como objeto mercancía se
encontrará, precisamente, en su
complementariedad, no en su
separación absoluta: es unidad en
su dualidad. La humanidad no sería
lo que es sin el libro. Y reflexiones al
respecto existen en gran cantidad.
Chartier, por ejemplo, tiene
abundancia de estudios que exploran
en todos los aspectos de la escritura,
la lectura, el libro, las bibliotecas,
aunque predomina en él su mirada
sobre el libro como objeto cultural
(Chartier, 1993, 1995, 1996). Por otra
parte, Robert Darnton (2006), sin dejar
de lado la faceta cultural del libro, ha
abordado su producción y comercio
en el tiempo de la Ilustración francesa,
en el que la palabra impresa explotó
tanto por sus cifras como por la
novedad de sus formatos e ideas que
portaba.
Los énfasis en las investigaciones
no son más que eso, pues, como
ya se ha mencionado, las dos
facetas del libro están vinculadas
indisolublemente. Solo se trata de una
distinción analítica, como recomienda
Norbert Elias (1982), y no de la idea
falsa de que en la realidad ambas
caras del libro están separadas.
Es difícil pensar que los países
puedan alcanzar un desarrollo integral
sin reconocer la importancia del libro,
en cualquiera de las formas que este
puede adquirir. Basta contrastar los
índices de desarrollo humano con
los de la lectura y escritura para dar
cuenta de ello. No es casualidad que
los países ubicados en los primeros
lugares en comprensión de lectura,
según la prueba PISA, sean, al mismo
tiempo, los más desarrollados en
todas las áreas de la vida social si
vinculamos sus datos con los del
Índice de Desarrollo Humano (IDH)
(Gonzales Alvarado, 2015). Por esta
razón, se justifica todavía más la
necesidad de tener una visión integral
que complemente las políticas
públicas sobre el libro como objeto
cultural y sobre el libro como objeto
mercancía.
La industria editorial en el Perú
Con base en lo dicho, en las páginas
siguientes deseamos detenernos en
algunas características de la industria
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
16
Osmar Gonzáles Alvarado
editorial en el Perú, teniendo siempre
presente la necesidad de su desarrollo
y expansión a nivel nacional.
Según el Reglamento de
Organización y Funciones (ROF)
del Ministerio de Cultura (aprobado
mediante Decreto Supremo Nº 005-
2013-MC), la Dirección del Libro
y la Lectura (DLL) «es la unidad
orgánica encargada de elaborar
proponer, promover y ejecutar
planes, programas, acciones y
normas dirigidos a la promoción y
difusión del libro, al fomento de la
lectura, al desarrollo de la industria
editorial nacional y a la exportación
del libro peruano» (art. 81), por lo que
la Biblioteca Nacional del Perú (BNP)
queda al margen de la definición de
esas políticas a favor de la promoción
de la lectura, lo que a todas luces
resulta incomprensible.
Se debe tener en cuenta que la
DLL se constituye sobre las bases de
lo que fue Promolibro, organismo
que fue creado en 2003 por la Ley
Nº 28086 - Ley de democratización
del libro y de fomento de la lectura,
con la función, entre otras nueve más,
de: «Proponer los planes y programas
dirigidos a la promoción del libro y al
fomento de la lectura, y al desarrollo
de la industria editorial nacional» (art.
11, ítem. 1).
Promolibro fue concebido como
una plataforma que involucraba a
diversas instituciones estatales y
privadas, y a representantes de la
sociedad civil como los autores. Si
bien fracasó en el cumplimiento de
coordinar iniciativas para una política
pública sobre el libro y la lectura,
tengamos en cuenta que su naturaleza
era la de ser un órgano consultivo
del Ministerio de Educación, al que
estaba adscrito entonces. Pero, en el
gobierno aprista, pasó de un sector a
otro: de educación a cultura, aunque
con funciones acotadas, entre ellas,
la de delinear la política nacional de
promoción de la lectura.
¿Era necesario dicho cambio?
Consideramos que hay un error
de concepción, pues la política
de promoción de lectura (y de la
escritura, no lo olvidemos) debe
estar bajo responsabilidad de la BNP
en coordinación con el Ministerio
de Educación (Minedu). Ese es su
espacio, digamos, natural, por las
siguientes razones.
Advirtamos que la BNP extiende
su atención a un público amplio y
diverso desde sus salas preescolares
hasta las especializadas, por lo tanto,
tiene un panorama completo de las
demandas de lectura de los usuarios,
y esta ventaja debería ir aunada al
Plan lector del Minedu, lo que no
resta posibilidad de convocar a otras
instituciones públicas y privadas. De
este modo, y definida bien la tarea
de la BNP con Minedu —a los que
se deben agregar las bibliotecas
escolares y municipales, partes
integrantes del Sistema Nacional de
Bibliotecas (SNB)— la acción de la DLL
debe estar dirigida exclusivamente
al fomento del libro como objeto
mercancía en tanto constituye el
punto fundamental del desarrollo y
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
17
Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
expansión de la industria editorial,
la que debe involucrar a editoras,
imprentas, librerías, organización de
ferias, y afines, con una meta muy
clara: que la industria editorial sea una
actividad extendida a nivel nacional.
La constitución de una
industria editorial nacional implica
que en cada una de las regiones del
Perú debe generarse un importante
dinamismo del mundo de lo impreso
hasta convertirse en pieza importante
del campo cultural nacional, que es lo
que está muy lejos de haberse logrado.
Por el contrario, la producción
editorial se concentra en la capital.
En efecto, en Lima se concentra el
82% de la impresión de libros del país
según las cifras que arroja la Oficina
de Depósito Legal de la BNP, que son
mucho más aproximadas a la realidad
que si se tomaran como referencia
las del ISBN, teniendo en cuenta
que no todos los libros que cuentan
con el Depósito Legal tienen ISBN
2
.
Incluso, en muchos casos, los autores
realizan el trámite del Depósito Legal
solo después de haber publicado
el libro. Por ello, la base de datos es
diferente a la que fue utilizada, por
ejemplo, en la elaboración del Estudio
diagnóstico del sector editorial del
Perú, documento publicado por la
Cámara Peruana del Libro (CPL) en
2013, cuyos fines eran otros, como
ofrecer un panorama del libro como
mercancía, es decir, a partir de sus
ventas.
2
International Standard Serial Number. De acuerdo con la BNP: «El ISBN es un sistema internacional de numeración
de libros, aprobado como norma ISO 2108. Este número identifica al libro a nivel mundial, permitiéndole una mejor
comercialización y distribución». https://www.bnp.gob.pe/servicios/isbn/
No está demás decir que la
situación retratada someramente
es responsabilidad tanto del Estado
como de los actores privados.
Diferentes actores en pos de
un mismo objetivo
El Estado no ha producido normas
que promuevan la descentralización
de la industria editorial. Las pocas
que ha promulgado con relación a
la regionalización no son vigiladas
en su cumplimiento (abriendo paso
a la corrupción y manteniendo
la ineficiencia); menos aún lo
serán en cuanto a la producción
editorial descentralizada. En este
panorama es fundamental el papel
que están llamadas a cumplir las
autoridades regionales, pero a las que,
lamentablemente, el tema del libro les
importa muy poco o nada, como en
general tampoco le interesa a la capa
política y a la burocracia estatal.
El sector privado, a pesar de
su prédica de no intervención del
Estado en la economía, exige que
este les facilite las condiciones para
su actividad, básicamente por medio
de la exoneración de impuestos
y adquisición de libros para ser
distribuidos en las bibliotecas públicas
municipales, lo que los empresarios
editoriales consideran es su
contribución al SNB. Pero una mirada
amplia nos revela que no existe un
mercado nacional de libros, quizás
apenas pequeños mercados locales
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
18
Osmar Gonzáles Alvarado
y precarios; el sector editorial no ha
constituido una industria proactiva
que le permita estar presente en
diferentes partes del territorio
nacional. Descentralizar también es
democratizar, hablando en términos
generales y en especial en cuanto
nos referimos a la industria editorial.
En otras palabras, impulsar la industria
editorial regional significa la posibilidad
de estimular otras actividades capaces
de impactar positivamente en la
sociedad en su conjunto para alcanzar
mejores condiciones de vida.
Las ferias —ocasionales o
establecidas en ciertos meses del
año—a pesar de su éxito comercial,
no son suficientes. Según cifras
de la propia CPL, los volúmenes
de venta han ido aumentando
considerablemente en las diversas
ediciones de la Feria Internacional
del Libro de Lima (FIL). Conocer solo
unos datos nos pueden dar una idea
de su camino promisorio: en la FIL
de 2015 se vendieron libros por un
monto de 13,6 millones de soles (La
Prensa, 2015); en 2018, por un monto
de 19 millones de soles (El Comercio,
6 de agosto de 2018); en 2019, por
20 millones; pero en 2020, en una
feria atípica por ser virtual debido
a las restricciones impuestas por la
pandemia del COVID-19, la cifra solo
llegó a casi 2 millones (El Comercio, 8
de septiembre de 2020); finalmente,
en la FIL de 2022 las ventas se
recuperaron, obteniendo 20 millones
de soles.
Evidentemente, es de celebrar
el éxito comercial de la FIL,
puesto que significa un número
también ascendente de visitantes y
consumidores; están cumpliendo
su papel y alcanzando sus metas. En
este sentido podría afirmarse que la
promoción del libro como objeto
mercancía está rindiendo sus buenos
frutos; entonces, la pregunta que
queda pendiente de responder es
aquella que indaga sobre cuántos
de esos consumidores son también
lectores; es decir, qué porcentaje de
estos utilizan al libro como objeto
cultural, y no solo como mercancía.
Aunque las ferias de libro se
realizan en diferentes partes del país,
es fácil observar que su relevancia
económica es básicamente limeña.
En otras regiones es muy difícil
tener los mismos niveles de éxito.
La característica de las ferias es su
trashumancia: llegan a un lugar, pero
pronto se van a otro o no regresan
hasta el siguiente año. Es decir, no
tienen las condiciones intrínsecas
necesarias para sembrar en el futuro
la posibilidad de establecimiento de
la industria editorial en las regiones.
La circulación del libro no está ligada
con su producción.
La producción editorial de
algunas universidades tampoco es
lo suficientemente importante para
dinamizar, de manera descentralizada,
el sector. Dichas casas de estudio
y de producción de ideas buscan
responder a las necesidades de su
entorno, de sus propias comunidades
(académicas) y, a pesar de la
calidad que pueden contener sus
publicaciones, no tienen la difusión
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Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
necesaria y, por lo tanto, el impacto
que generan es muy acotado.
Ante este panorama, sorprende
el entusiasmo —desmesurado,
consideramos— con el que analistas
informados saludan los éxitos de la Ley
del libro como si hubiera alcanzado
un impacto a nivel nacional. En Lima,
quizás; y para algunas editoriales
solamente, con seguridad. Es cierto
que la ley muestra algunos logros, pero
ante el tamaño de las necesidades
nacionales estos son muy limitados.
Según información proporcionada
por la CPL con respecto a editoriales
asociadas, la concentración en Lima
es obvia. De 117, solo una se ubica en
Trujillo, como se puede observar en
la Tabla Nº 1 con respecto a las 116
editoriales restantes y que se ubican
en Lima.
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20
Osmar Gonzáles Alvarado
DISTRITO ASOCIADOS
Barranco 4
Breña 3
Chorrillos 1
El Agustino 1
Jesús María 4
La Molina 1
La Victoria 2
Lima 26
Lince 7
Los Olivos 3
Magdalena 3
Miraflores 19
Pueblo Libre 2
Puente Piedra 2
San Borja 6
San Isidro 13
San Juan de Lurigancho 2
San Juan de Miraflores 1
San Luis 1
San Martín de Porres 1
San Miguel 2
Santa Anita 1
Surco 9
Surquillo 1
Villa María del Triunfo 1
Total 116
Localización de las editoriales asociadas a la Cámara Peruana del Libro
Tabla Nº 1
Fuente: Cámara Peruana del Libro. https://cpl.org.pe/directorio-de-asociados/
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
21
Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
Visualmente, el Mapa Nº 1 nos
permite observar la centralización de
editoriales en unos pocos distritos
limeños: Miraflores y San Isidro suman
juntos 32 editoriales; y Lima, 26.
Es decir, los tres cubren el 50 % del
universo total.
Mapa Nº 1
Distribución de editoriales asociadas a la Cámara Peruana del Libro según
distrito
Fuente: Cámara Peruana del Libro. https://cpl.org.pe/directorio-de-asociados/
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22
Osmar Gonzáles Alvarado
3
Con las actuales tecnologías, las bibliotecas virtuales tienden a desplazar a las bibliotecas físicas como espacios de
encuentro de las comunidades en las que están asentadas.
Las bibliotecas públicas
municipales
Según información de la Biblioteca
Nacional del Perú, ente rector del
Sistema Nacional de Bibliotecas, en
todo el Perú existen 530 bibliotecas
municipales de 1874 gobiernos
locales (provinciales y distritales),
que representan apenas 26.7% del
total. Además, en ellas, solo trabajan
34 bibliotecólogos. No es necesario
agregar más para describir el déficit
de las bibliotecas municipales en el
Perú (BNP, s.f.). Con lo señalado, se
deriva una necesidad impostergable:
las bibliotecas públicas municipales,
en tanto centros de información y
centros culturales, deben albergar
la producción editorial local para
ponerla a disposición de sus
respectivas poblaciones, y constituirse
en espacios centrales de la vida social
de la comunidad.
3
Con relación a la demanda
local de libros escolares, lo óptimo
es que ésta sea atendida por la
producción editorial local. Si bien se
han descentralizado las funciones del
Minedu, esto no se evidencia en la
producción de libros escolares. Esto
constituye un déficit importante que
es necesario atender con prontitud,
más aún si sabemos que las bibliotecas
municipales también operan como
bibliotecas escolares. Acercar a los
niños y adolescentes a la letra escrita
y a la cultura impresa es todo un
reto en donde lo más beneficioso
sería articular producción local de
textos, el papel de las bibliotecas
públicas abastecidas y estrategias
de promoción de lectura y escritura
tanto por medios tradicionales como
utilizando las actuales tecnologías.
Esto solo puede ser posible con
la participación coordinada del SNB,
del Minedu, del Mincul, de la CPL, así
como de educadores, bibliotecólogos,
editores, autores, entre otros.
Todo esto bajo las gestiones de las
autoridades regionales y municipales.
La edición de libros y la lectura
Una experiencia localizada,
pero interesante, y que nos hace
posible observar algunos de los
impedimentos que hemos estado
tratando para difundir la producción
editorial y su consumo lector, es la
de la propia BNP. Esta institución ha
publicado, bajo la colección Cultura
Impresa, algunos pequeños tomos
interesantes en los que se rescata las
palabras y la voz de autores peruanos,
clásicos y contemporáneos, con
relación a la importancia de leer, del
libro, de la escritura, de las bibliotecas,
de la venta de libros.
Mencionemos algunos títulos y
autores: Un oficio especializado. El
negocio de venta de libros en el Perú
entre 1580 y 1620 (Alejandra Cuya,
2021); La Biblioteca Nacional del Perú.
200 años de historia (Marcos Garfias,
2021); La Odisea del libro en el Perú
(Sebastián Salazar Bondy, 2021); Al
andar del camino (Javier Sologuren,
2021); San Martín y la cultura (Instituto
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
23
Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
Sanmartiniano, 2021); Elogio del
libro y otros ensayos (Alberto Tauro
del Pino, 2022); Las nuevas lectoras
del s. XIX. Género, libro y lecturas de
la primera generación de ilustradas
peruanas (Evelyn Sotomayor, 2002);
entre otros.
Lamentablemente, este esfuerzo
valioso no obtiene la recompensa que
merece. Sucede que estos títulos, y
algunos más que saca a la luz la BNP,
prácticamente no se conocen porque
solo se comercializan en un número
reducido de librerías y porque, en
los hechos, solo se pueden adquirir
acudiendo al propio local de la BNP
o aprovechando las ferias de libro en
las que la BNP coloca un stand. ¿Tiene
sentido esta medida?
Los libros cumplen su función solo
si llegan a los lectores; de otra manera,
es un esfuerzo inútil. Si bien la BNP es
una institución que no tiene como
meta el lucro —su carácter público,
el volumen de ventas y los precios de
sus libros no les permiten correr ese
riesgo—, sí podría, y debería, poner al
alcance de los lectores/consumidores
tales títulos. Es un tema absolutamente
central para abordar con seriedad
la búsqueda de maneras en que las
dos políticas públicas, diferenciadas
pero complementarias, respecto al
libro se hagan realidad en el común
objetivo de inyectar en las venas de la
sociedad la necesidad de acceder a la
cultura impresa en el Perú.
La centralización de la
producción editorial
La excesiva centralización de la
producción editorial en Lima se puede
constatar gráficamente en la Tabla
Nº 2, en la que aparecen las cifras
correspondientes por departamentos
desde el año 2007 hasta 2022. Los
números impresionan, pero al mismo
tiempo deben servir de llamada de
atención para resolver una situación
dramática.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
24
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
24
Departamentos 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
Total por
región
Amazonas 18 20 13 25 15 22 20 16 18 20 188 20 19 19 15 6
454
Áncash 56 66 39 54 52 38 131 97 112 64 711 130 68 18 30 70
1736
Apurímac 10 20 18 23 36 51 62 32 25 40 320 37 29 27 31 41
802
Arequipa 412 268 226 182 265 277 463 188 218 143 2646 587 465 238 207 259
7044
Ayacucho 28 29 46 40 47 44 42 18 43 31 373 77 67 24 37 49
995
Cajamarca 51 43 25 76 53 38 34 43 65 50 484 134 102 27 48 53
1326
Callao 20 6 21 17 16 36 27 14 25 22 211 141 104 65 44 101
870
Cusco 67 62 101 102 98 74 113 119 83 94 921 294 190 80 143 132
2673
Huancavelica 27 36 26 30 40 40 38 28 11 17 302 41 39 11 14 19
719
Huánuco 26 32 26 18 37 51 47 41 61 39 388 87 98 22 64 130
1167
Ica 75 105 59 69 75 35 74 64 76 57 697 196 94 24 37 62
1799
Junín 300 499 231 239 237 147 218 178 201 201 2463 513 319 152 151 186
6235
La Libertad 68 58 87 78 89 132 172 155 173 187 1212 424 353 141 124 167
3620
Lambayeque 33 22 31 67 96 97 143 140 124 129 896 318 197 81 49 76
2499
Lima 6192 6701 6991 7680 7456 7719 9159 9195 8884 8514 78506 14441 13988 5473 6105 7904
204908
Loreto 36 28 25 33 30 35 32 30 34 23 322 155 88 36 60 59
1026
Madre de Dios 2 7 11 20 14 15 10 3 13 8 120 9 17 13 17 5
284
Moquegua 7 1 7 1 1 11 14 12 15 10 97 43 36 12 29 20
316
Pasco 17 14 20 23 26 29 29 20 11 16 224 30 20 7 17 23
526
Piura 170 85 51 76 71 78 67 67 109 71 865 253 167 68 77 131
2406
Puno 71 107 102 183 161 187 398 211 350 211 2002 557 364 131 226 352
5613
San Martín 15 11
14 65 34 42 42 49 43 38 375 79 106 34 32 56
1035
Tacna 116 32 23 27 14 18 25 27 63 35 403 88 63 13 29 29
1005
Tumbes 4 4 5 5 7 4 9 12 9 26 109 97 43 8 5 15
362
Ucayali 20 15 12 23 26 32 49 37 29 28 271 60 49 5 7 10
673
Total por año 7841 8271 8210 9156 8996 9252 11418 10796 10795 10074 95106 18811 17085 6729 7598 9955 250093
Fuentes: Años 2007-2016: Delgado Pisfil, et al., 2017: 324-325. Años 2018-2022: Dirección de Gestión de Colecciones de la BNP
Tabla Nº 2
Producción de libros por departamentos y años: 2007-2022
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
25
Osmar Gonzáles Alvarado
Antes de entrar a un análisis un
poco más detallado de estas cifras,
es necesario mencionar que el año
2017 exhibe cifras aparentemente
anómalas, por lo elevadas, con
relación a los años anteriores y
posteriores. La explicación se debe
a que en dicho año se incorporaron
al Sistema Integrado de Gestión
Bibliotecaria, 17 780 títulos que habían
quedado sin procesar entre 2007 y
2016 (Delgado Pisfil et al., 2017).
Como se puede observar en
la Tabla Nº 2, Lima es, de lejos, el
lugar de mayor producción de libros
del Perú: el centralismo editorial es
espejo fiel del centralismo político.
En efecto, Lima representa el 81.93%
del total de la producción editorial del
país; Arequipa, solo el 2.82%; Puno,
un poco menos, 2.24%. Desde el otro
extremo de las cifras, Cusco, el centro
turístico emblemático del Perú,
representa apenas el 1.07%; Tumbes,
el 0.14%; Moquegua, el 0.13%; Madre
de Dios, solo el 0.11%. El lector puede
continuar precisando porcentajes,
pero el cuadro es suficientemente
claro con los números presentados.
Ni siquiera otros departamentos
con relativo desarrollo como Arequipa,
La Libertad, Cusco o Puno se acercan
a Lima. Puno tiene como base de su
producción editorial al desempeño
de sus principales universidades, pero
sin ser tampoco una muy grande. Y
también hay departamentos que no
tienen, en la práctica, producción
editorial. Existe, además, un aspecto
que es necesario subrayar: en «Lima»
están incluidas las provincias de Lima,
las que con toda seguridad no suman,
editorialmente hablando.
Es decir, Lima región no existe en
cuanto a producción de libros; esto
nos debe hacer reflexionar sobre
cómo puede ser que la zona más
próxima a la ciudad más desarrollada
del país, y que es su capital, esté tan
lejos cultural y económicamente
de ella. Lamentablemente, esta es
una situación generalizada. Abordar
nuevas acciones en beneficio de la
cultura escrita, en términos amplios,
implica hacerlo desde un terreno casi
vacío debido a la despreocupación
de las autoridades nacionales y
regionales con respecto a la aplicación
de políticas culturales y bibliotecarias,
específicamente. La promoción de
bibliotecas municipales y regionales
es prácticamente nula.
En este punto se hace necesario
señalar la importancia de una ley que
exija a las bibliotecas municipales
tener establecimientos adecuados
según los estándares aprobados
por la propia BNP, ente rector del
SNB, en la Resolución Jefatural Nº
027-2019-BNP publicada el 6 de
febrero de 2019. Es imprescindible
asignarles un presupuesto a los
gobiernos locales que esté destinado
exclusivamente para habilitar sus
bibliotecas, para contratar personal
calificado con salarios acordes a
su perfil, y para adquirir, gestionar y
actualizar constantemente su material
bibliográfico; esto, además de cumplir
con la ley existente que le asigna la
función de resguardar el patrimonio
bibliográfico documental de sus
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
26
Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
PUBLICACIONES POR DEPÓSITO LEGAL DISTRIBUIDAS POR LA BIBLIOTECA
NACIONAL DEL PERÚ SEGÚN DEPARTAMENTO, 2019
(Volúmenes)
Lima ( Congreso de la República)
Lima (Municipalidad Metropolitana)
Puno
Junin
Arequipa
La Libertad
Piura
Lambayeque
Cusco
Ucayali
Áncash
Ica
Huánuco
Cajamarca
Amazonas
Callao provincia constitucional
Madre De Dios
Lima (otras provincias)
San Martin
Apurimac
Pasco
Ayacucho
Huancavelica
Loreto
Moquegua
Tacna
Tumbes
10,326
5,970
904
552
474
360
353
340
300
174
151
146
135
123
122
104
62
47
23
13
7
2019 =20,686 volúmenes
respectivas localidades. La rendición
de cuentas sería permanente y de
manera obligatoria.
La escasa expansión nacional de
la industria editorial hacia las diversas
regiones del país lleva a la situación
siguiente: la BNP recibe desde las
provincias solicitudes de envío de
libros, debiendo remitir paquetes
de libros —los llamados «módulos
bibliográficos»—, a cada una de ellas
porque no tienen cómo abastecer de
libros a sus bibliotecas, ocasionándose
así una pérdida de dinero y de tiempo.
Las cifras demuestran lo dicho. En
el año 2019, por ejemplo, la BNP
distribuyó un total 20 686 volúmenes
a distintas bibliotecas de Lima y
provincias, como se puede observar
en el Gráfico Nº 1.
Gráfico Nº 1
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
27
Osmar Gonzáles Alvarado
Obsérvese que el mayor volumen
de libros se destina a la biblioteca
del Congreso de la República, cuya
atención a la comunidad lectora es,
seguramente, muy escasa, incluso en
su propio recinto. Pero especialmente
tómese en cuenta que, si existiera
una producción editorial importante y
sostenida a nivel regional, este trámite
oneroso —el de enviar módulos
bibliográficos—, ya no sería necesario.
No se requiere más números para
constatar que el centralismo limeño
es apabullador, y que la producción
regional de libros es casi inexistente.
No hay oferta (de editoriales,
imprentas), tampoco demanda
(lectores, consumidores), entonces
no tiene sentido inaugurar librerías. El
llamado ecosistema del libro a nivel
nacional no existe, está roto, es una
quimera.
Los apremios del autor
Ante dicha carencia, los autores
se ven obligados prácticamente a
financiar sus propias publicaciones;
realizarlas en algún taller informal
sin la calidad necesaria; con suerte,
alguna universidad u ONG imprimirá
´20 del siglo pasado, José Carlos
Mariátegui los ponía en evidencia:
Publicar un libro, en estas
condiciones, resulta una empresa
temeraria a la cual se arriesgan
muy pocos. Por consiguiente,
nada es más difícil para el autor
que encontrar un editor para sus
obras. El autor, por lo general,
se decide a la impresión de sus
obras por su propia cuenta, a
sabiendas de que afronta una
pérdida segura. Es para él la única
manera de que sus originales no
permanezcan indefinidamente
inéditos. Las ediciones son así muy
pobres, los tirajes son ínfimos, la
divulgación del libro es escasa.
Un autor no puede sostener el
servicio de administración de
una editorial. El libro se exhibe
en unas cuantas librerías de la
república. Al extranjero sale muy
raras veces (Mariátegui, 1928).
Algunas décadas después,
Sebastián Salazar Bondy abordaba
el mismo tema señalando que los
apremios del autor hacían de este
casi un Quijote, pues además del
esfuerzo que tiene que desplegar
para escribir su texto, debe asumir
todos los costos: de la edición, de
la difusión, de ser su propio agente
literario, de buscar las reseñas a su
obra que aparezcan en periódicos
y, como corolario, debe tener que
soportar «la abusiva petición de los
amigos solicitando el obsequio de un
ejemplar autografiado» (Hirschorn,
2005, p. 128). Si bien en la actualidad
estas circunstancias han mejorado
notablemente, los logros todavía
resultan insuficientes, especialmente
para los autores de provincias.
La universalización de la palabra
escrita y de la cultura impresa, bases
del ecosistema del libro y la lectura,
sigue siendo meta por alcanzar,
proyecto, mas no realidad. Mientras
no se consigan esos propósitos, será
difícil solucionar otras crisis, como
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
28
Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
Las actuales tecnologías han
impactado en la difusión de obras
escritas, es cierto, pero la capacidad
de recibirlas y de utilizarlas con
provecho todavía está muy lejos de
ser el mínimo necesario. Se puede
acceder a la información, pero no
necesariamente a la comprensión
si no se fomenta la lectura y la
escritura. Es decir, con los comandos
adecuados del ordenador se puede
buscar y atrapar la información que
se requiere, pero sin ubicar el dato
dentro de la argumentación total que
lo arropa. Se releva el dato en perjuicio
del sentido. La brecha tecnológica,
con relación al tema del libro, la
lectura y la escritura, también muestra
sus aspectos negativos.
La Tabla Nº 3, construida sobre
la base de la información del Centro
Regional para el Fomento del Libro en
América Latina y el Caribe (Cerlalc),
que ha generado un directorio en el
que se pueden inscribir las librerías,
nos permite observar lo señalado.
la de la política, la debilidad de las
instituciones y la de la endeble vida
democrática.
La centralización de las librerías
Igualmente, la distribución de
librerías en el país nos ilustra el mismo
problema: la centralización en la
capital. En otras regiones casi no hay
librerías, y cuando empleamos este
término no nos referimos a lugares de
expendio de útiles de escritorio, sino de
venta de libros, tanto de obras clásicas
como contemporáneas, de revistas
actualizadas, de obras de ciencia
y de entretenimiento, de todas las
áreas del saber y de la creatividad, sin
olvidar la realización de actividades de
promoción de lectura, presentaciones
de libros, conferencias y otras. En otras
palabras, concebir a las librerías como
centros de irradiación de cultura y no
solo como lugares de expendio de
libros.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
29
Osmar Gonzáles Alvarado
DEPARTAMENTO TOTAL DE LIBRERÍAS
Lima 78
Arequipa 11
Cusco 7
La Libertad 6
Piura 5
Ancash 3
Junín 3
Ica 2
Lambayeque 2
Ucayali 2
Callao 1
Huánuco 1
Loreto 1
San Martín 1
Tacna 1
Total general 124
Tabla N° 3
Distribución de librerías por departamento
Fuente: CERLALC (https://cerlalc.org/directorio-regional-de-librerias)
Como se puede observar, la
cantidad de librerías ubicadas en
Lima (78 librerías) es casi siete veces
mayor que la cantidad de librerías
en Arequipa (11 librerías), y hay 10
regiones que no cuentan con ninguna.
No es descabellado suponer que el
directorio no es del todo lo completo
que se desea, pero no es difícil pensar
que, aun incluyendo a todas las
librerías existentes, la tendencia sería
exactamente igual.
El Mapa Nº 2 nos permite constatar
visualmente lo mencionado:
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
30
Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
Mapa Nº 2
Distribución de librerías a nivel nacional
Fuente: CERLALC (https://cerlalc.org/directorio-regional-de-librerias)
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
31
Osmar Gonzáles Alvarado
Según los datos obtenidos
y presentados, existen diez
departamentos que no registran
librerías. Es cierto que puede tratarse
de una deficiencia en el recojo de la
información, pero la situación ofrecida
en estas páginas nos indica que es
muy probable que no existan librerías
que no sean más que expendios de
útiles y papelería, y no como espacios
de adquisición de libros de diverso
contenido, como se ha señalado
anteriormente.
Algunas consideraciones
generales
En el fondo, el tema tratado
aquí es un desafío por la demanda
articuladora que exige entre el espacio
público y privado, y teniendo como
base un producto que no tiene gran
impacto sobre la economía en su
conjunto, como es el libro. Pero, si se
tiene como propuesta la constitución
de un país con una conciencia
democrática, no es posible prescindir
de él. Lamentablemente, en la
agenda política la problemática de la
palabra escrita y sus componentes
(bibliotecas, libros, lectura, industria
editorial) no existen. Sin autoridades
que deban dar el ejemplo, que
no exhiban las virtudes del lector
informado, es imposible que el efecto
«cascada» rinda frutos. El liderazgo
basado en el buen ejemplo también
es importante.
En las políticas públicas que se
aprueben en el congreso y en el poder
ejecutivo, si es que acaso ello ocurra
en algún momento, la vinculación
entre economía y política debe ser
muy fina y bien elaborada. Las dos
facetas del libro unen el espacio de
conformación de la colectividad y del
consumo egoísta; ambos elementos
existen y a ambos se les debe prestar
atención.
Las campañas electorales deben
ser utilizadas como espacios de
discusión nacional, tanto para
informar a la ciudadanía que el
problema existe, como a los propios
políticos que, salvo excepciones muy
honrosas, no tienen ninguna opinión
sobre la importancia de la cultura
impresa para el desarrollo de nuestra
sociedad.
Conclusiones
Brevemente, se pueden extraer
algunas conclusiones principales,
como la evidente centralización de la
producción editorial que impide que
se pueda hablar de un ecosistema del
libro y la lectura de extensión nacional.
Por otro lado, que los distintos
componentes del llamado «circuito
del libro» (autores, editoriales, librerías,
bibliotecas, lectores) no constituyen
una cadena integrada, sino que,
por el contrario, cada elemento
actúa de manera desgajada de los
otros componentes. Esto se refleja
y es consecuencia de la ausencia de
políticas públicas que, diferenciada y
complementariamente, atiendan al
libro en su doble valor, como objeto
cultural y como mercancía. Lo que, a
su vez, simboliza tanto la inadecuada
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
32
Producción de libros e industria editorial en el Perú: centralismo
y ausencia de un ecosistema editorial nacional
institucionalidad del Estado como
el desinterés de la capa política y
autoridades burocráticas por la cultura
impresa, que se traduce también
en la carencia de propuestas en las
campañas políticas, lo que lleva a la
ciudadanía a un distanciamiento del
ecosistema del libro y la lectura.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
33
Osmar Gonzáles Alvarado
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Unseld, S. (2018). El autor y su editor. Taurus.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
35
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
lacontribución de Jorge Basadre
The library, an intellectual home for childhood:
the contribution of Jorge Basadre
Benjamín Blass Rivarola
Biblioteca Nacional del Perú
Contacto: benjamín.blass@bnp.gob.pe
https://orcid.org/0000-0002-0149-4183
ISSN- e: 2709-5649-pp 35-51
Resumen
A lo largo de su prolífica vida como
historiador, bibliotecario, catedrático
y funcionario público, Jorge Basadre
Grohmann (1903- 1980) publicó una
serie de escritos referidos al libro y a las
bibliotecas. En algunos de esos textos
y, sobre todo, en su gestión como
responsable de la Biblioteca Central
de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y, especialmente,
de la Biblioteca Nacional del Perú,
Basadre planteó que la biblioteca
pública era el espacio democrático
por excelencia en la medida que
adaptaba sus colecciones y servicios a
las necesidades educativas, culturales
e informativas de los diversos grupos
etarios, principalmente el público
infantil. En ese sentido, el presente
texto presenta el correlato existente
entre dicha reflexión teórica y las
acciones adoptadas en sus diversas
gestiones para lograr que la biblioteca
pública se convierta en un hogar
intelectual para los usuarios infantiles.
Palabras clave: Gestión bibliotecaria,
Bibliotecarios, Biblioteca pública, Servicios
Bibliotecarios, Literatura infantil
Abstract
Throughout his prolific life
as a historian, librarian, professor
and public servant, Jorge Basadre
Grohmann (1903-1980) published
a series of writings referring to the
book, libraries. In some of these texts
and, above all, in his management
as head of the Central Library of the
Universidad Mayor de San Marcos
and, especially, of the National
Library of Peru, Basadre proposed
that the public library was —and is—
the democratic space par excellence
insofar as it adapted its collections and
services to the educational, cultural
and informative needs of the various
age groups, mainly the children’s
public. In this sense, this text will
present the correlation between this
theoretical reflection and the actions
taken in its various eorts to make the
public library an intellectual home for
children.
Keywords: Library management,
Librarians, Public library, Library
services, Children´s literature
Recibido: 2023-07-09 / Revisado: 2023-10-23 / Aceptado: 2023-10-30 / Publicado: 2023-12-14
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Introducción
Sinesio López Jiménez (2004)
en su artículo «Jorge Basadre y
la Biblioteca Nacional del Perú»,
considera que a Jorge Basadre le
debemos una reflexión organizada
y sistemática sobre el sentido,
las funciones y el devenir de las
bibliotecas en el mundo moderno
en general y en el Perú en particular.
Así, en textos como «Objetivos de la
Biblioteca Nacional», «Fénix» y «Bases
para una política bibliotecaria», se
aprecia esta concepción integradora
de la Biblioteca:
La batalla en favor de las
bibliotecas y, por ende, de la
técnica bibliotecaria, tiene múltiple
significado. Es una lucha en favor
de la concepción democrática de la
vida en el más limpio sentido de esta
palabra, procurando la divulgación
de la cultura, el ofrecimiento de
oportunidades para leer a las diversas
clases, regiones, edades (Basadre,
1944a, p. 3).
Esta concepción democrática
de la biblioteca no solo se manifestó
en los diversos escritos publicados por
Basadre a lo largo de más de cincuenta
años de prolífica vida intelectual. Sus
reflexiones tuvieron su correlato en
la destacada labor que desempeñó
en cargos tan importantes como la
dirección de la Biblioteca Central de
la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, la dirección y reconstrucción
de la Biblioteca Nacional del Perú y
los dos períodos como ministro de
Educación.
Sin embargo, a pesar de sus
importantes aportes al desarrollo
de la bibliotecología en nuestro
país, la actividad bibliotecaria de
Jorge Basadre se ha circunscrito
principalmente a su labor como
reconstructor de la Biblioteca
Nacional del Perú, luego del incendio
del 10 de mayo de 1943. Como señala
Castro (2012):
En realidad, a la par con su
actividad académica en los otros
campos, como la docencia y la
investigación histórica, Basadre
dedicó al quehacer bibliotecario más
de veinticinco años consecutivos
(1920-1947), solo con algunas y
breves interrupciones, sin contar su
labor en el Ministerio de Educación
(1956-1958), desde donde impulsó
un conjunto de acciones a favor
del fomento de bibliotecas,
comprendiéndolas en un proyecto
denominado Política bibliotecaria
(pp. 16-17).
Por lo señalado, el objetivo de
este artículo analítico-descriptivo es
dar a conocer y profundizar algunos
aspectos del pensamiento y la obra
bibliotecaria de Jorge Basadre,
específicamente, la creación y
desarrollo de la Sala Infantil de la
Biblioteca Nacional del Perú, lo que
permitirá apreciar la solidez de sus
argumentos y propuestas con una
clara visión de futuro. Para tal efecto,
se han examinado fuentes primarias
como documentos de archivo y las
publicaciones bibliotecológicas y
bibliotecarias del y sobre el autor.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
37
Benjamín Blas Rivarola
La información recopilada ha sido
sistematizada y ordenada de acuerdo
con la trayectoria vital del historiador
de la República, lo que permitirá
efectuar una valoración de sus aportes
al campo bibliotecológico.
Primeros acercamientos a la
lectura
A pesar del duro contexto
sociocultural y emocional, producto
de la ocupación chilena de Tacna,
la infancia de Jorge Basadre estuvo
estimulada por la lectura de periódicos
y la valiosa biblioteca familiar:
Allí llegaban en su continuidad
sin quiebra los ejemplares de la
suscripción de El Comercio de Lima,
en tanto que, hacia 1909, hemos
debido oír decir que La Prensa había
sido clausurada, si bien su lugar de
combate fue tomado brevemente
por El País. No sufrían interrupciones,
en cambio, las suscripciones
europeas de La Ilustración Artística,
Alrededor del mundo, Hojas selectas
y algunas revistas inglesas con sus
grabados alucinantes (Basadre,
2007, p. 92).
En 1909 fallece su padre y, tres años
después, la familia Basadre se traslada
a Lima. Posteriormente, continúa sus
estudios en el Colegio Alemán y en el
emblemático Colegio Nuestra Señora
de Guadalupe. En ese contexto, tuvo
su primer acercamiento a la Biblioteca
Nacional del Perú:
Mi primer recuerdo de la
Biblioteca Nacional se remonta a
los años 1914 o 1915, sin duda, más
probablemente a este último. Quise
ir a leer allí, pero fui rechazado por
no tener la edad mínima necesaria
para gozar de ese privilegio.
[…]
Obtuve de mi familia una carta
para el Director, que era don Luis
Ulloa. Éste, con gran bondad,
dispuso que se me diera una mesa
en su propio despacho. Allí conocí
a José Carlos Mariátegui, contertulio
habitual de Ulloa entonces.
[…]
Aunque fue muy breve, este
contacto con la Biblioteca Nacional
contribuyó a definir mi vocación
(Basadre, 2007, p. 406).
La vida y la biblioteca
En 1919, Basadre ingresa a la
Facultad de Letras de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. En
ese mismo año, se integra al equipo
de voluntarios organizado por Raúl
Porras Barrenechea, para catalogar
los folletos dispersos en la colección
Papeles varios de la Biblioteca
Nacional. Integraban dicho equipo:
Manuel C. Abastos, Jorge Guillermo
Leguía, José León Bueno, Eloy
Espinoza Saldaña y Jorge Cantuarias.
También en 1919, ingresó a trabajar
como auxiliar en la Biblioteca Nacional.
Se le asignaron labores relacionadas
con el análisis y conocimiento de las
fuentes de información existentes en
esa institución:
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
38
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Se me asignó primero la tarea
de ir apuntando en unas tarjetas
verdes los libros de la Sala Europa.
En obedecimiento de órdenes
especiales y quizá sardónicas del
subdirector, don Carlos A. Romero,
empecé por anotar a mano,
pues no disponía la Biblioteca de
muchas máquinas de escribir, una
enorme cantidad de obras en latín
provenientes del antiguo convento
de los jesuitas, que yacían en la
parte alta de esta sección. […] En la
Biblioteca, un día [Alejandro] Deustua
[director de la Biblioteca Nacional de
entonces] me ordenó que registrara
en fichas solo las ediciones del siglo
XX con el fin de obtener una guía
que tuviera utilidad para el salón
de lectura; disposición que cumplí
(Basadre, 2007, p. 410).
Años después, en 1923, es
destacado de la Biblioteca Nacional
al Ministerio de Relaciones Exteriores
para realizar la compilación de
documentos destinados a la Campaña
Plebiscitaria del Sur y, al mismo
tiempo, comparte dichas labores con
el trabajo, en el horario nocturno, en
la Biblioteca Central de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, en la
que también colaboró en el Boletín
Bibliográfico.
En 1926, ascendió a la categoría
de «conservador». Su tarea principal
fue tener al día el libro de ingresos de
la Sala Europa; sin embargo,
Me dediqué entonces, como casi
todos los empleados que no estaban
al servicio del público lector, a leer por
mi cuenta en las horas de oficina. Así
se enriquecieron mis conocimientos
en el ámbito de la literatura, la
historia, la política, el derecho y la
economía principalmente. […]En
realidad fui, durante varios años, sin
compromiso expreso, algo así como
un becario del Estado peruano para
realizar investigaciones con el título
de empleado público (Basadre,
2007, pp. 410-411).
Posteriormente, entre 1930-
1931 y 1935-1941, Jorge Basadre
asume la dirección de la Biblioteca
de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. Durante su gestión se
efectuaron las siguientes acciones:
-
Reapareció el Boletín Bibliográfico;
- Se incrementó el fondo bibliográfico
(solo hasta 1939 el número de
libros se había incrementado en
un promedio de 20%, pasando de
36,927 volúmenes a 44,039);
- Se ampliaron y equiparon las salas
de lectura;
- Se amplió el horario de atención (se
reestableció el horario nocturno y
dominical);
-
Se mejoró el programa de servicios al
público. Todo ello, ejecutado sobre
bases técnicas y con perspectivas de
desarrollo en los siguientes años; y
- Se completó el catálogo por orden
de autores.
Tal como veremos más adelante,
y a juicio de Castro (2012), uno
de los principales investigadores
de la labor bibliotecaria de Jorge
Basadre, su experiencia como
director de esta biblioteca sería
determinante en el fortalecimiento
de su vocación bibliotecaria pues
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
39
Benjamín Blas Rivarola
es en esta donde «además, volcará
sus primeros trabajos sobre temas
de la especialidad, primero, con un
importante artículo donde plasmará
su visión sobre biblioteca, para
luego abordar temas específicos que
atañen particularmente a la biblioteca
universitaria» (p. 28).
Al reseñar la experiencia
bibliotecaria de Jorge Basadre,
debemos mencionar dos momentos
en los cuales adquirió los más
modernos planteamientos teóricos,
prácticos y metodológicos de esta
disciplina. En primer término, entre
1931 y 1932, Basadre estudió en
los Estados Unidos un curso de
Organización de Bibliotecas con
una beca otorgada por la Fundación
Carnegie, reconocida como la más
importante institución norteamericana
de gestión y formación bibliotecaria.
Por ello, al decir de Mac Kee de
Maurial (2004), se convirtió en el
«primer peruano profesionalizado
como bibliotecario».
Durante ese período visitó numerosas
bibliotecas públicas y universitarias
y recibió información sobre su
organización.
Ahora bien, el recorrido en cada
biblioteca fue […] departamento por
departamento siguiendo los pasos del
procesamiento técnico de un libro,
desde que ingresa hasta que se pone
a disposición del público: admisión,
catalogación y clasificación; así
como las formas
de relación entre
la biblioteca y el público (servicios)
(Castro, 2012, p. 59).
Por otro lado, entre el 20 y el 30
de mayo de 1935, participó en el II
Congreso Internacional de Bibliotecas
y Bibliografía en Madrid y Barcelona. En
dicho certamen se discuten las nuevas
corrientes del pensamiento destinadas
a renovar la bibliotecología, por tal
motivo, adquiere nociones sobre la
figura del «lector múltiple» (lector con
diversas necesidades de información),
el acceso libre a las estanterías, la
actualización permanente de las
colecciones y la labor de promoción
del uso de las bibliotecas por el
gran público. Los conocimientos
adquiridos por Basadre en el
extranjero revelan su interés por estar
al día en las tendencias bibliotecarias
mundiales, las cuales serán aplicadas
posteriormente durante su gestión en
la Biblioteca Nacional del Perú.
Basadre y la biblioteca infantil
Hasta la gestión de Jorge Basadre,
el niño no era considerado como
usuario de la Biblioteca Nacional y,
asimismo, no se diferenciaba a la
biblioteca escolar y a la biblioteca
infantil. Esto se evidencia claramente
en la posición de Ricardo Palma,
quien, en el apartado «Reforma
reglamentaria» de la Memoria
correspondiente a los años 1884-
1888, manifiesta lo siguiente:
De haber estado en mis
facultades habría prohibido que se
pusiesen libros inconvenientes en
manos de jóvenes cuya educación
comienza, y que no están, por ende,
preparados para cierto género de
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
40
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
lectura. Buena reforma sería la de
autorizar al Director, no solo para
que niegue libros fútiles á jóvenes
imberbes, sino para que no admita
en el salón á los alumnos de colegio.
[…]
No han escaseado en el cuatrenio
jóvenes que, para preparar sus tésis
universitarias, han acudido á la
Biblioteca como fuente copiosa de
consulta y estudio; y ha sido para mí
motivo de patriótica complacencia
ayudarlos con indicaciones sobre las
obras que les convendría registrar,
dándoles á la vez todas las facilidades
con mis atribuciones compatibles.
Pero, repito, que la Biblioteca debe
cerrarse no para los estudiantes de la
Universidad, que son en su mayoría
jóvenes circunspectos é inteligentes,
sino para los niños de las escuelas,
generalmente díscolos y bulliciosos.
Tal es la reforma que, entre otras
de pequeña entidad, desearía ver
consignada en el reglamento (Palma,
1888, pp. 12-13).
En contraposición con esta visión,
desde la década del 30´ del siglo
pasado, y a través de diversos escritos,
Jorge Basadre puso énfasis en las
particularidades de un nuevo usuario
de las bibliotecas, el público infantil:
1. En una entrevista concedida al
periódico El Perú, el 8 de agosto de
1931, se dio a conocer lo siguiente:
En seguida nos muestra el proyecto
que tiene presentado y que, a la
fecha, se estudia sobre bibliotecas
escolares, bibliotecas infantiles y «La
Hora del cuento» que está copiada
de la que en París se denomina
«La hora feliz». Para las primeras
se cuenta con el plan al que
cooperará el Comité de Segunda
Enseñanza compuesto con motivo
de la federación de los colegios
de instrucción secundaria con la
universidad para fines culturales.
Se discute —nos dice— si en las
bibliotecas escolares o infantiles solo
deben considerarse los libros serios.
Yo creo que ha de darse cabida a
toda clase de lectura adecuada a las
mentes de los niños. Y también a la
lectura de obras imaginativas (p. 3).
2. El 12 de enero de 1936, en La
Prensa, Basadre publicó el artículo
«El sentido de las bibliotecas», en
el que planteó las características
de las bibliotecas infantiles:
Al niño no se le debe arrojar de
la biblioteca popular sino atraerlo
a ella desde su más tierna edad.
La biblioteca infantil es algo muy
distinto de la biblioteca escolar. Esta
es compulsiva y obligatoria y forma
parte de un plan de estudios; a
aquella va el niño espontáneamente
y recibe allí un trato de cordialidad y
camaradería (p. 18).
En ese mismo artículo, Basadre
considera que «la “hora del cuento”
semanal atrae a la clientela más
pequeña; y cuando ya se inicia el
paso de la infancia a la juventud, esa
atracción se procura realizar mediante
los “clubes de lectores” que hacen
lecturas y discusiones en común»
(Basadre, 1936, p. 18). Como se puede
apreciar, el autor no está diferenciado
esos tipos de bibliotecas sino que
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
41
Benjamín Blas Rivarola
está presentando algunas estrategias
de mediación lectora, las cuales se
aplican hasta la actualidad.
El incendio de la Biblioteca
Nacional
En La vida y la historia, sus valiosas
memorias, Jorge Basadre nos brindó
un desgarrador testimonio acerca del
incendio de la Biblioteca Nacional:
Un lunes de mayo, al ir, a las
ocho de la mañana, a la clase de
Historia del Derecho Peruano en
la Universidad de San Marcos, me
enteré de que esa mañana habíase
producido un devastador incendio
en la Biblioteca Nacional. Tiempo
hacía que a pesar de mis deseos,
no frecuentaba dicho lugar. En
ese momento, la violencia de mis
recuerdos y de mis amarguras me
hizo preferir no ver convertido en
ruinas el recinto que, aparte de su
enorme significado para el país, era
el lugar donde tantos años de mi
juventud transcurrieron.
[…]
Parecían haberse ensañado las
llamas en lugares muy alejados
entre sí: las dos salas Europa, la
Sala América, el salón de lectura
y el depósito de publicaciones
periodísticas. De ellas, como
tuve más tarde oportunidad de
comprobar, nada o casi nada pudo
salvarse. La destrucción fue allí casi
siempre completa, pese al hecho
de estar los libros alineados en
las estanterías, presentando hacia
afuera, como en un muro, sus
empastes de cuero (Basadre, 2007,
pp. 417-419).
Al mes siguiente del incendio, el
gobierno de Manuel Prado nombró
como director de la Biblioteca
Nacional a Jorge Basadre. Para
aceptar la designación, solicitó el
cumplimiento de tres condiciones:
«criterio técnico en la organización del
nuevo establecimiento; la Escuela de
Bibliotecarios; y la autoridad efectiva
para manejar la Biblioteca y para tratar
directamente con el Jefe de Estado
acerca de los grandes problemas que
la reconstrucción suscitara» (Basadre,
2007, p. 444).
Definitivamente, la elección de
Jorge Basadre como director y,
sobre todo, como reconstructor de
la Biblioteca Nacional, fue un gran
acierto del gobierno de entonces,
puesto que, como hemos visto, y
recalca Salazar Ayllón (2004):
Basadre era el único intelectual
y bibliotecario profesional, con
experiencia de vida en la antigua
institución, conocedor de los
valiosos fondos atesorados por
ella, y activo seguidor de las
nuevas tendencias sobre gestión
de los servicios bibliotecarios.
Tenía además, innumerables
contactos con instituciones,
gremios, personalidades y agentes
promotores de la modernización de
bibliotecas (p. 116).
Algunas de las decisiones que
tomó Jorge Basadre fueron las
siguientes: el reemplazo de las
colecciones perdidas (donaciones
y compras); la adquisición de una
colección actualizada en Ciencias
y Humanidades; la creación de la
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
42
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Escuela Nacional de Bibliotecarios;
la publicación de las primeras revistas
especializadas en Bibliotecología:
Boletín de la Biblioteca Nacional,
Fénix y Anuario Bibliográfico Peruano;
la adopción del Sistema Decimal
Dewey para la clasificación de las
colecciones; y la adopción de las
reglas de catalogación de la American
Library Association.
Las acciones señaladas
respondieron a una reflexión
organizada y sistemática sobre el
sentido, las funciones y el futuro de
las bibliotecas en el mundo moderno
y, específicamente, en el Perú. En
ese sentido, para Jorge Basadre, la
biblioteca es el hogar intelectual
democrático. Dicha concepción fue
dada a conocer en diversos textos
como, por ejemplo, «Tarea de la
Biblioteca Nacional», publicado en la
revista Peruanidad:
La Biblioteca aspirará a ser el hogar
intelectual de todas las clases
sociales, sin distinción de sexos ni
edades. Quienes vayan allí serán
servidos, no por favor o haciendo
discriminaciones personales;
tendrán todos por igual el derecho
de ser atendidos cortésmente y
podrán demandar el cumplimiento
del deber de ayudarlos. Sin descuidar
a los eruditos, la Biblioteca buscará
al profesional, al obrero, al colegial
y al estudiante, suministrándoles un
material de lectura de triple finalidad:
puramente recreativo, de formación
espiritual o de utilidad práctica e
inmediata. La organización técnica
en este caso específico, no implica
un alejamiento de la gente común;
por el contrario, se impregna de
un auténtico y vasto contenido
democrático, de una generosa
filosofía social (1944c, p. 1319).
En otras palabras, la Biblioteca
Nacional debe ser, a la vez, una
biblioteca popular para el gran
público (función pública), un instituto
de investigación bibliográfica (función
académica y patrimonial) y la base
para el desarrollo bibliotecario en todo
el país (función democratizadora).
Del mismo modo, Basadre
diferenció y, al mismo tiempo, integró
las funciones básicas de la Biblioteca
Nacional del Perú: su carácter
patrimonial y su carácter público.
Asimismo, planteó la necesidad de
la existencia de una red nacional de
bibliotecas en todo el país. Así lo hizo
saber en el discurso de colocación de
la primera piedra del nuevo edificio de
la Biblioteca Nacional, el 18 de enero
de 1944:
Se trata de conservar, esta vez con
seguridad absoluta, el patrimonio
histórico del país y de la civilización
a la que él pertenece guardando
las obras que simbolizan y explican
tan invaluable herencia; se trata
igualmente de complementar y
extender las funciones educativas
que las aulas cumplen siguiendo
los imperativos sociales de la
ilustración popular al suministrar la
mejor lectura gratuita para el mayor
número.
[…]
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
43
Benjamín Blas Rivarola
P
ara el cumplimiento de tan vastos
fines, al lado de la planificación
de esta obra arquitectónica, ha de
ponerse paulatinamente en práctica,
el establecimiento de sucursales o
anexos de ella en distintos barrios de la
zona urbana y suburbana de la capital,
integrándolos en una red bibliotecaria
en todo el país que comprenda
también sus secciones rurales (1944b,
pp. 8-9).
Jorge Basadre y la Sala Infantil
En junio de 1945, Jorge Basadre
publicó el artículo « La nueva Biblioteca
Nacional ante el niño y el maestro»,
en la revista El Nuevo Educador. En
ese artículo, luego de rememorar
el episodio en el que se le impidió
el ingreso a la Biblioteca Nacional,
Basadre plantea la necesidad de que
el niño se convierta en usuario de la
institución:
Nunca he podido olvidar que cierta
vez, siendo niño, fui a la Biblioteca
Nacional y no me quisieron dar el
libro que solicité, por mi edad. Un
cartel en el salón de lectura decía
que la entrada para los menores de
15 años estaba prohibida; y que en los
asientos había que dar preferencia a
los adultos. Ni aquella prohibición
ni ese letrero deben volver a existir.
Es necesario que los niños sean
atraídos sistemáticamente a la
Biblioteca desde la edad en que
pueden leer; es necesario que haya
para ellos una atención especial, que
sean recibidos en salones distintos
de los que corresponden a los
demás lectores y que para ellos se
adquieren libros especiales (1945, p.
[16]).
En ese mismo artículo, al igual
que en el texto «El sentido de las
bibliotecas» de 1936, Basadre pone
énfasis en definir las características
de las bibliotecas infantiles y las
bibliotecas escolares:
No es lo mismo una biblioteca
infantil que una biblioteca escolar. La
primera corresponde a un servicio
público y libre, de lectura recreativa;
la segunda viene a ser un anexo de
las tareas docentes y tiene un lugar
propio dentro de los modernos
planes de estudios. La nuestra será
por cierto una biblioteca infantil.
Sin embargo, no nos consideramos
exentos de vinculaciones y de
responsabilidades frente a los
colegios. El carnet escolar podrá ser
utilizado para identificar y autorizar
a nuestros lectores; estableceremos
arreglos especiales con los planteles
que deseen colaborar con nosotros
en la implantación cuidadosa del
servicio de préstamo a domicilio de
nuestros libros infantiles; formaremos
sucursales en los internados y
establecimientos educacionales
distantes; evitaremos que nuestros
salones de lectura sirvan de lugar de
refugio para los niños inasistentes
e impuntuales en sus colegios;
suministraremos información sobre
la conducta y hábitos de nuestros
lectores (Basadre, 1945, pp. [16]-17).
En ese contexto, no debe extrañar
que la primera sala de lectura de
la Biblioteca Nacional del Perú en
abrir sus puertas al público fuese
precisamente la Sala Infantil. En sus
memorias, Basadre anotó lo siguiente:
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
44
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Por tal motivo, en setiembre de 1947,
sin ceremonia (pues las había habido
con exceso anteriormente), abrimos
el Departamento de Niños que
organizó María Elisa de Otero. Fue
una selección simbólica ésta, pues
quisimos dejar constancia de que
en la nueva Biblioteca Nacional el
niño no era excluido como lo había
sido antes, sino, por el contrario,
era atraído a ella, no solo con libros
especiales y con “la hora del cuento”,
sino además con un teatrín propio
(Basadre, 2007, p. 494).
En efecto, el 14 de setiembre de
1947 se inauguró el Departamento
de Niños, el cual tuvo las siguientes
características:
- El servicio para lectores de 5 a 16
años se realizó con ingreso exclusivo
por la calle de Estudios (actual cuarta
cuadra del Jr. Ucayali).
- El horario de atención fue el
siguiente: Domingos y feriados (de
10:00 a.m. a 1:00 p.m.); y los demás
días, de 4:00 a 7:00 p.m.
- Los padres de familia, maestros y
otras personas interesadas en las
actividades de ese Departamento
fueron atendidos los martes y jueves
de 10:00 a 11:30 a.m.
- Su primera colección estuvo
conformada por 3000 libros
seleccionados, siendo su base
inicial un donativo de la Fundación
Rockefeller.
- Se organizaron actividades que
incentivaran la creatividad y la
imaginación: hora del cuento,
audición de música clásica,
acercamiento a las obras de arte
universal, el dibujo y actuaciones
teatro y títeres en el Teatrín.
- La Sala Infantil estuvo ambientada
con muebles de forma y color
atractivos para el gusto de los niños.
- Se enseñó a los niños a buscar
información en catálogos y
diccionarios.
- Se impartió el préstamo a domicilio
(El Departamento de Niños…, 1947).
Del mismo modo, de acuerdo
con la tendencia de organización
de las bibliotecas de la época, se
estableció una sección especial para
menores de dieciséis años, es decir,
para los alumnos que cursaban
los estudios correspondientes a la
enseñanza primaria y secundaria,
proporcionándoles material de
lectura debidamente seleccionado.
De esta manera, como se señaló
en la información de prensa
correspondiente, «la Biblioteca
Nacional muestra viva preocupación
por la infancia y la adolescencia para
que en una sala puedan disfrutar
de los beneficios de la lectura de
obras instructivas y recreativas» (El
Departamento de Niños…, 1947, p. 7).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
45
Benjamín Blas Rivarola
Figura Nº 1
Departamento Infantil de la Biblioteca Nacional del Perú
Fuente: Colección BNP
El Departamento de Niños
se convirtió en un modelo para
las bibliotecas infantiles que se
organizaron en el Callao, Miraflores,
Piura, Chupaca (Junín), Yurimaguas
(Loreto), entre otras localidades. Sin
embargo, en 1973, la Sala Infantil de
la BNP se clausuró por decisión del
Instituto Nacional de Cultura, del
que dependía en ese entonces la
Biblioteca Nacional. Su reapertura se
produjo en 1998 con el nombre de
«Amalia Aubry de Eidson» y, hasta la
fecha, cuenta con una variedad de
recursos de información organizada
de manera sencilla, lo que permite a
los niños acercarse a la lectura desde
la más temprana edad.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
46
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Figura Nº 2
Sala Infantil «Amalia Aubry de Eidson» de la Gran Biblioteca Pública de Lima
(2020)
Fuente: Colección BNP (2020)
Basadre, Ministro de
Educación
Jorge Basadre estuvo a cargo
del Ministerio de Educación en dos
períodos: 1945 y 1956-1958. En
ambas oportunidades se ocupó de la
promoción de las bibliotecas públicas,
por tanto, dispuso las siguientes
acciones:
- Se creó el Consejo de Bibliotecas
Populares (1945).
- Se impulsó el Fondo San Martín, es
decir, un impuesto a la venta de joyas
y artículos de lujo, para destinarlo a
las bibliotecas públicas (1956).
- Se creó el Consejo Nacional de
Bibliotecas Populares Municipales
(1956) y el Departamento de
Fomento de Bibliotecas Populares
y Escolares en el Ministerio de
Educación (1957).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
47
Benjamín Blas Rivarola
- Se puso en funcionamiento una
biblioteca rodante (Bibliobús) en
Lima destinada al servicio de los
obreros de las fábricas.
- Se construyeron Estaciones
Bibliotecarias (actuales Estaciones
de Bibliotecas Públicas) en Breña y
Rímac.
- Se edificó la Biblioteca Pública de
Tacna.
- Se propició la reapertura de la
Biblioteca Pública del Callao: se
refaccionó el local, se adquirieron
equipos y libros y se consiguió un
Bibliobús. Respecto a esta Biblioteca,
Basadre indicó que «la ayuda del
Ministerio funcionó en la concepción
del proyecto, la refacción del
edificio, la adquisición del equipo,
el incremento considerable de los
fondos bibliográficos y la búsqueda
del personal técnico» (Basadre,
2007, p. 500).
El 29 de setiembre de 1958, al
inaugurarse el servicio del Bibliobús
en la Biblioteca Municipal del Callao,
Basadre pronunció la Declaración
del Callao en la que se dieron a
conocer los objetivos básicos de la
moderna biblioteca pública, los que
sintetizan su pensamiento y acción
en el campo de la Bibliotecología.
Por ello, podemos afirmar que para
Jorge Basadre la biblioteca pública
es, fundamentalmente, un espacio
democrático y un hogar intelectual
para la infancia.
Observemos algunos de los
objetivos planteados en la
Declaración del Callao:
- 1° Ayudar a que el pueblo encuentre
un ambiente propicio para desarrollar
su ansia de saber y su aspiración de
superarse acercándose a las fuentes
de conocimientos relacionados con
la cultura y la ciencia.
- 2° Crear en niños y adultos el amor
al libro y el hábito de la lectura
facilitando, en todo lo que sea
posible, el préstamo a domicilio,
sin desmedro de procurar la
conservación del patrimonio
espiritual reunido y que debe ser
incrementado sistemáticamente,
de acuerdo con los intereses de
los lectores y las necesidades de la
colectividad.
- 3° Contribuir al desarrollo de
vocaciones y aptitudes y a la
formación de quienes no fueron a
la escuela o no hallaron o no hallan
en ella fuentes de conocimiento
suficientes y adecuadas.
[…]
- 5° Proporcionar recreación espiritual
haciendo adecuado, fructífero y
placentero el empleo de las horas
libres.
[…]
- 8° Ir creando en el pueblo, por
medio de la biblioteca, la conciencia
que proviene de la cultura, la
comprensión y la solidaridad
patriótica, moral y humana (Basadre,
1960, pp. [211]-212).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
48
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Nota. Servicio encargado de hacer llegar libros a todas las barriadas y urbanizaciones del Callao. Fue inaugurado en
1958, bajo la supervisión y capacitación de la Biblioteca Nacional del Perú, con el auspicio de la UNESCO. Fuente:
Archivo Biblioteca Pública Municipal del Callao «Teodoro Casana Robles».
Conclusión
Como se ha podido apreciar,
a lo largo de su trayectoria vital y
profesional en la Biblioteca de la
Universidad Nacional Mayor de San
Marcos y la Biblioteca Nacional
del Perú, Jorge Basadre desterró
el empirismo y profesionalizó la
bibliotecología en el Perú. Asimismo,
Figura Nº 3
Bibliobús del Callao
sentó las bases de una política
bibliotecaria en el país al distinguir
el carácter patrimonial y el carácter
público de la Biblioteca Nacional y,
fundamentalmente, al reconocer a la
biblioteca como el hogar intelectual
democrático.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
49
Benjamín Blas Rivarola
edades. La búsqueda de pertinencia
de los servicios —a cada cual según
su necesidad—le hace formular una
matriz de sistema de bibliotecas
claramente impregnada del principio
de equidad» (p. 125).
Eso permite comprobar que el
pensamiento de Jorge Basadre sobre
la infancia y su vínculo con la literatura
y los espacios culturales sigue vigente.
Por todo lo señalado, y siguiendo
las palabras de Salazar Ayllón (2004),
en su texto «Basadre el primer
bibliotecario peruano», «no es
exagerado afirmar que Jorge Basadre
aplicó e instrumentó el enfoque
de desarrollo humano en su labor
bibliotecaria. El diseño de la nueva
Biblioteca Nacional y las acciones para
forjar la infraestructura bibliotecaria
en el país, tienen claramente, al
centro, la figura del lector de todas las
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
50
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Referencias
Basadre, J. (1936, 12 de enero). El sentido de las bibliotecas. La Prensa, p. 18.
Basadre, J. (1938). La producción bibliográfica del Perú en 1937-38. Boletín de la
Biblioteca de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 8(3-4), pp. 239-
255.
Basadre, J. (1944a). Presentación. Fénix, (1), pp. 3-6. https://revistafenix.bnp.gob.pe/
index.php/fenix/article/view/153/751
Basadre, J. (1944b, 19 de enero). Colocación de la primera piedra del edificio de
la Biblioteca Nacional (Discurso del Director de la Biblioteca Nacional, Jorge
Basadre). Universal, 8-9.
Basadre, J. (1944ca marzo-junio). Tarea de la Biblioteca Nacional. Peruanidad, 4(17),
pp. 1319-1321.
Basadre, J. (1945, junio). La nueva Biblioteca Nacional ante el niño y el maestro. El
Nuevo Educador, 1(1), pp. 16-17.
Basadre, J. (1960). Declaración del Callao. En Materiales para otra morada:
ensayos sobre temas de educación y cultura (pp. [211]-212). Librería Editorial
La Universidad.
Basadre, J. (2007). La vida y la historia: ensayos sobre personas, lugares y problemas.
Petróleos del Perú.
Castro, C. (2012). Aportes al estudio de la Bibliotecología peruana: vida y obra
de Jorge Basadre Grohmann (1903-1980) (Tesis de doctorado, Universidad
Complutense de Madrid.
El Departamento de Niños de la Biblioteca Nacional. (1947, 14 de setiembre). El
Comercio, p. 7.
El Perú (1931, 8 de agosto). Habla para El Perú sobre la «Librería Universitaria» y
«La Semana del Libro» el director de la Biblioteca de San Marcos, doctor Jorge
Basadre Grohmann. El Perú, p. 3.
López Jiménez, S. (2004). Jorge Basadre y la Biblioteca Nacional del Perú. En
Jorge Basadre, 1903-1980: reconstructor de la Biblioteca Nacional (pp. 17-23).
Biblioteca Nacional del Perú.
Mac Kee de Maurial, N. (2004). Jorge Basadre: bibliotecario peruano. En Jorge
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
51
Benjamín Blas Rivarola
Basadre, 1903-1980: reconstructor de la Biblioteca Nacional (pp. 27-58).
Biblioteca Nacional del Perú.
Palma, R. (1888). Memoria que presenta el director de la Biblioteca Nacional,
correspondiente al cuatrenio del 28 de julio de 1884 al 28 de julio de 1888.
Imprenta Masías.
Salazar Ayllón, S. (2004). Basadre el primer bibliotecario peruano. En Jorge Basadre,
1903-1980: reconstructor de la Biblioteca Nacional (pp. 109-127). Biblioteca
Nacional del Perú.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
52
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz
Soldán: investigador, ministro y bibliófilo
An approach to the study of don Mariano Felipe Paz Soldan:
researcher, minister and bibliophile
Henry Barrera Camarena
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Contacto: henrybarrera20@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-6242-7179
ISSN- e: 2709-5649-pp 52-82
Resumen
El texto busca contribuir al
estudio de don Mariano Felipe Paz
Soldán, uno de los más prolíficos
intelectuales del siglo XIX. Para ello,
nos centraremos en cuatro aspectos:
su faceta de investigador; el impulso
que dio al progreso de la Biblioteca
Nacional siendo ministro de Justicia;
su reacción ante la ocupación de
Lima en 1881 por el ejército chileno
en el contexto de la Guerra del
Pacífico; y finalmente, lo que significó
la compra que hizo el Estado peruano
de su biblioteca particular luego
de su fallecimiento, con el fin que
vaya a incrementar los fondos de la
Biblioteca Nacional. La adquisición
comprendió invaluables manuscritos,
planos y periódicos, en muchos casos
únicos o difíciles de conseguir en el
medio y que poseían un gran valor
histórico.
Palabras Clave: Mariano Felipe
Paz Soldán, Biblioteca Nacional,
intelectual, ministro, guerra del
Pacífico, bibliófilo
Absract
The text seeks to contribute
to the study of don Mariano Felipe
Paz Soldan, one of the most prolific
intellectuals of the 19th century.
To this end, we will focus on four
aspects: his facet as a researcher;
the impulse he gave to the progress
of the National Library as Minister of
Justice; his reaction to the occupation
of Lima in 1881 by the Chilean army
in the context of the War of the
Pacific; and finally, the significance of
the purchase made by the Peruvian
State of his private library after his
death, with the aim of increasing
the holdings of the National Library.
The acquisition included invaluable
manuscripts, plans and newspapers,
in many cases unique or dicult to
obtain in the environment and that
had a great historical value.
Keywords: Mariano Felipe Paz
Soldan, National Library, intellectual,
minister, War of the Pacific, bibliophile
Recibido: 2023-06-19 / Revisado: 2023-10-25 / Aceptado: 2023-10-31 / Publicado: 2023-12-14
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
53
Henry Barrera Camarena
Introducción
1
Su hermano José Gregorio, rector de la Universidad de San Marcos en 1862, empleó sus materiales para iniciar
la publicación de los Anales Universitarios del Perú. Por su parte, el bibliófilo chileno Benjamín Vicuña Mackenna
agradeció en la parte inicial de su obra La revolución de la independencia del Perú a Paz Soldán por permitirle revisar
y fichar parte de su biblioteca personal, al cual consideraba «la más rica colección de manuscritos, contemporáneos
sobre la historia de América que existe en el Perú» (1860, p. 34). Años después, en 1873, el bibliógrafo boliviano Gabriel
René Moreno, durante su paso por Lima, también revisó los documentos originales, tanto públicos como privados, de
la biblioteca de Paz Soldán, útiles a sus propias investigaciones (René, 1876, p. 122). Por solo mencionar algunos casos.
En ocasiones se desprendía de algunos de sus libros, posiblemente duplicados, a favor de sociedades limeñas. En julio
de 1876 donó 61 volúmenes a la biblioteca de la Sociedad Amantes del Saber (El Siglo, 1 de agosto 1876).
En la segunda parte del siglo
XIX hubo en Lima importantes
intelectuales, como Agustín de la
Rosa Toro, Manuel de Odriozola,
Pablo Patrón, Ricardo Palma, José
Toribio Polo, Manuel de Mendiburu,
Félix Cipriano Coronel Zegarra y, por
supuesto, Mariano Felipe Paz Soldán,
entre otros más. Hablar de Paz Soldán
supone aludir a un intelectual en
toda su dimensión, lo que permite
estudiarlo desde distintas aristas. En el
presente trabajo se aborda el estudio
de su figura y relevancia desde los
siguientes puntos: en primer lugar,
desde su labor como investigador
y el interés por conocer nuestro
país y divulgar documentos inéditos
que permitan reconstruir la historia
nacional. En segundo lugar, desde
el rol que cumplió como ministro
de Justicia, Instrucción, Culto y
Beneficencia en dos periodos y,
específicamente, desde el papel que
jugó en el impulso del progreso de
la Biblioteca Nacional, a sabiendas
de los valiosos materiales que en
ese lugar se custodiaban. En tercer
lugar, desde su reacción ante la
ocupación de Lima en 1881 por el
ejército chileno en el contexto de
la guerra del Pacífico. Y, en cuarto
lugar, desde su lado bibliófilo, que se
reflejó en la compilación que hizo de
manuscritos, textos, planos y diarios
que con el tiempo conformaron una
biblioteca privada como pocas en la
ciudad que, tras su defunción, pasó
a manos de la Biblioteca Nacional,
luego de las negociaciones hechas
entre su hijo Carlos Paz Soldán y el
Estado peruano.
Paz Soldán y su labor como
investigador
Natural de Arequipa, Mariano
Felipe Paz Soldán fue un gran
estudioso, erudito y coleccionador de
libros, cartas y papeles antiguos sobre
el Perú. Según Porras Barrenechea
«se puede decir que lo vio todo, lo
leyó todo y lo fichó todo» (1951, p.
81). Llegó a ocupar relevantes cargos
en el aparato estatal, y facilitó parte
de su biblioteca personal para que sus
amigos y familiares recolectaran los
datos que fuesen de su interés
1
.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
54
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
2
Palma, en una carta que remite a BenjamínVicuña Mackenna en 1878, alude a una tertulia nocturna del mariscal
Ramón Castilla realizada entre 1859 y 1860. En ella concurrieron el propio tradicionista y Paz Soldán. El tema de
discusión giró sobre Bernardo de Monteagudo y Faustino Sánchez Carrión. Paz Soldán defendió la figura de Sánchez
Carrión, postura que exaltó al mariscal Castilla, quien era un férreo opositor del «Solitario de Sayán» (Palma, 1949, p.
43-44. Tomo I).
3
Natural de Lima, nació en 1839, sus padres fueron Ange-René-Marie Rouaud y Josefa Paz Soldán. Manuel Rouaud
exploró por cuenta del gobierno peruano los inhóspitos terrenos del Amazonas, con la mira de demarcar los límites
con Brasil. Allí se dirigió por primera vez, procedente de Francia, en 1866, donde fue herido por flechas lanzadas por los
indios nativos. Ante el ataque tuvo que ir a Pará, no teniendo otra opción que se le ampute una pierna para poder salvar
su vida. De Pará se dirigió a Nueva York, y luego a Lima, permaneciendo en la capital por unos años como archivero
del Ministerio de Relaciones Exteriores. El 21 de junio de 1870 se publica su trabajo Resumen de las observaciones
meteorológicas hechas en Lima durante el año de 1869; su objetivo era empezar a reunir datos sobre la climatología
de Lima. Pese a su estado, Manuel Rouaud retorna al Amazonas, al frente de la comisión que tendría que demarcar los
límites entre el Perú y Brasil. Junto a sus compañeros exploraba el río Yapurá, cuando es atacado por la fiebre y, tras
perder la razón, fallece el 29 de setiembre de 1872 (El Nacional, 6 de diciembre de 1872).
Asimismo, participó en tertulias
realizadas en la capital, aunque es
muy poco lo que se conoce sobre
este punto
2
.
Paz Soldán se desenvolvió en
distintos campos del saber humano,
en todos ellos sobresalió con luz
propia, pero destacó de manera
descollante en la geografía e historia.
En torno al primero, es meritorio
mencionar la continuación que hizo
de la obra inconclusa que dejara
su hermano Mateo Paz Soldán,
referente a un tratado de geografía,
matemática, física y política. Para eso,
el 23 de mayo de 1861 el gobierno
peruano lo autorizó para que viaje a
Europa, junto a su sobrino Manuel
Rouaud y Paz Soldán
3
, con el fin que
la imprima. Ambos se embarcaron del
Callao el 13 de junio y retornaron el
2 de diciembre. Antes de regresar se
aseguraron de dejar todo listo para
que el libro sea impreso. El primer
tomo de la obra se publicó en 1862
bajo el nombre Geografía del Perú, en
la ciudad de París. En un momento
en que los límites geográficos del
país eran imprecisos, Mariano Felipe
añadió al trabajo de su hermano la
división política de los departamentos,
provincias, distritos, incluyendo sus
límites. Para cumplir ese cometido,
tuvo que revisar en Europa libros y
documentos relativos al Perú (Paz
Soldán, 1862, p. VI).
Para su mayor divulgación,
en los meses siguientes Mariano
Felipe remitió ejemplares a distintas
personalidades e instituciones
americanas y europeas; su meta era
divulgarla en el contexto internacional.
Una entidad que reconoció la
envergadura del estudio del escritor
peruano fue la Sociedad Geográfica
de París. Su secretario general, el
célebre geógrafo Malte Brun, le envió
un oficio el 20 de noviembre de
ese año, el que se reproduce en su
totalidad:
La Sociedad de Jeografía [sic] ha
recibido el hermoso y sustancial
volumen de la Geografía del Perú […],
ella me encarga de hacerle saber las
expresiones de su agradecimiento, y
yo por mi parte me apresuro a unir
las mías, por el honor que me ha
hecho U. mandándome también un
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
55
Henry Barrera Camarena
ejemplar. Se hará mención de ella en
nuestro informe verbal en la sesión
de 7 de diciembre, de su obsequio,
y esta obra, la más completa de
cuantas se han escrito hasta el
día sobre el país de U., que viene
a enriquecer nuestra biblioteca.
Los amigos de la ciencia desean
ver concluido con prontitud el
monumento que U. y su malogrado
hermano han elevado a su patria. (El
Comercio, 10 de enero de 1863, p. 2)
Con el éxito y buena cogida
del primer tomo, es que en 1863
publica en la misma ciudad y
casa editorial el segundo tomo,
Compendio de Geografía, en el que
presenta los principios básicos de la
geografía, astronomía y navegación.
Curiosamente, cuando se publicaba
en París este tomo, a Lima todavía no
llegaba el primero. Recién a principios
de marzo de 1863 se anunció el arribo
del primer tomo; el segundo tendría
que esperar.
Paralelo a esto, Paz Soldán
preparaba sus propios trabajos, fruto
de años de estudio e investigación. En
1865 sale a la luz Atlas Geográfico del
Perú, primero de su género en el país, y
en el que conjugó los últimos aportes
geográficos peruanos, insertando
68 láminas a color y gran tamaño
que representan los mapas de los
departamentos, planos de ciudades y
vistas panorámicas (Chaumeil, 2012,
p. VI).
Posteriormente, en 1877, presenta
su Diccionario geográfico estadístico
del Perú, en el que añade mayores
y nuevos datos a comparación de
su texto anterior. El autor ya había
culminado el libro para 1875, y los
medios locales lo anunciaban con gran
expectativa, destacando el esfuerzo
invertido en recopilar, ordenar y
clasificar información estadística,
además de recorrer gran parte del
territorio nacional (El Comercio, 30
de junio de 1875, p. 2). Sin embargo,
Paz Soldán dedicó dos años a pulir el
material hasta su publicación, el 10 de
agosto de 1877. En el Diccionario… se
recogen los nombres geográficos de
todas las provincias, con indicación de
su etimología en lengua indígena, su
posición astronómica, su calificación
administrativa y sus características
naturales (Hampe, 1997, p. 211).
Con este tipo de trabajo, el Perú fue
el segundo país sudamericano en
poseer un diccionario geográfico;
solo después de Chile, en donde
Francisco Solano Asta-Buruaga
publicó su Diccionario Jeográfico
en 1867. En tanto que en Argentina
Nicolás Grondona se encontraba
preparando su Diccionario geográfico
de la República argentina. Por todos
sus aportes cartográficos y erudición,
Paz Soldán llegó a ser miembro
correspondiente de la Real Sociedad
Geográfica de Londres, de Lisboa,
de Lyon, de Humboldt (México) y
del Instituto Geográfico Argentino
(Paz Soldán, 1888, p. XXVIII). Con
lo reseñado hasta el momento,
Paz Soldán ya era un intelectual
universal. Sus trabajos se conocían,
leían y citaban en los principales
países europeos. Escasos escritores
peruanos podían sostener que sus
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
56
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
4
El político arequipeño Benito Laso murió el 13 de enero de 1862. Antes de su partida le regaló su colección completa
del periódico El Sol del Cuzco. Los unió una estrecha amistad, Paz Soldán admiraba sus versos satíricos y la forma
cómo reducía a apotegmas los principios de la política y la moral. Los borradores de esos escritos los conservaba su
hijo, los cuales el publicista peruano tenía la intención de conseguir y publicar (Anónimo, 1956-1957, p. 345).
⁵Según Francisco Quiroz, en este trabajo la independencia es el hito que marca el inicio de la nación peruana,
iniciándose un periodo de formación enteramente nuevo, cuantitativa y cualitativamente (2010, p. 371). Como dato, el
índice borrador de los dos primeros tomos de la Historia del Perú independiente se conserva en la Biblioteca Nacional
del Perú. BNP. Fondo Antiguo. Código F-939.
obras se encontraban en importantes
bibliotecas del viejo continente; ese
fue un gran mérito que tuvo.
En el campo histórico, Paz Soldán
perteneció a una generación de
historiadores románticos que se
benefició con la estabilidad política
y del proceso de consolidación del
Estado, iniciado en la era del guano
(Dager, 2022, p. 19). Su inteligencia
estuvo fuera de discusión, dominaba
varias lenguas extranjeras y su
hogar fue el centro de acopio de
los materiales bibliográficos que
coleccionó en buena parte de su
vida. No escatimaba en desembolsar
dinero para adquirir los libros que
le llamaban la atención, tanto por
motivos académicos como por
coleccionismo. De cierta manera, la
potente biblioteca que forjó se debió
al envío recíproco que mantuvo con
instituciones foráneas, el obsequio
que le hicieran sus amistades
4
, su
asidua frecuencia a las librerías
limeñas y el intercambio. Al respecto,
José de la Riva Agüero indicaba: «No
ha tenido rival la colección particular
que formó de libros, folletos,
periódicos y manuscritos relativos
al Perú moderno» (1910, p. 456).
Esa colección es la que le permitió
publicar a partir de 1868 su famosa
Historia del Perú independiente.
Este trabajo reúne información
personal perteneciente a Paz Soldán,
testimonios de particulares, así como
la revisión que hizo de las fuentes
impresas e inéditas de la Biblioteca
Nacional y de otras instituciones.
El primer tomo se publica en
Havre (Francia). En ese momento
Paz Soldán se hallaba en Lima, así
que un personaje que jugó un rol
clave en su empuje fue el intelectual
Luis Benjamín Cisneros, quien por
entonces era el cónsul peruano
en esa ciudad. Cisneros estuvo
encargado de vigilar y cuidar todo
lo concerniente a la impresión del
primer tomo. Ambos intercambiaron
muchas cartas, muchas de las cuales
aún se conservan en el archivo familiar
de los Paz Soldán. Las primeras en
torno a este asunto se remontan a
enero de 1868, en las que Paz Soldán
requiere que Cisneros coordine con
Aubert, el editor, para la pronta salida
del libro. En los meses siguientes se
siguen comunicando, dando cuenta
de los avances en la imprenta, hasta
que finalmente Cisneros anuncia a
Paz Soldán sobre la publicación de la
obra, al tiempo que le remite varios
ejemplares. En diciembre Paz Soldán
informa la recepción de un «cajoncito
conteniendo los siete volúmenes
de la Historia; lo abrí con ansiedad.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
57
Henry Barrera Camarena
Gracias, mil gracias, amigo mío, por
todo cuanto ha hecho…» (Paz Soldán,
1939, p. 329). Esos siete volúmenes
eran para sí mismo y para repartirlos
a amigos específicos. El público lector
tuvo que esperar hasta los primeros
días de febrero del siguiente año,
en que empezó a ser vendida en la
librería filial limeña de Aubert y Ca.⁶
Paralelamente a lo acotado,
Paz Soldán ocupaba el cargo de
Superintendente de la Escuela de Artes
y Oficios, labor que quedó suspendida
cuando el gobierno de José Balta,
conociendo la trascendencia de su
obra histórica, el 7 de marzo de 1869
le concede una licencia por ocho
meses para que pueda ir a Europa,
con el sueldo que disfrutaba, a fin
de que atienda los quehaceres de la
publicación de los tomos restantes de
la Historia del Perú independiente (El
Nacional, 8 de marzo de 1869, p. 4)⁷.
En 1870 aparece el segundo tomo; el
tercero, en 1874; el cuarto, en 1888,
publicado de manera póstuma por
su hijo Carlos⁸; y el quinto, en 1929,
impreso por su nieto Luis Felipe.
⁶Uno de sus más famosos lectores fue Francisco Javier Mariátegui, quien lo criticó ásperamente en artículos
publicados en el periódico El Nacional de ese mismo año. Pese a la polémica surgida, esta colección, al lado del
Diccionario histórico-biográfico del Perú de Manuel de Mendiburu, son las dos mayores síntesis históricas que se
imprimieron en el siglo XIX (Pacheco, 1963, p. 529).
⁷El Instituto Riva Agüero (IRA) custodia el catálogo de los libros, folletos y periódicos que empleó Paz Soldán para
redactar su Historia del Perú Independiente, y que como el mismo autor señala, formaron parte de su archivo personal.
IRA. Archivo Paz Soldán. PAZ-S-DR-26, s. f.
8
Se desconoce el principal motivo por el cual no continuó con el cuarto tomo. Una pista se deriva de una carta que
el bibliógrafo René Moreno envía a Paz Soldán el 7 de marzo de 1875. En ella le hace llegar su ansia por que pronto
el publicista peruano publique el cuarto tomo de su Historia del Perú independiente, pero reconoce que es de mayor
interés público su Diccionario, por los beneficios que traería a su patria (Hampe, 1997, p. 228). Como se verá en el
artículo, las constantes ocupaciones de Paz Soldán, sumadas a su viaje a Argentina, pueden responder el por qué no
terminó su magna obra.
Otro trabajo inconcluso que dejó Paz Soldán fue el Nuevo atlas geográfico del Perú, dedicado a la juventud
peruana, y que su hijo Carlos publicara en 1887. Una relación de todos sus escritos puede encontrarse en Ortiz de
Zevallos Paz Soldán, 1971, pp. 28-30.
La década de 1870-1880 fue un
periodo que se caracterizó por el
desarrollo de la literatura nacional. En
este punto, es relevante mencionar
al Club Literario, espacio de reunión
y discusión de diversas temáticas, en
especial ciencias y letras; así como a
las distintas veladas literarias llevadas
a cabo en la capital. En lo histórico, se
cuenta con las iniciativas particulares
por la investigación, descubrimiento
y propaganda de documentos. Pero
faltaba algo más en este campo, y
era la circulación de un medio difusor
orgánico que reúna e impulse la
divulgación histórica. Se tomó como
referencia a Chile con la Revista
Chilena (1875-1880); en ese sentido,
la gestación de la llamada Revista
Peruana venía a llenar ese vacío. Se
sabe que al menos desde 1878 ya
rondaba la idea de fundarla, y que
distintas personalidades mostraron su
apoyo en llevarla adelante.
El 20 de enero de 1879 Paz Soldán
publica, junto a su hijo, el primer
número de la Revista Peruana (1879-
1880), en el que reúne artículos de
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
58
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
destacados académicos; tales como
Ricardo Palma, Manuel de Mendiburu,
José Casimiro Ulloa, Sebastián Lorente,
Félix Cipriano Coronel Zegarra,
Manuel González de la Rosa, Enrique
Torres Saldamando, el mismo Paz
Soldán, y otros distinguidos escritores.
La revista surge en un contexto
político complejo, las relaciones
diplomáticas entre Perú y Chile eran
tensas, y lo serían más ante el inicio
de la guerra. Pese a ese escenario,
Paz Soldán y su hijo continuaron con
su loable empresa, y la mantuvieron
hasta donde las circunstancias lo
permitieron. La orientación de la
revista fue básicamente histórica, en
menor medida literaria, y con el claro
propósito de dar a conocer «sucesos,
personajes y documentos del
pasado»; además de dejar plasmados
los acontecimientos que en esos
momentos sucedían en el Perú. Si
bien la revista está dividida en cuatro
volúmenes, al comienzo la publicaban
por entregas, de ochenta páginas
cada una. La idea era que salga el
quince de cada mes, pero la primera
es del 20 de enero, los siguientes
son del 6 de febrero, 16 de febrero,
01 de marzo y 20 de marzo. El hecho
que sean entregas responde el por
qué los artículos están separados en
diferentes páginas de cada volumen.
A modo de ejemplo, el trabajo de
Coronel Zegarra titulado Yo el Rey:
ensayo histórico, está presente en las
páginas 49-65, 118-123 y 195-204 del
primer volumen.
Las entregas tenían el rango de
diez a veinte días, ello se puede
rastrear a través de la prensa limeña,
que también recibía un ejemplar e
inmediatamente en la edición de la
tarde o al siguiente día lo daban a
conocer en su sección de «crónica»
o «noticias del día». Pero al comenzar
la guerra con Chile en abril de 1879
se complica el rastro, a causa de
que los diarios dieron mayor cabida
a los temas políticos y diplomáticos
y en mucha menor medida a lo
bibliográfico. Esporádicamente el
público general podía enterarse si ya
había salido una nueva entrega; solo
los suscriptores y amigos cercanos
tenían la «primicia», al menos en un
primer momento. En base a esto, Paz
Soldán comunicó que a partir de las
entregas que conformarían el cuarto
tomo (1880), la periodicidad sería
mensual.
Justamente el último número
de la revista salió en mayo de tal año
(Moreyra, 1974, p. 44).
Paz Soldán no tardaba en revisar
todo aquello que se publicaba en
el Perú y en el extranjero referente a
la historia nacional, y si ameritaba su
crítica no dudaba en darla a conocer.
En la segunda entrega de la revista,
en febrero de 1879, se encuentra un
artículo suyo referido al reciente libro
del chileno Gonzalo Bulnes, Historia
de la campaña del Perú en 1838,
publicado en 1878 (El Comercio, 6 de
febrero de 1879). En el artículo pone
en tela de juicio la imparcialidad de
Bulnes, quien por ser hijo del general
Manuel Bulnes no tendría la mirada
acuciosa de los hechos y, por ende,
no cuestionaría el accionar de su
progenitor. Además, por la limitada
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
59
Henry Barrera Camarena
documentación revisada, siendo
mucha de ella subjetiva, no brinda un
panorama objetivo de la participación
peruana en el fin de la Confederación
Perú-boliviana (1839)⁹.
La respuesta sureña no demoró
en aparecer. En el tomo XIV de la
Revista Chilena, publicado en agosto,
Julio Bañados Espinosa, uno de
sus directores, defendió la postura
y juicio de Bulnes en su libro. No
titubea el comparar metafóricamente
las ideas de Paz Soldán como
ataques bélicos contra su país, en un
momento en que la guerra se estaba
desarrollando. Sostiene que el escritor
peruano guarda un rencor contra
los suyos. No siendo esto suficiente,
intenta minimizar la Revista Peruana,
catalogándola de «una revista literaria
que se da de seria…» (1879, p. 74)
10.
En 1879 también sale a la luz la
Biblioteca Peruana, como resultado de
esa incansable tarea de recopilación
de materiales históricos, publicación
que constituye un «amplio registro de
libros, periódicos, historias, biografías
y relatos de viaje, correspondiente
tanto a la etapa colonial como a la
republicana» (Hampe Martínez, 1997,
p. 209). Se trató del primer texto
10
Pese a esta postura cuestionable, la intelectualidad chilena leía con detenimiento las entregas de la Revista Peruana,
conocían de la calidad de los escritores peruanos. El bibliógrafo José Toribio Medina, por ejemplo, esperaba que se
publique pronto un escrito de Palma referente a una obra suya, Historia de la literatura colonial de Chile (1878) (Ovando
Sanz, 1996, p. 325). El escrito salió en el tercer volumen de la revista (1879), redactada por Manuel González de la Rosa,
y no por Palma. Si bien González de la Rosa realiza algunas observaciones a su obra, también lo felicitaba por la notoria
bibliografía que revisó, pues sería útil para una futura historia literaria del virreinato peruano.
nacional de esa envergadura, más allá
de las falencias que pudiera presentar,
en especial al no precisar muchos datos
que inserta o dejarlo incompletos.
El propio Paz Soldán reconocía esas
limitaciones, pero también sabía
que su Biblioteca Peruana sería la
base de futuras investigaciones que
perfeccionarían lo hecho por él. Paz
Soldán fue el iniciador del acopio de
información bibliográfica sobre el
Perú (Tauro, 1952, p. 414). A decir de
Jorge Basadre:
Para valorizar el significado de
Paz Soldán como recolector y
organizador de fuentes históricas
sobre el periodo nacional de la
historia del Perú, basta pensar
en la catástrofe silenciosa que
habría ocurrido si no realizaba
esa labor. Muchas publicaciones
y no poco inéditos hubiéranse
perdido irremediablemente. Él solo
reemplazó a este respecto, sin ser
hombre rico, al Archivo Nacional
y a la Biblioteca Nacional en todo
el periodo anterior a la guerra con
Chile. El patrimonio cultural del país
quedó así, en buena parte, salvado
frente a la incuria o a la pasividad o a
la falta de recursos del Estado (2014,
p. 113. Tomo VIII).
Para darle mayor peso a su argumento, Paz Soldán inserta un artículo de Vicuña Mackenna, en donde descalifica a
su compatriota por la postura que defiende al no ser completamente apegada a los hechos.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
60
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
Esas falencias presentes le hicieron
merecedor de cuestionamientos
de René Moreno en su Biblioteca
Peruana (1896), quien no se limita a
minimizar este texto de Paz Soldán,
también alude a su Diccionario…,
catalogándolos como «meras
listas de libros, son perfectamente
inservibles a la bibliografía» (1896, p.
137). Pese a la amistad que los unía
desde 1873, cuando René Moreno
estuvo en Lima, y que mantuvieron
aun cuando éste regresa a su país,
al menos hasta 1878, no observa en
Paz Soldán el suficiente concepto
acerca de la bibliografía ni como arte
ni como ciencia. Aunque su postura
no le impide reconocer la sección
referida al índice de periódicos
11
. Por
esa razón, acepta que la biblioteca
particular de Paz Soldán, alusiva a
gacetas o periódicos peruanos, es
única y casi inalcanzable. No era
cuestión de dinero o lo que se estaba
dispuesto a gastar por conseguir una
biblioteca similar, sino la dedicación y
los años que invirtió nuestro escritor
en forjar esa tremenda biblioteca que
poseyó.
Ministro de Justicia, Instrucción,
Culto y Beneficencia
Paz Soldán ejerció diversos cargos
en el aparato estatal y cumplió sus
funciones a cabalidad, lo que le valió
el respeto social. En esta oportunidad,
11
El índice, hecho en orden alfabético, daba noticia de cada periódico, con la descripción de su formato, caracteres,
directores y redactores, y para complementarlo lo acompañaba un índice cronológico (Porras, 1963, p. 297).
nos limitaremos a analizar su papel
al frente del ministerio de Justicia,
Instrucción, Culto y Beneficencia,
cartera a la que estuvo adscrita la
Biblioteca Nacional. De ese modo,
veremos la importancia que le dio al
progreso de dicha institución.
La primera incursión de Paz
Soldán en este ministerio sucedió
el 28 de octubre de 1869, cuando
el presidente José Balta lo nombra
ministro de ese despacho. Una de las
medidas urgentes a realizarse en la
Biblioteca Nacional era su refacción.
Había pasado casi medio siglo desde
que el general José de San Martín la
fundó en 1822 en lo que antes era el
Colegio de la Libertad, perteneciente
a los jesuitas, por lo que requería
de mantenimiento ante el probable
colapso de varios de sus ambientes. El
más preocupante fue el segundo piso,
así que el 8 de noviembre se dispuso
que se lleve adelante el arreglo de
ese sector. El clérigo Francisco de
Paula González Vigil, director de
la Biblioteca Nacional, recibió la
responsabilidad de estar al frente
de los trabajos (El Nacional, 9 de
noviembre de 1869, p. 4). Era penoso
que la principal institución cultural
del país se encontrara en ese estado.
Paz Soldán conocía perfectamente
el valor de los materiales que ahí se
custodiaban; entonces, para asegurar
su conservación, se debía de partir
por contar con un local con las
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
61
Henry Barrera Camarena
condiciones mínimas de seguridad.
Si bien la noticia de la refacción de
la Biblioteca Nacional era alentadora,
no pasaron ni unas semanas y
pronto aparecieron los primeros
entorpecimientos. El ministro de
Justicia ordenó que esto sea prioridad
frente alguna otra actividad, a la vez
que destinó mil soles semanales
hasta su conclusión (El Nacional, 26
de noviembre de 1869). A pesar de
este empuje, no fue suficiente, y el
8 de mayo de 1870 Paz Soldán giró
un libramiento con la suma de diez
mil soles para solventar la obra de
refacción (El Comercio, 9 de mayo de
1870). Sin embargo, debido a que Paz
Soldán dejó el cargo a los pocos días,
el 27 de ese mismo mes, la ansiada
refacción no se concretó.
Paz Soldán, como gran conocedor
de manuscritos antiguos, sabía de la
existencia de documentos referidos
a la historia del Perú en diversas
bibliotecas y archivos europeos. En
diciembre de 1869 corrió la noticia
que el viajero, diplomático y escritor
estadounidense Ephraim George
Squier halló en la Biblioteca Nacional
de Francia un manuscrito titulado
«Relación de todo lo sucedido en la
provincia del Perú desde que Blasco
Núñez de Vela fue enviado por su
majestad a ser visorrey de ella», y que
data de 1543
12
. Squier no era un extraño
en el medio, estuvo en Lima en 1863
como comisionado norteamericano
12
Existen tres versiones manuscritas de este documento. Una ubicada en la Biblioteca Nacional de Francia; otra, en
la Biblioteca Real de Madrid; y una tercera, en el Archivo General de Indias (2003, pp. 24-25).
13
En 1876 se publicó el catálogo de biblioteca; en él se encuentra gran cantidad de materiales americanos, entre
ellos, el Perú.
que buscaba solucionar las tensiones
entre el Perú y su país, surgidas a raíz
de la explotación del guano (Mould,
1986). Su estadía la aprovechó para
recorrer parte del territorio nacional,
y su interés por la investigación lo
llevó a relacionarse con intelectuales
peruanos. Uno de estos fue Paz Soldán,
con quien mantuvo comunicación
luego de volver a su patria (Mould,
1986).
13
Squier ofreció entregar al gobierno
peruano una copia del manuscrito, a
cambio de que se le abonen los gastos
propios de esa labor, para lo cual elevó
un recurso ante el ministro Paz Soldán
(El Comercio, 7 de diciembre de
1869). Como la Biblioteca Nacional no
contaba con los recursos económicos
para solventar ese pedido, fue el
Ministerio de Justicia el encargado de
hacerlo sin ningún reparo. Después
de hacer el pago, Squier cumplió su
palabra y entregó la copia manuscrita.
Paz Soldán tuvo el manifiesto interés
en que este sea publicado, y empleó
su influencia ante el presidente Balta
para que decrete el 11 de ese mes
que por medio de la imprenta del
Estado se proceda a la impresión de
quinientos ejemplares. Con el decreto
en mano, lo trasladó al administrador
de la imprenta para que ejecute la
disposición y, al año siguiente, se
imprimió el texto (El Peruano, 20 de
diciembre de 1869).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
62
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
Ante su alejamiento como
ministro, el 5 de julio de 1870 Paz
Soldán presenta su memoria de
gestión. En el documento resalta el
impulso que dio a la reconstrucción
de la Biblioteca Nacional. Además,
esbozó interesantes propuestas que
no fueron escuchadas, como las que
siguen: sugirió que en el presupuesto
del próximo año se considere
alrededor de veinte mil soles para su
finiquitación y la compra de estantes.
A su vez, propuso asignar dinero
anual para adquirir obras nuevas y que
haya más personal laborando en la
institución.
Paz Soldán volvió a ocupar el cargo
el 17 de diciembre de 1878. En esta
oportunidad, uno de sus principales
intereses era que la Biblioteca
Nacional cuente con un catálogo. Por
entonces su director era el coronel
Manuel de Odriozola (1875-1883),
quien desde que asumió el puesto en
1875 impulsaba para que esa actividad
se concrete. De esa manera, ante el
nombramiento de Paz Soldán en el
gobierno, encontró un aliado que
compartía su mismo propósito.
14
Polo ya había recibido el encargo del catálogo en 1877.
15
Con este argumento González de la Rosa trataba de realzar el importante trabajo que empezaría, pero también
de desestimar que en la Biblioteca Nacional existían dos tipos de catálogos manuscritos, uno de materias y otro
alfabético, además de la relación que se llenaba constantemente acerca de los libros que se compraban. Estos dos
catálogos eran muy básicos, hechos sin mucha profusión, por eso en 1869 Vigil esperaba que sean mejorados por
otros con técnicas sofisticadas. Empero, ello no llegó a suceder. Estos dos catálogos eran empleados tanto por los
trabajadores de la Biblioteca Nacional como por los usuarios que los requerían, aunque no faltó aquella voz que
solicitaba que sean impresos para su mayor divulgación, hecho que tampoco sucedió. Lo acotado por Vigil se tumba
el argumento que tanto se ha repetido por distintos investigadores, la ausencia de catálogo, y que penosamente
desapareció con el expolio de la institución en 1881.
Por su parte, no debe confundirse el tema del catálogo con el inventario, son dos conceptos distintos, pero
que en el siglo XIX se usaban sin mucha distinción. En 1836, a raíz del presunto robo de un texto de la Biblioteca
Nacional, se ordenó que se proceda a inventariar todas las colecciones, además que el bibliotecario Joaquín Paredes
fue destituido del cargo. Esa es la única vez que se inventarió todos los libros preguerra del Pacífico (1879-1883). Al
respecto véase Barrera, 2023.
El 14 de enero de 1879 Paz
Soldán comunicó al académico
Manuel González de la Rosa de su
nombramiento como parte de la
comisión encargada de formar el
catálogo de la Biblioteca Nacional.
Su elección se basó en el vasto
conocimiento bibliográfico que
poseía, producto de su recorrido por
las principales bibliotecas europeas
occidentales. Dos días después,
González de la Rosa respondió a Paz
Soldán, en primer lugar, le agradeció
tal gesto, luego mostró su aceptación
de trabajar al lado de José Toribio Polo
en esa labor
14
. En su respuesta acotó:
Contando con que US. nos enviará
los laboriosos e inteligentes auxiliares
que nos ha ofrecido, secundado
por el señor director y mi entendido
colega señor Polo, y más que todo,
con el apoyo y consejos de US. cuya
competencia todos reconocen me
prometo llevar a cabo en pocos
meses, lo que no se ha hecho en más
de medio siglo que lleva de existencia
la Biblioteca Nacional
15
(El Comercio,
20 de enero de 1879, p. 5).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
63
Henry Barrera Camarena
De ese modo, se oficializaría tres
días después la formación de una
comisión compuesta por González
de la Rosa y Polo para que procedan
a formar el catálogo. Para que el
cometido se cumpla los auxiliarían
los empleados gravantes al fisco
designados por resolución suprema.
El coronel Odriozola prestaría a
la comisión todas las facilidades
necesarias. Es de indicar que el catálogo
y su arreglo en los estantes se harían
según instrucciones del Ministerio que
dirigía Paz Soldán. La prensa informó
al público el desarrollo de esta noticia;
eran muchos los asiduos usuarios
que recurrían constantemente a
la Biblioteca Nacional a revisar el
material que era de su curiosidad, así
que la posibilidad de contar con un
catálogo los ayudaría en sus propios
fines. Prácticamente no hubo medio
escrito que omitiera este suceso, el
proyecto de catálogo se llevó todos
los reflectores (El Comercio, 18 de
enero de 1879).
16
Los dos eruditos, Polo y González
de la Rosa, recibieron alrededor de
quince instrucciones a las que se
sujetarían al momento de empezar
el ordenamiento y catalogación de
los libros (Tauro, 1964). El gobierno
giraría dinero a Odriozola para que
suministre los materiales a emplear en
la labor (El Comercio, 25 de enero de
16
También apareció la noticia en El Nacional (18 de enero de 1879) y en La Opinión Nacional (18 de enero de 1879).
17
Por una resolución suprema del 5 de julio de 1876 se declararon vigentes los dos decretos mencionados, pero
ni aun así fueron cumplidos (Tauro, 1964).
18
La medida fue complementada por otra dada el 21 de julio de 1880, en el cual el gobierno ordenó que los
prefectos y subprefectos de toda la nación impongan la multa de 10 a 20 libras esterlinas a los dueños de imprenta que
no acaten la norma, el monto iría a favor de la persona que diera aviso de este acto. La multa no eximía al impresor el
remitir los ejemplares (La Opinión Nacional, 22 de julio 1880).
1879). En los primeros días de febrero
se presentaron ante el bibliotecario
el teniente coronel Julio Martínez,
el sargento mayor Pedro Raygada
y el capitán Agustín Echevarría, con
el fin de prestar sus servicios en pro
del catálogo, según lo oficiado y
establecido por Paz Soldán en una
nota del día 30 del mes anterior.
Paralelamente al inicio de esta
actividad, Odriozola mandó un
oficio al gobierno referente al no
cumplimiento de los impresores
de remitir dos ejemplares de lo que
imprimen en sus oficinas, como están
obligados según los decretos del 8
de febrero y 31 de agosto de 1822
17
.
Se necesitaba adoptar una medida
eficaz que impida la reincidencia
de tales omisiones; por tal razón, el
4 de febrero Paz Soldán expidió la
resolución siguiente:
Que siempre que salgan a la luz
cualesquiera obra, folletos, periódicos
u hojas sueltas y los respectivos
directores o administradores de
imprenta no remitan a la Biblioteca
Nacional, el bibliotecario proceda
a comprarlos pasando el recibo del
vendedor al Ministerio de Instrucción
para que disponga que por la prefectura
del departamento se haga efectivo su
valor del impresor que haya incurrido
en la enunciada falta (El Comercio, 13
de febrero de 1879, p. 5).
18
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
64
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
El 12 de mayo el presidente
Mariano Ignacio Prado promulgó el
reglamento de la Biblioteca Nacional,
instrumento con el cual se regularizó
su administración y funciones, al igual
que el personal con el que contaría
(un bibliotecario, un subbibliotecario
19
,
dos vigilantes, cuatro conservadores,
un amanuense y un portero).
El escenario en que se publica el
reglamento era el inicio de la guerra
del Pacífico (5 de abril de 1879), en
donde los principales recursos del país
se destinaron a atender al ejército, la
marina y la compra de armamentos.
Pese a ello, llama la atención que los
empleados lleguen a la cantidad de
diez. Al analizar el pliego presupuestal
destinado a la Biblioteca Nacional en
el bienio 1879-1880 se observa que el
monto que se le asignaba estaba ceñido
al pago de los empleados, quienes
eran los siguientes: un bibliotecario,
un conservador, dos amanuenses y un
portero; es decir, la mitad.
La aprobación del presupuesto
fue en 1878, cuando aún no iniciaba
la guerra, aun así, solo se consideró
a cinco empleados. Lo propuesto
en el reglamento era beneficioso,
pero carecía de los recursos para
que se concrete. Igualmente, en el
presupuesto no se consignó para el
gasto de la catalogación, compra
de estantes, mantenimiento de las
instalaciones eléctricas. Únicamente
figuraba un monto de 80 soles anuales
19
El primero en ostentarlo fue González de la Rosa.
20
Sobre el devenir del catálogo, consultar Barrera (2022).
para la compra de escritorio y 960
soles para «el reemplazo de los libros
que se importen» (Salas, 2016, p. 359).
Una suma ínfima para las necesidades
de la Biblioteca Nacional.
La Biblioteca Nacional estaba
dentro de la sección de Instrucción
del Ministerio de Justicia, Instrucción,
Culto y Beneficencia, pero no era la
única que la conformaba, compartía
espacio con el Archivo Nacional, la
Escuela de Artes y Oficios, la Escuela
de Minas, la Universidad Mayor de
San Marcos, la Universidad Menor
del Cusco, la Universidad Menor de
Arequipa y por supuesto el mismo
Ministerio de Justicia. Si se compara
el presupuesto de todas ellas en la
partida del bienio 1879-1880 lo fijado
a la Biblioteca Nacional vino a ser 1,47
% del 100 %; fue la institución con
menor presupuesto.
El 15 de octubre Paz Soldán se
aleja del cargo de ministro, dejando
encaminado todo lo concerniente
al catálogo. Lamentablemente,
el contexto de la guerra y otras
discrepancias surgidas en el camino
no permitieron que este proyecto
se concrete en su totalidad
20
. Llama
la atención que, a pesar del apoyo
evidente que prestó Paz Soldán en
pro del catálogo, el 9 de setiembre
de 1880 Odriozola manifestara lo
siguiente al secretario del Ministerio
de Justicia:
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
65
Henry Barrera Camarena
Hubo época en que ayudado por
los señores Palma, Patrón, Idiáquez,
Saldamando y Polo, personas todas
entendidas en bibliografía pude
prometerme llevar a buen término la
tarea, pero desgraciadamente el ex
ministro del ramo señor Paz Soldán
quiso esterilizar mis esfuerzos, y
los de mis abnegados y entusiastas
colaboradores. (Archivo General de
la Nación, Legajo 70, documento 13,
1880).
Esa manifestación fue parte de
su argumento sostenido ante el
gobierno para explicar por qué no
culminó la tarea del catálogo, y para
que se le otorgue un plazo razonable
para concluirlo.
La guerra del Pacífico, la
Biblioteca Nacional y Paz Soldán
El 5 de abril de 1879 Chile declara la
guerra al Perú y Bolivia. Los combates
comenzaron en el mar, que terminó
inclinándose a favor de los sureños
después de su triunfo en la batalla de
Angamos y el hundimiento del monitor
peruano Huáscar, el 8 de octubre.
Luego sucedieron la campaña
terrestre y el desembarco del ejército
chileno en las costas de Pisco y Lurín.
Después de la derrota peruana en las
batallas de San Juan (13 de enero de
1881) y de Miraflores (15 de enero de
1881), el camino estaba libre para el
ingreso del enemigo a la capital. Las
tropas chilenas entraron a Lima el
18 de enero de 1881 y rápidamente
tomaron el control de la ciudad. A
21
En otros de esos escritos emplea el apelativo de P. Mairdola, supuestamente de Guayaquil. Un estudio respecto
a su participación en la revista puede encontrarse en Arenas Deleón, 2019.
partir de ese momento comenzó un
expolio y saqueo sistemático de varias
instituciones públicas. No solo se
apoderaron de libros o manuscritos,
sino también de todo material
científico, artístico y escultórico (Paz
Soldán, 1884, p. 736). La Biblioteca
Nacional fue una de las principales
instituciones en la mira del invasor.
De ello dejó constancia Odriozola en
la carta que envió, el 10 de marzo, a
Mr. Christiancy, ministro de Estados
Unidos en el Perú, acerca del «crimen
de lesa civilización» que cometían las
autoridades chilenas, en alusión a la
sustracción de libros que estaban bajo
su cuidado. Asimismo, le informaba
que el 26 de febrero entregó, contra
su voluntad, las llaves de la Biblioteca
Nacional, con lo cual se inició «el más
escandaloso y arbitrario despojo».
En febrero de 1882 se propaga
en la Nueva Revista de Buenos Aires
un artículo dedicado a la guerra
del Pacífico y la forma arbitraria en
que Chile gobernaba Lima. El autor
de ese escrito no fue otro que Paz
Soldán, quien bajo el seudónimo
de Ramón Pio Lanzadas (su nombre
en desorden) quiso evitar alguna
represalia en su contra. Este es el
primero de varios escritos que envió
a su amigo Vicente Quesada, director
de la revista bonaerense
21
. El texto lo
remitió en noviembre del año anterior,
y en aquel empezaba por cuestionar
el hecho que el ejército chileno haya
priorizado ocupar los espacios de la
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
66
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
Universidad de San Marcos, Escuela de
Medicina, Escuela de Artes y Oficios,
Palacio de la Exposición, Biblioteca
Nacional, entre otros, cuando existían
lugares y cuarteles suficientes donde
posesionarse. Respecto a la Biblioteca
Nacional, Paz Soldán aseveraba:
Ocho días después se encontraban
en el mercado de abastos, en las
pulperías y otros lugares, gran
cantidad de papeles ya destinados
para envolver las especias, etc.
Profundo dolor causaba ver
destrozados libros y manuscritos
raros y preciosísimos para la historia
y la ilustración (1882, p. 344).
22
En la misma tónica, en julio se
difunde su juicio crítico hacia los dos
tomos de la Historia de la guerra del
Pacífico (1880-1881), que acababa
de escribir Diego Barros Arana, en
los cuales «campea su odio al Perú
y la vertiginosa vanidad inherente a
casi todo chileno», y que generaba
en sus lectores un juicio erróneo y
parcializado. Además, que el exclusivo
uso solo de fuentes chilenas limitaba
su entendimiento de los sucesos y
explicación de las causas y desarrollo
de la guerra.
22
Paz Soldán reprochó la actitud chilena de llevarse los libros de la Biblioteca Nacional, lo consideró un acto ilícito;
del mismo modo, el hecho de posesionarse de objetos pertenecientes al gobierno y ser dirigidos al sur. En esa línea,
en junio de 1887 Clement Markham aseveró que los chilenos arrojaron a la calle los tesoros más estimables que ahí se
custodiaban, y que vendían los papeles viejos a bajo precio.
Lo aseverado tanto por Paz Soldán como por Clement Markham lleva a la hipótesis, para nada descabellada, de que
varios coleccionistas limeños hayan aprovechado la ocasión para apropiarse con algún libro o manuscrito proveniente
de los fondos de la Biblioteca Nacional, al estar estos literalmente en la calle no había forma de evitar que esto suceda.
23
En Buenos Aires se reencontró con René Moreno, con quien tuvo largas conversaciones acerca de la guerra
(Jorquera y Aedo, 1990, p. 127).
24
La presencia de Paz Soldán en Buenos Aires fue aprovechada por el gobierno peruano al nombrarlo Enviado
Extraordinario y ministro Plenipotenciario del Perú en Argentina. Sobre su quehacer diplomático, véase Trillo, 2022.
La documentación generada en ese puesto luego la emplearía su nieto Luis Felipe para escribir parte de su Páginas
históricas de la guerra del Pacífico, en 1943.
Al igual que varios intelectuales
peruanos, Paz Soldán fue víctima del
ensañamiento chileno, motivo por el
cual, gracias a su audacia, en mayo
de 1883 logró huir a Argentina, donde
lo recibieron con hospitalidad, siendo
nombrado rápidamente catedrático
público
23
. Simultáneamente, se le
encomendó la misión de escribir un
diccionario estadístico y geográfico
argentino (El Comercio, 5 de setiembre
de 1884)
24
. Pese a estar lejos de su
patria, continuó escribiendo acerca de
la guerra, ahora sin ocultar su nombre.
A mediados de octubre de 1883
el ejército chileno se retira de Lima,
abandonando todas las instalaciones
que tenía en su poder en la capital.
En el caso concreto de la Biblioteca
Nacional, Odriozola observó y lamentó
el estado en que esta había quedado.
En un informe que elevó al ministro de
Justicia el 31 de octubre, afirmaba que
«los preciosos y raros manuscritos que
componían la colección de inéditos,
ha desaparecido casi por completo»
(Durand, 1972, p. 36-37). Odriozola era
un hombre de avanzada edad, además
que aquejaba varias dolencias, así que
encargarle la reconstrucción de la
Biblioteca Nacional no era la medida
más oportuna.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
67
Henry Barrera Camarena
El 2 de noviembre Ricardo Palma
es nombrado director de la Biblioteca
Nacional. El tradicionalista se enfrascó
en la tarea de conseguir materiales y
recuperar aquellos que se extrajeron.
La labor de Palma fue ardua, tanto en
el Perú como en el extranjero recurrió
a la fama que ostentaba para lograr
que le obsequien libros, además que
apeló a sus amistades peruanas que
se hallaban fuera del país para que
intermedien a favor de la institución
que administraba. Una de las tantas
naciones que acudió al llamado del
bibliotecario fue Argentina, lugar
donde aún radicaba Paz Soldán, y en
base a esa antigua amistad que los
unía, éste no dudó en intermediar en
el envío de cajones de volúmenes de
Buenos Aires a Lima. El 28 de julio de
1884 tuvo lugar la reinauguración de
la Biblioteca Nacional, contándose
con un aproximado de veintiocho
mil volúmenes. Pese a este gran paso
dado, se continuó con la búsqueda
de más libros, ya sea por suscripción,
canje, compra, regalo u otro medio.
Pasada la guerra, Paz Soldán ya
no tuvo impedimento para llevar a la
imprenta bonaerense de Mayo su libro
25
Una parte del libro se publicó en la entrega de agosto de 1884 de la Nueva Revista de Buenos Aires.
26
Ambos historiadores chilenos recibieron el encargo de su gobierno para narrar la guerra desde una visión
patriótica y exaltar el triunfo (Dager, 2009, p. 113).
27
A finales de octubre de 1865 el publicista chileno estuvo por un brevísimo tiempo en Lima, pese a tener la agenda
apretada, logró reunirse con Paz Soldán para charlar acerca de la situación política del Perú, a quien consideraba como
un sujeto de representación y respetabilidad (1867, p. 112). Instalado nuevamente en Santiago, Vicuña Mackenna se
comunicaba con Paz Soldán. En su archivo personal se encuentran cartas que dirigió al escritor peruano consultando
por su Historia del Perú independiente, e incluso el segundo tomo de este libro tiene la dedicatoria de Paz Soldán para
su entonces amigo.
Como dato adicional, el 26 octubre de 1878 Paz Soldán y Vicuña Mackenna, al lado de Manuel Pardo, Manuel
de Mendiburu y Diego Barros Arana, recibieron la distinción de miembros honorarios de la Facultad de Letras de la
Universidad de San Marcos, a razón de los méritos literarios de sus publicaciones. En el caso de Vicuña Mackenna, ante
el inicio de la guerra, declinó a ese nombramiento.
Narración histórica de la guerra de
Chile contra el Perú y Bolivia (1884)
25
,
que además de ser una narración de los
hechos desde la perspectiva peruana,
surge como una manera de respuesta
a las omisiones y tergiversaciones en
las que incurrieron Barros Arana en
su texto mencionado anteriormente
y Vicuña Mackenna en sus diversos
trabajos sobre ese tema
26
. Éste último
no tardó en poner en tela de juicio
su reciente producción histórica;
en octubre de 1884 cuestionó a Paz
Soldán al indicar la presencia de datos
inexactos respecto a las tropas chilenas
y peruanas. Sus cuestionamientos se
plasmaron en siete artículos titulados
«El charquicán histórico del Dr. Paz
Soldán», que salieron en el periódico
El Mercurio de Chile (Donoso, 1925, p.
479). Vicuña Mackenna llegó al punto
de ridiculizar la figura de Paz Soldán,
lo cual sorprendió a más de uno, ya
que cuando vino a Lima en enero
de 1860 llegó a forjar una ingenua
amistad con la familia Paz Soldán,
entre ellos Mariano Felipe, como él
mismo lo manifestaba
27
. La prensa
limeña como El Comercio defendió
lo sostenido por el escritor peruano,
al aseverar que es el publicista chileno
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
68
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
el que desconocía de las costumbres
en el Perú en torno al ordenamiento
del ejército nacional (El Comercio, 6
de noviembre de 1884).
El 30 de diciembre de 1885 Paz
Soldán retorna al Perú
28
, a causa
de la enfermedad que sufría su hijo
Carlos
29
. Su vuelta fue saludada por
el sector intelectual, se necesitaba
que regrese aquel hombre que usó
su pluma para defender los intereses
nacionales en el contexto de la guerra
del Pacífico. El 21 de febrero del año
entrante recibió el importante encargo
de reemplazar a Agustín de la Rosa
Toro en la presidencia de la sección
de Historia y Geografía del Ateneo de
Lima; su designación fue recibida con
aplausos, «con el historiador peruano,
el Ateneo se hace de un colaborador
perseverante y que sin duda dará un
poderoso impulso a la sección que
inauguró el ilustrado señor La Rosa
Toro» (El Comercio, 22 de febrero
de 1886, p. 4). A pesar de los años
que tenía encima, continuaba
dedicándose a una de sus mayores
pasiones: investigar. El Ateneo de
28
El general argentino Gerónimo Espejo, conociendo del viaje de Paz Soldán, le entregó dos libros para que en
Lima se los diera a Palma.
Igual que Paz Soldán, otros personajes peruanos abandonaron la ciudad ante la presencia chilena. Pasada la
guerra empezaron a retornar, uno de ellos fue Manuel Atanasio Fuentes, quien el 23 de diciembre de 1885 volvió luego
de estar en Guayaquil. Justo un día antes, el 22, su hijo Francisco Aurelio Fuentes, en su nombre, había pasado a tomar
posesión de la imprenta del Estado en virtud de una disposición suprema.
29
Desde octubre Carlos padecía de una terrible enfermedad, «ha perdido la razón y él, antes inteligente hombre
de trabajo, es hoy apenas un delirante infatigable, que parte el alma de cuantos lo ven y con más razon [sic]de su
numerosa familia», así informaba la prensa capitalina; lo cual casi le causa la muerte (La Opinión Nacional, 19 octubre
1885, p. 5).
30
Santa Rosa nació el 20 de abril de 1586. El resto de los miembros fueron Manuel González Prada, José Antonio
de Lavalle, José Antonio Roca, Ricardo Rossel y Eugenio Larrabure y Unanue.
31
A duras penas presentó en ese mismo diciembre su memoria de Inspector, que es su último testimonio escrito,
“por hallarse muy quebrantada mi salud, no podré contraerme en esta memoria sino a puntos muy principales, con el
laconismo posible” (Paz Soldán, 1887, p. 3).
Lima se ubicaba en un espacio dentro
de la Biblioteca Nacional, esto le
permitió frecuentar la institución y
revisar los materiales que eran de
su interés, además de tener charlas
fraternas con su amigo Palma. La
amplia trayectoria de Paz Soldán en
los campos de la historia y geografía
le daban los suficientes pergaminos
para ocupar el lugar encomendado,
campos desde donde contribuyó al
progreso nacional.
Poco después, el 18 de marzo
Paz Soldán es elegido integrante
del jurado que evaluaría los trabajos
que se presentarían ante la Junta
Organizadora, con motivo de la
celebración del tercer centenario del
nacimiento de Santa Rosa de Lima
30
;
luego, la Municipalidad de Lima lo
nombra inspector de Instrucción, es
en el cumplimiento de esa labor que
llega su deceso.
Penosamente el 31 de diciembre
de 1886 falleció don Mariano Felipe
a causa del cáncer a la garganta
que padecía
31
. Conociendo que su
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
69
Henry Barrera Camarena
momento de dejar esta tierra estaba
llegando, pidió que lo llevaran a su
biblioteca para morir rodeado de sus
libros, sus mapas, un crucifijo y una
copia del plano de Lima que elaboró
(Pareja, 1964). El cronista del diario El
Perú escribió la siguiente nota:
Fue el señor Paz Soldán un hombre
laborioso, ilustrado y amante del
bienestar y grandeza de su país.
Como hombre de ciencia, como
historiador, como ingeniero, como
abogado, como hombre público,
pues sus conocimientos abarcaban
todas esas faces del saber, ocupó
un puesto distinguido, habiéndose
hecho conocer, no solo en su
país, sino en el extranjero. Aun
cuando había llegado a los setenta
años, su naturaleza era robusta y
podía haber vivido muchos años
más, sirviendo a su patria, con los
frutos de su inteligencia y de su
incansable laboriosidad. (El Perú, 31
de diciembre de 1886, p. 4).
Por su lado, la prensa bonaerense,
enterada de la noticia, hizo llegar al
Perú sus más dolidas condolencias
por un hombre que hizo mucho
también en Argentina, pese al breve
lapso que ahí estuvo:
No hemos conocido una
laboriosidad más valiente e
infatigable que la de ese distinguido
peruano en las investigaciones
históricas y geográficas; la actividad
32
En junio de ese año la Real Sociedad Geográfica de Londres, por medio de su secretario Clement Markham, le
rindió un póstumo homenaje.
33
Uno de esos contados casos es de fecha 4 de setiembre de 1886, cuando el gobierno autorizó al bibliotecario
para que invierta cien pesos en la compra de manuscritos, libros y folletos que iban a ser rematados en una tienda
ubicada en la calle Espaderos N° 245. BNP. Fondo Antiguo. Código E11, 1888.
era asombrosa, así como el espíritu
de orden y de lógica en sus trabajos:
todo lo hacía y lo escribía de su
puño y letra. Aquí, durante su
corta estadía, reunió y consultó
mil folletos y memorias para
organizar el Diccionario Geográfico
argentino que nos dejó, obra
deficiente sin duda, pero susceptible
de complementaciones y de
perfeccionamientos (El Comercio,
20 de abril de 1887).
32
La compra de la biblioteca Paz
Soldán y la Biblioteca Nacional
Tras la partida de Mariano Felipe,
Carlos decidió vender al Estado
peruano la biblioteca que le legó su
padre, con el fin que vaya a aumentar
los fondos de la Biblioteca Nacional.
Antes de continuar es vital señalar que,
si bien luego de la reinauguración de la
Biblioteca Nacional en 1884 se siguió
equipándola de más textos, solo en
contados casos el Estado peruano
apoyó económicamente en pro de
comprar aquellas bibliotecas privadas
que salían a la venta o aquellos
materiales que se remataban
33
. Se
pueden citar dos ejemplos de la
inacción del gobierno acerca de lo
sostenido. El 15 de julio de 1887 se
anunció que se iba a rematar parte de
los bienes que dejó el arzobispo de
Lima Francisco Orueta y Castrillón (4
de octubre de 1804 – 25 de agosto
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
70
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
de 1886), entre los que se encontraba
su biblioteca, que básicamente
comprendía obras en Derecho,
Teología, Historia, Ciencias y todos los
textos de los santos padres. Debido
a la cantidad de volúmenes, se optó
por rematarla en diferentes lotes (La
Opinión Nacional, 16 de julio de 1887,
p. 5).
La premisa era que la Biblioteca
Nacional se hiciese con ella, la
importancia de la biblioteca de Orueta
y Castrillón partía por “si nos atenemos
a la ilustración de su antiguo dueño,
especialmente los que se refieran a
su ministerio sacerdotal” (La Opinión
Nacional, 18 de julio de 1887, p. 3).
En el caso que el gobierno no pueda
pagar su valor, la Municipalidad de
Lima debía de ser la segunda opción
en la fila de compradores. El 16 de
setiembre se comunicó que la subasta
pública iba a tener lugar el miércoles
21 del mismo mes. Llegada la fecha la
Biblioteca Nacional no se hallaba entre
los postores. En el remate la biblioteca
de Orueta y Castrillón fue deshecha,
más de un postor se apropió de los
libros. Incluso, al principio se tuvo que
disminuir el precio de cada uno de
ellos, ante el reparo de los presentes
de no querer pagar el monto que se
pedía, “tratados luminosos, raros en
América, de 20, 40 y 60 tomos, se
remataron hasta a ocho centavos
cada tomo y los mejor[es] colocados
lo fueron a treinta centavos máximo”
(La Opinión Nacional, 29 de julio de
1887, p. 4).
El segundo caso se refiere a
la biblioteca personal del doctor
Francisco Javier Mariátegui, quien
murió el 23 de diciembre de 1884.
Los diarios locales anunciaron el 27
de enero de 1888 que los herederos
de este ilustrado hombre la pusieron
en venta, la cual comprendía libros
relevantes y periódicos de la etapa
inicial republicana. Al igual que con
la biblioteca del arzobispo Orueta
y Castrillón, la primera opción de
compra tendría que recaer en la
Biblioteca Nacional, y como segunda
alternativa la Municipalidad de Lima
(La Opinión Nacional, 28 de enero
de 1888). Respecto a la biblioteca se
sostuvo lo siguiente:
En ella hallamos gran número
de obras de indiscutible mérito,
que no tiene la nacional y que
sería conveniente que ésta
adquiriese. Cuanta publicación sobre
jurisprudencia, literatura e historia se
ha hecho en Europa hasta hace diez
años, se encuentra en esta librería;
no siendo esto lo más notable de
ella, sino las obras antiguas sobre
ciencia y legislación. Hay además
una rara colección de folletos
peruanos desde la época colonial,
y todas las publicaciones oficiales
que sobre política interna, gobierno,
o relaciones diplomáticas, se han
hecho durante la República. (Boletín
Bibliográfico, 1 de marzo de 1888)
Los interesados podían verla en la
casa donde vivió el doctor Mariátegui,
en la calle Divorciadas. Pese a que
se desconoce a cuanto se valorizó
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
71
Henry Barrera Camarena
la biblioteca, pasaron las semanas
y aun nadie la compraba. Se hizo
un llamado al Estado peruano a que
tome la iniciativa y pague el monto al
que ascendía (Boletín Bibliográfico, 1
de julio de 1888), pero nuevamente
la pasividad imperó y se desperdició
esta oportunidad de continuar
incrementado el caudal de libros de la
Biblioteca Nacional.
34
Con estos precedentes de
desinterés del gobierno por adquirir
estas bibliotecas, la noticia de venta de
la biblioteca Paz Soldán era la excusa
para cambiar esta situación. Ni bien se
recibió el pedido de Carlos, se iniciaron
los trámites obligatorios para hacerse
con esta importante colección. Es
así como el 19 de octubre de 1887 la
Cámara de Diputados del Congreso
recibió un proyecto de ley enviado
por el Estado con el fin de adquirirla
35
.
El objetivo era que lo analicen y vean
su factibilidad. No obstante, pasaron
los meses y tal proyecto cayó en
el olvido. Por ese motivo, el 22 de
agosto de 1888 el gobierno volvió a
remitirlo
36
.
Al proyecto del Poder Ejecutivo se
sumó uno elaborado por el diputado
por Otuzco, ambos se presentaron a la
34
Aunque es de acotar que en febrero de 1889 una de las hijas del doctor Mariátegui, Agustina, obsequió a la
Biblioteca Nacional nueve tomos manuscritos de su finado padre y un lote de treinta volúmenes impresos.
35
Cuatro meses antes la Biblioteca Nacional recibió el regalo de un retrato al óleo de Paz Soldán, pintado por el
joven artista Félix Cordiglia y Lavalle (La Opinión Nacional, 1 de julio de 1887).
36
Archivo Ministerio de Relaciones Exteriores (en adelante AMRE). Caja 326, carpeta 9, 1888. Paralelo a esto, el 16
de agosto el ministro de Justicia remitió una nota al ex bibliotecario Odriozola para que desocupe las habitaciones
que empleaba en los altos de la Biblioteca Nacional. Odriozola se encontraba enfermo y con escasos recursos, por lo
que solicitó que se le importe los sueldos que el Estado le adeudaba, para que así principie a la “traslación de mi librería
y muebles”. AGN. MJB. Legajo 71, documento 54, 1888. Recién en marzo del año entrante se produjo el desalojo. Al
quedar espacio libre en la institución, el ministro de Relaciones Exteriores requirió que ese lugar sea ocupado por la
Sociedad Geográfica. AMRE. Caja 325, carpeta 2, 1888.
Comisión de Instrucción del Senado.
El fin de los dos proyectos era que se
autorice a comprar de la testamentaria
de Paz Soldán los documentos
relativos a la historia del Perú. Para la
comisión las razones sustentadas en
dichos documentos eran oportunas,
por ese motivo estaba de más discutir
acerca del asunto. Asimismo, se optó
por llevar adelante el primer proyecto
presentado; es decir, del gobierno.
Bajo el antecedente del expolio
que sufrió la Biblioteca Nacional
durante la ocupación de Lima por el
ejército chileno en 1881, en buena
parte los documentos que integraban
la biblioteca particular de Paz Soldán
podían reemplazarlos. El 25 de agosto
en la Cámara de Diputados se observó
el expediente que remitió el ministro
de Gobierno referente a la compra de
la biblioteca.
Algunos días después, el 3 de
setiembre, se revisó un proyecto
presentado por el ministro de Justicia
para que en el presupuesto general
se agregue cien soles al mes para
la contratación de dos empleados
auxiliares en la Biblioteca Nacional,
quienes tendrían el sueldo de cuarenta
soles cada uno; y veinte soles para
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
72
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
gastos de oficina, alumbrado, entre
otros.
37
No se mencionó en ningún
momento la necesidad de adquirir la
biblioteca Paz Soldán. Recién el 11 de
octubre en la comisión de Instrucción
se sugirió que se aprobara el proyecto
del Ejecutivo, al sostenerse lo
siguiente:
Todos los documentos del Archivo
Nacional, la historia patria ha sufrido
una pérdida que es necesario
subsanar a costa de cualquier
sacrificio. Felizmente, muchos
documentos que pueden reemplazar
a aquellos existen en la biblioteca
del malogrado Dr. Paz Soldán; y ya
que se presenta la oportunidad de
que ellos sean ofrecidos en venta,
debe aprovecharse. (Cámara de
Diputados, Sesión del miércoles 11
de octubre de 1888)
El 24 de octubre el presidente de
la comisión de Presupuesto, Manuel
María del Valle, informó al presidente
de la cámara de Senadores que en
la cámara de Diputados se aprobó
un dictamen de la comisión de
Instrucción, recayendo en un proyecto
que autorizaba al Poder Ejecutivo para
que inicie los tratos necesarios con
los herederos de Mariano Felipe Paz
Soldán, a fin de adquirir la biblioteca
que dejó (La Opinión Nacional, 17 de
noviembre de 1888).
Según tenían entendido algunos
miembros de la comisión de
37
Fue aprobado el 16 de octubre.
Instrucción, la biblioteca Paz Soldán
se formaba de más de treinta mil
volúmenes, además de que:
Ha estado en trato de venta con
un señor argentino, quien la había
contratado en un valor de treinta mil
nacionales, que vienen a importar
veintiocho mil soles. En estas
circunstancias, el gobierno necesitó
algunos documentos sobre límites,
con esa oportunidad el gobierno se
decidió a comprar esta librería, en esa
virtud el señor Paz Soldán creyendo
prestar un servicio a su patria, y a
fin de que esos documentos que
exclusivamente pertenecen al Perú
y que en otra parte entregados a
una persona particular, pudieran ser
dañosos al país, o quizá perjudicar
los derechos del Perú, prefiere
entregarlos a la Biblioteca Nacional.
(Cámara de Senadores, Sesión del
jueves 15 de octubre de 1888)
Sin perder demasiado el tiempo, el
25 de octubre los miembros de esta
comisión aprobaron el proyecto de la
cámara de Diputados. La noticia llegó
a oídos del director de la Biblioteca
Nacional, Ricardo Palma, quien por
un lado mostró su apoyo, pero por
otro su preocupación. En un informe
presentado el 3 de noviembre, Palma
informaba al ministro de Justicia
de la falta de espacio para seguir
colocando los libros que continuaban
llegando desde el exterior del país.
Los salones Europa, América y el
depósito se encontraban abarrotados
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
73
Henry Barrera Camarena
de libros por doquier.
Esta situación
empeoraría, a su juicio, si se compraba
la “copiosa e importante librería de Paz
Soldán, el conflicto vendría a aumentar
en proporciones”.
38
Con ello, Palma
hizo un llamado a la obtención de
estantes y de una mejor distribución
de los ambientes de la Biblioteca.
39
En
esa línea, una solución que presentó
incumbía emplear dos salones que en
ese momento no eran utilizados y que
se hallaban ocupados por la galería de
pinturas.
40
A través de una resolución
legislativa dada el 16 de noviembre
por el Congreso, se autorizó al
gobierno para que pueda comprar
a los herederos de Paz Soldán la
biblioteca que éste tuvo. Carlos Paz
Soldán propuso la forma de cómo
se debía de realizar la venta. Su
propuesta fue revisada por la dirección
de la Biblioteca y por un fiscal de la
Corte Suprema de Justicia. El 21 de
diciembre se llegó a la conclusión que
el gobierno le abonaría la cantidad de
veinte mil soles como valor de los
libros, folletos, cartas autógrafas y
mapas que formaban la biblioteca y
archivo de su finado padre. La Tesorea
General se encargaría de dar el monto a
Carlos, luego que éste haya procedido
a entregar la mencionada biblioteca al
38
En agosto surgió la opción de que la sociedad médica Unión Fernandina ocupe unos cuartos de la Biblioteca
Nacional, a lo cual el tradicionista comunicaba su oposición ante la falta de espacio. Diario de Debates. Cámara de
Senadores (Sesión del miércoles 12 de setiembre de 1888).
39
Palma propuso que por medio de una suscripción entre los protectores de la Biblioteca Nacional o con
recursos municipales se compren estantes (AGN, 1888. MJB. Legajo 71, documento 54).
40
AGN. MJB. Legajo 71, documento 54, 1888. Además de espacio, la Biblioteca Nacional urgía de más personal,
mobiliario, iluminación, entre otras necesidades (Durand, 1972).
41
Asimismo, se extinguiría el crédito que por sueldos y pensiones devengadas tenía a su favor el finado Paz Soldán
(El Nacional, 22 de diciembre de 1888, p. 5).
director de la Biblioteca Nacional, junto
con el catálogo de todo lo traspasado
(Seoane, 1889, p. 136).
41
Aun no se entregaba la biblioteca,
pero ya se estaba dando destino
a algunos de los materiales que lo
conformaban. El 24 de diciembre de
1888, en la ceremonia de clausura
del año de estudios de la Universidad
de San Marcos, el presidente Andrés
Avelino Cáceres comunicó que su
gobierno dispuso que se dispense a
dicha universidad:
Toda la protección que le sea
permitida dentro del límite de sus
facultades constitucionales, y como
una prueba de los deseos que abrigo
ofrezco destinar para incremento de
su biblioteca una parte de la librería
del finando doctor Paz Soldán que el
Estado acaba de adquirir en virtud de
autorización legislativa. (El Nacional,
24 de diciembre 1888, p. 4)
Pese a que existía un acuerdo de
por medio, la Biblioteca Nacional
tardaría unos días en recibir la nueva
adquisición. El 3 de enero de 1889 se
informaba que por no haber más sitio
donde colocar los libros que llegaban
de canje, compra u obsequio, todavía
no se iniciaba a recibir la biblioteca
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
74
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
Paz Soldán (El Comercio, 3 de enero
de 1889). Pronto Palma elevó una
consulta al gobierno para que se
pueda habilitar un nuevo salón, lo que
sucedió en los siguientes días.
La entrega de la biblioteca Paz
Soldán se realizó en semanas, debido
a la cantidad de material bibliográfico
y su importancia. En ese lapso
carretas con cajones de materiales
ingresaban a la institución, el mismo
Palma monitoreaba el traslado. El 28
de enero el tradicionista comunicaba
al ministro de Justicia que el pasado
sábado 26 el Sr. Carlos Paz Soldán
culminó de entregar los libros, folletos,
manuscritos y planos. Entre los más
valiosos se hallaban los papeles
varios,
42
los cuales se encontraban
sueltos sin un orden previsto. Por
esa razón, antes que los recibiera le
pidió a Carlos que los encuadernara,
teniéndose como resultado ochenta
volúmenes de papeles varios.
En el reporte de movimiento de
libros realizado en el primer mes de
1889 se precisó que la Biblioteca
Nacional recibió en total tres mil
volúmenes empastados, dos cajones
de folletos y libros con tapa rústica,
seis mil documentos manuscritos
42
Los bibliógrafos del siglo XIX en el Perú solían reunir en un solo tomo diversos folletos de un mismo tamaño, a
los que llamaban papeles varios (Porras, 1943, p. 1029).
43
El catálogo todavía se conserva en la Biblioteca Nacional.
44
El 26 de abril, el rector agradeció al ministro por el donativo, y al presidente de la República, por cumplir con su
promesa (La Opinión Nacional, 27 de abril de 1889).
45
Al parecer, Palma trataba de intercambiar u obsequiar una parte de los duplicados con algunos de sus amigos
en el extranjero. En la carta que remite José Toribio Medina al tradicionista el 27 de enero de 1889, le recordaba que le
tenía que enviar un apunte de los duplicados de Paz Soldán (s.n., 1952, p. 425). Si bien no se indica el fin, se desprende
que el bibliógrafo chileno tenía interés por algunos de los textos que se consignarían en el apunte.
y dos cajas con diversos mapas y
planos. Culminada la entrega se inició
a catalogar todo lo recepcionado (La
Opinión Nacional, 1 de febrero de
1889), aunque cabe precisar que no
todos los materiales adquiridos fueron
considerados en tal catálogo.
43
El 22 de enero el ministro de
Justicia remitió un oficio a Palma
indicándole que proceda a separar
los duplicados que se destinaría a la
biblioteca de la Universidad de San
Marcos, el mismo que acató al día
siguiente, a su vez que se culminaba
de recibir la biblioteca Paz Soldán.
Debido a sus labores, el bibliotecario
tardó algunos meses, ante la demora,
el rector de la universidad consultó al
ministro si efectivamente iba a recibir
lo que se le había prometido. El 15
de abril el ministro Guillermo Seoane
avisa al rector que ello sí sucedería.
Sin más retrasos, se procedió a derivar
los volúmenes de manera periódica.
En ese mismo mes se derivaron
461,
44
y así se continuó en los meses
siguientes, hasta llegar a la cantidad de
927. Del mismo modo, se entregaron
61 volúmenes a la biblioteca del
Centro Militar (La Opinión Nacional,
6 de mayo de 1889) y 269 a las
bibliotecas departamentales.
45
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
75
Henry Barrera Camarena
Este acto resolvió en parte
el problema del espacio, pues se
desprendía de obras duplicadas.
46
Según Palma le tomaría alrededor de
dos meses terminar por separar los
duplicados. En el caso de las obras
nuevas y que no poseía la Biblioteca
Nacional, para evitar colocarlos en el
piso y hacinarlos, se dispuso que sean
puestos en doble hilera en estantes ya
ocupados.
Importancia de la biblioteca Paz
Soldán
En la Lima decimonónica la mayoría
de las bibliotecas privadas estuvieron
conformadas básicamente por libros,
en el caso de la biblioteca Paz Soldán la
conformaron esencialmente manuscritos
republicanos, cartas, correspondencias,
oficios, documentos personales. Así
que más que hablar únicamente de una
biblioteca, se debería aludir también,
y por separado, a su archivo personal.
Fueron pocos los hombres que
llegaron a recolectar buena cantidad
de documentos; aparte de Paz Soldán,
se puede mencionar a Mendiburu y
Odriozola, notables bibliófilos. Rubén
Vargas Ugarte hizo una descripción
general y una detallada del archivo Paz
46
AGN (1888). MJB. Legajo 71, documento 54. No era la primera vez que el tradicionista se desprendía de los
duplicados, en agosto de 1885 entregó una parte a favor de la biblioteca de la Sociedad de Preceptores.
47
El coronel Andrés Gamarra, hijo del mariscal Gamarra, otorgó a Paz Soldán una multitud de cartas de su padre,
desde los primeros años independentista peruana hasta los días previos a la batalla de Ingavi (18 de noviembre de
1841). Esa colección contenía cartas de Bolívar, Sucre, La Mar, Orbegoso, Salaverry, Bulnes, Prieto y otros personajes
(Paz Soldán, 1868, p. VII).
48
De la Fuente entregó a Paz Soldán más de veinte cajones grandes, llenos de cartas y documentos originales e
inéditos (Paz Soldán, 1868, p. VI).
49
Su hijo, el coronel Pedro Orbegoso, le cedió el archivo de su padre, “del cual he copiado preciosísimos y
singulares documentos: toda la correspondencia con Andrés de Santa Cruz y otros sujetos” (Paz Soldán, 1868, p.
VI). Posiblemente solo se haya tratado de una parte del archivo, Carmen Mc Evoy alude que la correspondencia de
Orbegoso, si es que no en su totalidad, se encuentra en la colección Vicuña Mackenna en la Biblioteca Nacional de
Chile (2015, p. 164).
Soldán. En torno al primero sostuvo:
Consta esta colección de 46
volúmenes, en folio, encuadernados,
divididos en tres series: epistolario (18
vols.), cartas y documentos oficiales
(12 vols.), oficios y papeles varios (13
vols.), más 3 de varios y 3 vols. de
índices. (1940, p. 201).
Inmediatamente procede a
describir individualmente cada
volumen, identificando los
documentos que lo conforman al
igual que la cantidad de folios.
Retomando a la biblioteca
como conjunto, estaba compuesta
casi exclusivamente por trabajos
relacionados a América, y más aún
al Perú. No hubo quien negara que
era una de las mejores, encerraba
verdaderas joyas bibliográficas. Para
llegar a ese punto consagró tiempo,
dinero y una labor fecunda en la
recolección.
Mariano Felipe compiló la
correspondencia de personajes
como Agustín Gamarra,
47
Antonio
Gutiérrez de la Fuente,
48
Luis José
de Orbegoso,
49
Francisco Javier
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
76
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
de Luna Pizarro,
50
de los líderes
militares de la emancipación peruana,
así como de otros actores de las
primeras jornadas republicana (Pareja,
1964, p. 47), tales como del general
Juan Salazar, el doctor Mariano Alejo
Álvarez, al igual que cartas de Bernardo
de Monteagudo con San Martín, de
Simón Bolívar con Antonio José de
Sucre, de José de la Riva Agüero
con sus corresponsales, de Agustín
Gamarra con Felipe Salaverry. Del
mismo modo, Paz Soldán custodió
copias de documentos de casi todos
los ministerios, del Congreso y de
otras oficinas del Estado peruano. En
sus propias palabras “he podido reunir
treinta y seis volúmenes en folio de
documentos inéditos que suman
algunos millares de páginas” (Paz
Soldán, 1868, p. VII).
Buena parte de sus materiales Paz
Soldán los publicó o empleó en sus
investigaciones, una característica
que compartió con otros intelectuales
de su época, que no se limitó a la
mera colección. Esa divulgación ha
permitido a las siguientes generaciones
continuar con los estudios históricos
de esa etapa peruana. Un personaje
clave en la divulgación de la
biblioteca y el archivo Paz Soldán
fue su hijo Carlos, quien con su acto
La muerte alcanzó a Orbegoso cuando se encontraba escribiendo sus memorias (5 febrero de 1847). El documento
inconcluso lo heredó su hijo Pedro, quien pensaba publicarlo, pero falleció sin llegar a cumplir ese cometido. Su
esposa, Rosa Mercedes Riglos de Orbegoso, se quedó con el manuscrito, al poco tiempo lo cede a otro hijo del
general Orbegoso, Manuel. En 1893 Manuel lo lleva a la imprenta bajo el título Memorias inéditas del general Luis José
de Orbegoso.
50
El arzobispo Luna Pizarro, por intermedio de un tercero, le entregó un paquete de cartas y documentos que
poseía, “esos papeles muy doblados y cerrados con un sobre decía: estos papeles serán útiles para el que escriba la
historia del Perú” (Paz Soldán, 1868, p. VI).
51
Antes, la obra perteneció a su hermano Mateo. Por ello, en la misma portada, está el ex libris “Mateo P. Soldán”.
de desprendimiento de en vez de
quedarse con lo heredado y utilizarlos
para sus propios trabajos, prefirió
que pase a favor de la Biblioteca
Nacional. La documentación Paz
Soldán aún puede ser consultada en
tal institución, pese a los vaivenes del
tiempo, todavía se cuenta con esta
fuente de información.
Por otro lado, Paz Soldán también
compiló periódicos del siglo XIX, con
lo cual la sección hemerográfica
de la Biblioteca Nacional adquirió
mayor relevancia. Prácticamente se
contaba con todos los publicados en
esa centuria, salvo puntuales casos.
De manera similar sucedió con la
mapoteca, que se nutrió con los
planos de obras públicas del Perú que
reunió. Por la trascendencia de estos
planos Palma los pasó al Ministerio de
Gobierno, creyendo que ahí serían
más provechosos.
En torno a los libros, poco menos
de 300 tomos fueron novedad
para el catálogo que se poseía.
Dicho esto, destaca la presencia
del incunable peruano Vocabulario
de la Lengua Aymara (1612). En su
portada está escrito “Biblioteca de
M. F. Paz Soldán”,
51
asimismo, posee
anotaciones manuscritas de Palma,
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
77
Henry Barrera Camarena
el cual le da un mayor valor histórico.
Hoy en día todavía se encuentran en la
Biblioteca Nacional del Perú algunos
textos y periódicos que pertenecieron
a Paz Soldán, lo cual se corrobora por
Figura Nº 1
Exlibris de Mariano Felipe Paz Soldán
Nota. Tomado de Documentos históricos. Varios (Código 1000077261).
la marca de propiedad que presentan
(exlibris). En algunos casos esta era un
papel impreso, en otros simplemente
escrito a puño y letra.
Además, conformaban su
biblioteca sus famosos estuches (cajas
de cartón) que contenían manuscritos
y volúmenes de papeles varios. Para el
ilustre historiador Porras Barrenechea:
La colección Paz Soldán de
Papeles Varios era especialmente
significativa en folletos pequeños
de la primera época republicana,
periódicos liberales del periodo de
San Martín y de Bolívar, ataques
y defensas políticos, periódicos
satíricos de corta vida, manifiestos y
constituciones. (1943, p. 1029)
Algunas instituciones conocían
la riqueza bibliográfica de lo que
en vida llegó a reunir Paz Soldán,
por ese motivo requirieron parte de
lo comprado para incrementar sus
propias bibliotecas. El 21 de enero
de 1889 el Ministerio de Relaciones
Exteriores solicitó a Palma que
entregue a José Ramón de Idiáquez,
comisionado de Límites, algunas de
las obras “de Paz Soldán y que sean
de utilidad en ese despacho” (AMRE,
1889, Caja 335, carpeta 2). Luego,
en abril, el presidente de la Sociedad
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
78
Un acercamiento al estudio de don Mariano Felipe Paz Soldán:
investigador, ministro y bibliófilo.
52
Después llegarían las bibliotecas de Mariano José Sanz (1896) y Félix Cipriano Coronel Zegarra (1898).
Geográfica de Lima quiso trasladar
los documentos, cartas geográficas
y planos de Paz Soldán a favor de
la institución que dirigía. Palma se
mostró contrario a tal solicitud, ya
que estos materiales serían más
útiles en la Biblioteca Nacional
que en la mencionada Sociedad.
En ese sentido, argumentaba, “he
conseguido reunir muy cerca de 500
tomos sobre geografía y viajes, aparte
de una bonita sección de cartografía.
Todo se halla a disposición del público
que quiere consultar libros o planos”
(AMRE, 1889, Caja 335, carpeta 3).
Conclusiones
Don Mariano Felipe dedicó gran
parte de su vida al campo intelectual,
más allá del puesto o encargo que
recibiera, supo continuar con sus
estudios y descubrimientos históricos.
Ya sea en la geografía o en la historia,
sentó las bases de la tendencia
científica de la época. Incluso, cuando
era ministro de Justicia se preocupó
por el progreso de la Biblioteca
Nacional, a sabiendas de los valiosos
materiales ahí resguardados y que eran
empleados por los investigadores,
siendo él uno de ellos. En todas
sus obras se puede reconocer un
elemento en común, realzar la
patria, esa postura la mantuvo hasta
sus últimos días. Es más, en plena
ocupación de Lima y luego de
culminada la guerra del Pacífico, no
tardó en mostrar su rechazo a los
discursos chilenos sobre el conflicto
y el intento por legitimar los excesos
cometidos. Su Narración histórica de
la guerra de Chile contra el Perú y
Bolivia así lo comprueba.
Por su parte, la exquisita biblioteca
que forjó representa su largo aliento
por el coleccionismo y la erudición que
cultivó. Fue un letrado como pocos
que hubo en Lima, una sola vida no
le fue suficiente para desarrollar todos
sus proyectos y continuar aportando
en el desarrollo del Perú. Tras su óbito
su biblioteca personal contribuyó
a la recuperación de la Biblioteca
Nacional, luego de su reinauguración
el 28 de julio de 1884.
52
Además, la
compra no hubiera sido posible sin
el impulso dado tanto por Carlos Paz
Soldán, como del Estado peruano.
Pese a la inexistencia de una política
pública de adquirir colecciones
particulares, no se soslayó la noticia
que estaba siendo ofrecida en venta
una de las más resaltantes bibliotecas
privadas limeñas. Si bien tardó un
poco más de un año todo el proceso,
la espera valió la pena, la Biblioteca
Nacional acrecentó cualitativamente
su acervo bibliográfico.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
79
Henry Barrera Camarena
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GESTIÓN DE LA
INFORMACIÓN Y DE LA
CULTURA
Fernando Sebastián Blanco Olea
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
84
Indización de datos sensibles en la investigación
genealógica: beneficios en términos de recuperación de la
información
Indexing of sensitive data in genealogical research: benefits in
terms of information retrieval
Fernando Sebastián Blanco Olea
Investigador independiente
Contacto: fernandosebastian.blanco@alumnos.uc3m.es
https://orcid.org/0000-0003-4800-2497
ISSN- e: 2709-5649-pp 84-100
Resumen
El presente artículo destaca la
importancia para la investigación
genealógica de la creación de
puntos de acceso a la información, a
través de la indización de dos tipos
de datos sensibles presentes en
algunas fuentes históricas, como
registros civiles y religiosos, alojados
en FamilySearch. El primero de
ellos se refiere a la distinción que
solía hacerse en el pasado entre los
hijos concebidos dentro y fuera del
matrimonio en el momento de su
inscripción; y el segundo, alude a la
condición de “esclavo” vigente hasta
mediados del siglo XIX, cuando la
esclavitud fue abolida en el Perú. Se
argumenta que la indización de estos
datos permite a los investigadores
trazar una ruta más clara de búsqueda
de datos adicionales en otras fuentes
de información.
Palabras Clave: genealogía,
investigación genealógica, indización,
puntos de acceso a la información,
búsqueda de información.
Abstract
This article highlights the
importance of creating information
access points for genealogical
research, through the indexing of
two types of sensitive data registered
in some historical sources such as
civil and religious records hosted in
FamilySearch. The first of them refers
to the distinction made between
children born in and out of wedlock in
past birth registration; and the second
refers to the condition of “slave”,
in force until the mid-nineteenth
century, when slavery was abolished
in Peru. It is argued that indexing this
data allows researchers to chart a
clearer search path for additional data
in other information sources.
Keywords: genealogy, genealogical
research, indexing, information access
points, information retrieval
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
85
Fernando Sebastián Blanco Olea
Introducción
El interés que ha suscitado la
genealogía en los últimos años no
solo responde a su carácter de ciencia
auxiliar de la historia, la demografía y
otras disciplinas, sino a su utilidad
como herramienta para el estudio
de la historia de las familias, utilizada
muchas veces sin una formación
en la materia por parte de cualquier
persona interesada en los orígenes de
sus antepasados (González Lozano et
al., 2020).
En el Perú, las fuentes
documentales más consultadas
para investigación genealógica son
los registros civiles y los archivos
eclesiásticos, y dentro de estos
últimos, los archivos parroquiales,
que contienen información histórica
relativa al bautismo, matrimonio
religioso y defunción de los
miembros de la comunidad católica,
históricamente mayoritaria en el
Perú. El conocimiento y manejo
de estas y otras fuentes originales
ha sido siempre fundamental en la
elaboración de genealogías.
Hasta hace unas décadas, el acceso
a estos documentos era únicamente
posible dentro de las instituciones que
los custodiaban (archivos, iglesias,
municipalidades, registros civiles,
etc.) y generalmente en formato
impreso. A esta dificultad se sumaba
la imposibilidad de realizar consultas
simultáneas, tanto por parte de los
investigadores especializados en la
materia, como por las personas del
común interesadas en investigar sobre
sus ancestros. Afortunadamente, las
innovaciones digitales de los últimos
años han hecho posible que cada vez
más personas tengan acceso libre e
irrestricto a una gran cantidad de estas
fuentes históricas desde cualquier
parte del mundo.
En esta línea, cabe destacar
el importante papel que viene
desempeñando FamilySearch (La
Iglesia de Jesucristo de los Santos
de los Últimos Días, 2023b), una
plataforma concebida en la Iglesia
de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días y lanzada en 1999, que
ofrece acceso gratuito a fuentes
documentales a personas de todo el
mundo, independientemente de sus
tradiciones, cultura o credo. Mediante
colaboraciones con más de 10 mil
archivos a nivel mundial, FamilySearch
ha conseguido microfilmar e
incorporar en su base de datos una
inmensa cantidad de documentos
albergados originalmente en registros
civiles (partidas de nacimiento, de
defunción, de matrimonios civiles,
etc.), registros parroquiales (partidas de
bautismo, de matrimonios religiosos,
de confirmación, etc.), censos, entre
otras fuentes de información de
dominio público en todo el mundo.
1
1
.En el caso peruano, FamilySearch ha microfilmado una vasta cantidad de registros parroquiales a nivel nacional
(bautismo, matrimonio y defunción) comprendidos entre los siglos XVII y XX, con excepción de Lima, cuyo acervo
documental solo puede ser consultado directamente en el Archivo Arzobispal.
Con respecto a los registros civiles (partidas de nacimiento, matrimonio y defunción), FamilySearch ha conseguido
microfilmar documentos comprendidos entre los siglos XIX y XX. Por otra parte, los censos municipales de 1860 y
1866, que se encuentran en la Biblioteca y Archivo Histórica Municipal de Lima, también están disponibles para
consulta en FamilySearch.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
86
Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Si bien la microfilmación de
este acervo documental representa
grandes ventajas para la investigación
genealógica en términos de
disponibilidad, resulta imprescindible,
además, la creación de puntos de
acceso que permitan la búsqueda
y recuperación efectivas de la
información que contienen. Este
objetivo se logra a través de un
mecanismo ampliamente conocido
en el campo de la bibliotecología: la
indización.
1.La indización en la investigación
genealógica
El término “indización” presenta
varios significados. La RAE (Real
Academia Española, 2022a) define
indizar (o indexar) a la acción de
“hacer índices de algo” y también al
acto de “registrar ordenadamente
datos e informaciones, para elaborar
su índice”. Por su parte, en una revisión
terminológica y conceptual sobre el
tema, Naumis Peña (2003) destaca tres
acepciones del término “indización”
asignadas por Langridge (1992): 1) la
organización del conocimiento en
las bibliotecas que incluye el índice
de autor, título, descripción del
documento y los temas abordados en
el documento, 2) el acto de registro
del contenido de una colección, y 3)
el índice alfabético para el contenido
de libros arreglados temáticamente
o el índice alfabético a un catálogo
arreglado sistemáticamente.
La indización entendida bajo la
segunda acepción de Langridge (1992)
es la que más se ajusta al campo de la
genealogía. El rol que ella cumple en
la recuperación de datos históricos es
esencial. En efecto, a través de ella,
por ejemplo, se pueden localizar datos
ya conocidos de antemano sobre un
personaje histórico, pero también
pueden salir a la luz datos inéditos
sobre su origen y sus vínculos.
En ese sentido,
complementariamente a la
microfilmación de documentos,
FamilySearch organiza diversos
proyectos de indización con el
apoyo de miles de voluntarios a nivel
global, un emprendimiento colosal y
progresivo si se considera la ingente
cantidad de documentos recopilados
de todo el mundo. En efecto, solo
en 2013, se indizaron mil millones
de registros y 5 años después, se
superaron los dos mil millones.
Gracias a la indización, grandes
cantidades de datos llegan a ser
finalmente recuperables a través del
motor de búsqueda de FamilySearch
(La Iglesia de Jesucristo de los Santos
de los Últimos Días, 2023a).
A continuación, se presenta una
selección de los tipos de documentos
más consultados para la investigación
genealógica en el Perú (partidas de
nacimiento, bautismo, matrimonio,
defunción, así como censos
municipales), los principales datos
consignados en ellos, y los datos
indizados en los registros creados
para cada partida por FamilySearch.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
87
Fernando Sebastián Blanco Olea
Tabla Nº 1
Tipos de documentos históricos y datos indizados en FamilySearch
Tipo de
documento
Datos consignados en las
partidas
Datos indizados en los
registros
Partidas de
nacimiento
Registros civiles
(siglos XIX-XX)
 Nombre
 Nombres de los padres
 Tipo de evento
 Fecha de nacimiento
 Lugar del evento
 Sexo
 Tipo de hijo según el estado civil de
los padres
 Edades de los padres
 Lugar de nacimiento de los padres
 Domicilio de los padres
 Ocupación de los padres
 Nombre
 Nombres de los padres
 Tipo de evento
 Fecha de nacimiento
 Lugar del evento
 Sexo
Partidas de
bautismo
Registros
parroquiales
(siglos XVII-XX)
 Nombre
 Nombres de los padres
 Nombres de los padrinos
 Tipo de evento
 Fecha de nacimiento
 Lugar de nacimiento
 Fecha de bautismo
 Lugar de bautismo
 Sexo
 Raza
2
 Tipo de hijo según el estado civil de
los padres
 Nombre del sacerdote oficiante
 Nombre
 Nombres de los padres
 Nombres de los padrinos
 Tipo de evento
 Fecha de nacimiento
 Lugar de nacimiento
 Fecha de bautismo
 Lugar de bautismo
 Sexo
Partidas de
defunción
Registros civiles
(siglos XIX-XX)
Registros parroquiales
(siglos XVII-XX)
 Nombre
 Nombres de los padres
 Nombre del declarante
 Tipo de evento
 Fecha de defunción
 Lugar del evento
 Sexo
 Edad
 Año de nacimiento
 Nombres de los testigos
 Causa de la muerte
 ¿Hizo testamento?
Nombre
Nombres de los padres
Tipo de evento
Fecha de defunción
Lugar del evento
Sexo
Edad
Año de nacimiento
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
88
Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Partidas de
matrimonio
Registros civiles (siglos
XIX-XX) Registros
parroquiales
(siglos XVII-XX)
 Nombre
 Nombres de los padres
 Nombre del cónyuge
 Nombres de los padres del cón-
yuge
 Raza
3
 Raza del cónyuge
 Tipo de hijo según el estado civil
de los padres
 Tipo de evento
 Lugar del evento
 Nombres de los padrinos
 Nombres de los testigos
 Nombre del sacerdote oficiante
 Nombre
 Nombres de los padres
 Nombre del cónyuge
 Nombres de los padres
del cónyuge
 Tipo de evento
 Lugar del evento
 Sexo
 Sexo del cónyuge
Censos municipales
(Siglo XIX)
 Nombre
 Sexo
 Lugar de nacimiento
 Edad
 Lugar de residencia
 Tiempo de residencia
 Religión
 Tipo de acontecimiento
 Estado civil
 Profesión u ocupación
 Bienes (territoriales/industriales)
 ¿Sabe leer y escribir?
 Nombre
 Sexo
 Lugar de nacimiento
 Edad
 Lugar de residencia
 Estado civil
 Tipo de acontecimiento
²La costumbre de consignar la raza del bautizado tiende a desaparecer hacia el siglo XX.
³La costumbre de consignar la raza de los contrayentes tiende a desaparecer hacia el siglo XX.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
89
Fernando Sebastián Blanco Olea
Por tratarse esta de una tarea
progresiva y en curso, muchos
documentos se encuentran todavía
a la espera de ser indizados, por lo
tanto, sus contenidos aún no son
recuperables mediante el motor de
búsqueda. Esto representa una notable
dificultad para los investigadores,
quienes se ven ante la necesidad
de navegar en las microfilmaciones
página por página en una suerte de
browsing, con el objetivo de hallar
información que les resulte relevante
a sus fines.
La indización, en ese sentido, busca
facilitar la búsqueda de información
al investigador y evitarle el tedio de
navegaciones interminables. De allí la
importancia de indizar datos de toda
naturaleza, desde los más comunes
y básicos, hasta los más obsoletos
y controvertidos. Dentro de este
último grupo, puede destacarse la
información relativa a la categorización
de los hijos según el estado civil de sus
padres al momento del registro; y a la
condición de “esclavo” vigente hasta
mediados del siglo XIX en el Perú. En
el siguiente apartado, se detallan los
beneficios de la indización de ambos
tipos de datos para la investigación
genealógica en términos de búsqueda
y recuperación de la información.
Distinción entre hijos dentro y
fuera del matrimonio
La categorización de los hijos
dentro y fuera del matrimonio ha
sido una práctica muy difundida en
muchos países en el pasado, tanto
en registros civiles como religiosos.
Sin embargo, hoy en día en aras del
derecho a la igualdad ante la ley y
como parte de la lucha contra la
discriminación, muchos países han
decidido no seguir considerando esta
distinción en sus códigos civiles.
Para el caso peruano, una
búsqueda retrospectiva de partidas de
nacimiento y bautismo del siglo XVIII,
XIX y de algunos años del siglo XX en
FamilySearch permite encontrar las
siguientes distinciones: hijo natural,
hijo legítimo, hijo ilegítimo, y en
contados casos, hijo adulterino. El
Diccionario panhispánico del español
jurídico (Real Academia Española,
2022b) define estos rótulos de la
siguiente manera:
a) Hijo/a natural: hijo/a nacido/a
fuera del matrimonio, cuyos padres
en el momento de concebirlo/a,
podían casarse sin tener ningún
impedimento.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
90
Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Figura Nº 1
Partida de bautismo de un hijo natural (Perú, 1886)
Fuente: FamilySearch (https://familysearch.org/es/)
Transcripción:
Bernardina Valle, indja. [indígena]
Año del Sr [Señor] de 1886 en once días del mes de stbre [setiembre], yo el Presvto. [Presbítero] Manuel
J. Galarreta, cura interino de esta doctrina de Huamaco. [Huamachuco], en esta Santa Iga.[iglesia]
matriz y pila bautismal exorsizé [sic], catequizé [sic], bautizé [sic] puse óleo y crisma a una infante de
quince días de nacida a qn [quien] puse por nombre Bernardina, hija natural de Mariano Valle y Felipa
Urtado [sic], indios, y fueron sus padrinos Gaspar Cárdenas y María Romero, a qns [quienes] advertí la
obligación y parentesco espiritual que contraían y para qe [que] conste, lo firmo.
Manl. [Manuel] J. Galarreta
b) Hijo/a legítimo/a: hijo/a nacido/a dentro del matrimonio.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
91
Fernando Sebastián Blanco Olea
Figura Nº 2
Partida de bautismo de una hija legítima (Arequipa, Perú, 1853)
Fuente: FamilySearch (https://familysearch.org/es/)
Transcripción:
María Rosa Jiménez, hija legítima.
Año del Señor de mil ochocientos sincuenta [sic] y tres, día treinta de agosto. Yo el Presbítero Diego
Nazario Torres, cura tente. [teniente] de esta Vice Parroqa. [Parroquia] de Santa Rosa de Islay, bautisé
[sic] solemnemente y administré el sto. [santo] óleo y chrisma [sic] á una criatura nacida de dies [sic]
días, á la que puse el nombre de María Rosa, hija legítima de Gregorio Jimenes [sic] y Juana Rosa
Chacón cónyuges de este vecindario; fue su madrina Da. [Doña] María Trancito [sic] Faria, esposa de
Juan Stichley, la q. [que] quedó impuesta de su obligación y parentesco; y para que conste, firmo.
Diego Nazario Torres
c) Hijo/a ilegítimo/a: hijo/a nacido/a fuera del matrimonio, cuyos padres en el momento de concebirlo/a,
no podían casarse por tener algún impedimento.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
92
Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Figura Nº 3
Partida de bautismo de un hijo ilegítimo (Áncash, Perú, 1948)
Fuente: FamilySearch (https://familysearch.org/es/)
Transcripción:
Modesto Leyva
En la Santa Iglesia de San Andrés de Llamellín, á ocho de diciembre de mil novecientos cuarentiocho
[sic]. Yo el infrascrito Párroco de la Doctrina de San Pedro de Huacaybamba; á solicitud de las
autoridades del Distrito, por ausencia de su Párroco, y con aprobación del Excmo. Obispo de Huarás;
bauticé solemnemente á Modesto, nacido el doce de febrero de este año, en Choccha, hijo ilegítimo
de D. Teodosio Leyva y de Dña. [Doña] Lucía Orellaña [sic], siendo madrina Dña. [Doña] Victoria Cueva.
De lo que certifico.
Pedro Guerreros y Núñez
d) Hijo/a adulterino/a: hijo concebido cuando uno de los progenitores estaba casado, o los dos estaban
casados con diferente cónyuge.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
93
Fernando Sebastián Blanco Olea
Si bien es cierto que evidenciar
aún más esta categorización a
través de la indización podría
resultar controvertido por tratarse
de información sensible para los
descendientes de las personas
investigadas, también es verdad que
esta información sería de gran utilidad
para el investigador al momento de
escoger en qué otra(s) fuente(s) de
información continuar su búsqueda
en dirección ascendente en el árbol
genealógico, sobre todo cuando
estas otras fuentes no han sido aún
indizadas. Por ejemplo, si el caso
de estudio fuese un hijo natural,
ello implicará que los padres no
estaban casados en el momento
del nacimiento del hijo; por ende,
resultará improductivo proceder
con la búsqueda de información
adicional sobre los padres en registros
matrimoniales civiles y/o religiosos
no indizados. Lo mismo aplicará para
los hijos ilegítimos. Por su parte, si el
caso de estudio fuese una persona
registrada como hijo adulterino, que
implica que uno de los padres estaba
casado/a con otra persona en el
momento del nacimiento y registro
del hijo, sí tendría sentido continuar
con la búsqueda de cada uno de
los padres por separado en registros
matrimoniales no indizados.
A manera de ejemplo, la figura 4
muestra el registro de la información
indizada proveniente de la partida
5
La existencia de una partida matrimonial en estos casos no es totalmente imposible, puesto que puede darse el
caso de un hijo natural cuyos padres contrajeron matrimonio después de su nacimiento. Sin embargo, las posibilidades
de que ello haya sucedido suelen ser remotas.48
de bautismo de Juan Luis Benigno
Venavides [sic] Morales (figura 5).
Como puede observarse, se ha
indizado el nombre completo y sexo
del bautizado, el tipo de evento
(bautismo), fecha y lugar del evento,
y los nombres de los padres. Sin
embargo, si nos remitimos a la
fuente original (partida de bautismo),
notaremos que no se ha indizado
la condición de hijo legítimo de la
persona en estudio. Esta información
podría resultar relevante para el
investigador que intenta seguir
indagando hacia arriba, tanto por la
línea paterna como por la materna. Al
tratarse de un hijo legítimo, se asume
que existe una partida matrimonial de
los padres, que a su vez podría dar
luces sobre los nombres de los padres
de estos. Por lo tanto, se podría
continuar la búsqueda en el catálogo
de partidas matrimoniales, en el caso
de que estas no hayan sido indizadas
todavía por FamilySearch.
Por el contrario, si la persona
investigada fuese un hijo natural o
ilegítimo, se asumirá que no existe una
partida matrimonial de sus padres⁵ , lo
cual evitaría una inversión innecesaria
de tiempo en una búsqueda de
partidas matrimoniales aún no
indizadas por FamilySearch, que con
toda certeza resultará infructuosa.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
94
Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Figura Nº 4
Registro de una partida de bautismo (Arequipa, Perú, 1878)
Fuente: FamilySearch (https://familysearch.org/es/)
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Fernando Sebastián Blanco Olea
Figura Nº 5
Partida de bautismo (Arequipa, Perú, 1878)
Fuente: FamilySearch (https://familysearch.org/es/)
Transcripción:
Luis Benigno, legítimo
Año del Sr. [Señor] de mil ochocientos setenta y ocho, día trece de febrero. Yo el
teniente de cura de esta Parroquia de Sta. [Santa] Marta bauticé solemnemente
y puse óleo y crisma a una criatura de un día a quien le puse por nombre Juan
Luis Benigno, hijo legítimo de D. [Don] Lorenzo Venavides [sic] y la Sra. [Señora]
Visencia [sic] Morales, naturales de esta […]. Fueron sus padrinos el capitán de
caballería D. Juan César Barraza y la Sra. [Señora] Da. [Doña] Josefa Ramírez, a
quienes advertí su obligación y parentesco q. [que] contrajeron y pa. [para] q. [que]
conste, lo firmo.
Tomás Alegría
Raza y esclavitud
Otros datos sensibles que
ameritan particular atención son los
relacionados con la raza, información
que se acostumbraba a consignar en
las partidas de nacimiento y bautismo
de siglos pasados; una práctica que
de un tiempo a esta parte se ha
venido dejando de lado para evitar la
discriminación étnico-racial.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
96
Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Estrechamente vinculada a la
cuestión racial, se encuentra la
problemática de la esclavitud. En el
Perú, durante los años precedentes
a la abolición de la esclavitud por
Figura Nº 6
Partida de bautismo de una esclava (Chincha, Perú, 1799)
Fuente: FamilySearch (https://familysearch.org/es/)
Transcripción:
Juana Santa Litardo, esca. [esclava]
Año del Señor de mil setecientos noventa y nuebe [sic] yo el teniente cura desta
[sic] Iga.[Iglesia] de Santiago de Chincha en beinte [sic] y cuatro de febrero el
lisenciado [sic] Dn. [Don] Pedro Eliodoro Sánchez, ex lisencia [sic] parroquia
6
,
bautisó [sic], puso olio [sic] y chrisma [sic] a Juana, negra esclaba [sic] de edad de
un año tres meses, a quien bautisó [sic] en caso de nesecidad [sic], hija lejitima [sic]
de Tomás Santa y de Margarita Litardo. Fue su madrina Nicolasa Hurrola, testigo
Manl. [Manuel] Reyes y lo firmo.
Fr. José Soto
6
La locución “Ex licencia parroquia” se empleaba para indicar que el bautizo había sido oficiado por una persona
ajena, pero con licencia de su parroquia.
decreto del presidente Ramón Castilla
en 1854, se solía registrar en las
partidas de bautismo la condición de
“negro” y “esclavo” tal como se aprecia
en el ejemplo de la figura 6.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
97
Fernando Sebastián Blanco Olea
No obstante, la condición
de “esclava” no ha sido indizada
en el registro de FamilySearch
correspondiente a esta partida (figura 7).
La indización de esta información sería
de gran utilidad para el investigador,
quien identificaría rápidamente esta
Figura Nº 7
Registro de la partida de bautismo de una esclava (Chincha, Perú, 1799)
Fuente: FamilySearch (https://familysearch.org/es/)
particularidad y podría continuar su
pesquisa indagando en un registro
(ya sea de bautismo, de defunción
o de matrimonio), o en un censo de
esclavos aún no indizado, si es que
existiese (figura 8).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Figura Nº 8
Registro de bautismos, defunciones y matrimonios de esclavos (Ica, Perú, siglos
XIII-XIX)
En resumen, la indización de estos
y otros datos de carácter sensible
puede dar mayores luces sobre
las fuentes en las cuales continuar
con la búsqueda de información.
Otro claro ejemplo, además de los
mencionados previamente, es el caso
de las declaraciones testamentarias
mencionadas en algunas partidas de
defunción. El tener este dato indizado
serviría de guía al investigador
para confirmar la existencia de un
testamento no indizado, y tratar de
ubicarlo en algún registro civil, ya
sea físico o digital. De esta manera,
accediendo al testamento dejado por
el difunto, el investigador estará en la
capacidad de conocer con precisión
el número de hijos que este tuvo, tanto
dentro como fuera del matrimonio, y
así seguir uniendo los cabos sueltos
de su investigación genealógica.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
99
Fernando Sebastián Blanco Olea
Conclusiones
La era digital ha puesto a
disposición de las personas una gran
cantidad de fuentes y recursos de
información que antiguamente eran
de difícil acceso. En este contexto,
el uso de mecanismos como la
indización ha sido fundamental para
lograr una recuperación eficiente
de la información. En el campo
de la genealogía, la aparición de
innovaciones como FamilySearch
no solo ha facilitado el acceso a
fuentes históricas de alto valor, sino
que ha hecho partícipe al común
de las personas de un menester
otrora exclusivo de los profesionales
de la información -la indización-
convirtiéndola en una actividad
colaborativa.
En este nuevo escenario, la
inclusión de puntos de acceso a
datos sensibles, pero de carácter
público en el proceso de indización,
como los que han sido abordados
en este artículo, podría servir como
hoja de ruta para el investigador,
esclareciendo sus estrategias y
opciones de búsqueda en un mar de
información genealógica relevante e
irrelevante para sus propósitos.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
100
Indización de datos sensibles en la investigación genealógica: beneficios
en términos de recuperación de la información
Referencias
González Lozano, F. et al. (2020). La investigación genealógica en archivos de
seminarios: el ejemplo del Seminario Metropolitano San Atón de Badajoz y sus
alumnos mexicanos. En M. T. Fernández Bajón e I. Villaseñor Rodríguez (Eds.)
Retos y tendencias de la investigación Hispano-Mexicana en Ciencias de la
Información y de la Documentación (pp. 126-143). Universidad Complutense
de Madrid. https://eprints.ucm.es/id/eprint/61719/1/Investigaciongenealogica.
pdf
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. (2023a). FamilySearch:
encuentra a tu familia, descubre tu historia. https://www.familysearch.org/es/
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. (2023b). FamilySearch:
nuestra historia. https://www.familysearch.org/es/about/
Langridge, D. W. (1992). Classification: its kinds, systems and application. Bowker-
Saur.
Naumis Peña, C. (2003). Indización y clasificación: un problema conceptual y
terminológico. Documentación de las Ciencias de la Información, 26, 23-40.
https://revistas.ucm.es/index.php/DCIN/article/view/
DCIN0303110023A/19329
Real Academia Española. (2022a). Diccionario de la lengua española. https://www.
rae.es/
Real Academia Española. (2022b). Diccionario panhispánico del español jurídico
(DPEJ). https://dpej.rae.es/
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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ESTUDIO DE FUENTES
BIBLIOGRÁFICAS Y
DOCUMENTALES
Orlando Corzo Cauracurí
Priscila Arbulú Zumaeta
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: Revisión
bibliográfica
Libraries, books and reading in colonial Peru: Bibliographic
review
Orlando Corzo Cauracurí
Investigador independiente
Contacto: orlandocorzoc@gmail.com
https://orcid.org/ 0009-0008-4128-1925
ISSN- e: 2709-5649-pp 102-131
Resumen
Este artículo presenta una
revisión bibliográfica de estudios
relevantes en la historiografía sobre
bibliotecas, libros y lectura en el
periodo colonial peruano. Asimismo,
identifica y distingue los estudios
sobre bibliotecas institucionales y
colecciones particulares de libros.
Y, finalmente, resalta la producción
de los principales investigadores de
temas referidos a la circulación de
libros, usos y prácticas de la lectura
y la organización de bibliotecas en el
virreinato peruano.
Palabras claves: Bibliotecas
coloniales, Bibliotecas conventuales,
Colecciones particulares, Comercio
de libros, Censura de libros, Historia
de la lectura
Abstract
This article presents a bibliographic
review of relevant studies in the
historiography on libraries, books and
reading in the Peruvian colonial period.
It also identifies and distinguishes
the studies on institutional libraries
and private book collections. And,
finally, it highlights the production
of the main researchers on issues
related to the circulation of books,
uses and practices of reading and
the organization of libraries in the
Peruvian viceroyalty.
Keywords: Colonial libraries,
convent libraries, private collections,
book trade, book censorship, history
of reading
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
103
Orlando Corzo Cauracurí
Introducción
El periodo colonial en el Perú
comprende tres siglos. Desde la
conquista, los españoles trajeron al
Perú el libro en su forma impresa;
con la creación de monasterios y
colegios se organizaron bibliotecas
institucionales y se conformaron
colecciones de libros por parte de
coleccionistas privados.
El interés de los estudiosos en
la historia del libro, la lectura y
las bibliotecas en el Perú colonial
ha generado publicaciones
especializadas que constituyen
una bibliografía que requiere una
revisión sistemática que permita
un acercamiento a sus principales
características para conocer los
alcances, enfoques y tendencias en
las investigaciones, que es lo que
nos proponemos desarrollar en este
trabajo.
Desarrollo del tema
Objetivo
El trabajo de revisión bibliográfica
tiene por objetivo conocer los
estudios más relevantes referidos a
bibliotecas, libros y lectura en el Perú
colonial, determinando las bibliotecas
que han sido objeto de estudio, así
como los principales investigadores y
sus líneas de investigación.
Metodología
En un primer nivel de análisis, se
definieron los criterios para seleccionar
las publicaciones, determinando la
pertinencia y relevancia del estudio en
concordancia con nuestra necesidad
de información. Así, en cuanto a la
consideración geográfica y temporal,
estas debían ser, prioritariamente,
relativas a bibliotecas, libros y lectura
en época de la colonia en el Perú;
en cuanto a la consideración de
nivel de profundidad y énfasis, se
buscó contenido con información
especializada y específica referida a
bibliotecas y colecciones particulares
de libros, evitando estudios generales
donde sólo una parte sea referida al
tema.
Asimismo, se elaboraron
herramientas para el registro de
referencias que se fueron ajustando
a los resultados obtenidos,
permitiendo el ordenamiento de
datos y establecimiento de categorías
temáticas.
En un segundo nivel de
análisis, se revisaron los estados
de la cuestión elaborados por
historiadores peruanos, como parte
de los criterios para determinar las
investigaciones más relevantes. La
determinación de principales autores/
investigadores se realizó sobre la base
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
104
Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión bibliográfica
de la revisión de libros y artículos de
revistas especializadas, ponencias
en seminarios internacionales y
tesis universitarias, reconociendo
las publicaciones que son parte de
investigaciones sistemáticas de largo
aliento y resaltando las investigaciones
consideradas fundacionales, que se
convierten en referentes y son citadas
por sus innovaciones y aportes
originales.
Bibliotecas institucionales
Biblioteca Estudiada por autor (Año)
Tamaño de
colección
Biblioteca de San Pablo (1767) Colegio
de Noviciado jesuitas
Burga (1969, 2013), Martín (1971); Oliver (1989,
2004); Hampe (2011); Guibovich (2013, 2014,
2022)
9,224 cuerpos
de libros
Colegio de yngas nobles: San Borja
del Cusco
Alaperrine-Bouyer (2005) 257 vols.
Biblioteca de los jesuitas. Cusco Unsacc (1938, 1996); Guibovich (2000, 2014b) 4,147 vols.
Colegio Arequipa (jesuitas 1767) Burga (2013) 3,636 vols.
Colegio Trujillo (jesuitas 1767) Burga (2013) 2,778 vols.
Colegio Ica (jesuitas 1767) Burga (2013) 919 vols.
Colegio Huamanga (jesuitas 1767) Burga (2013) 2,946 vols.
Colegio Potosí (jesuitas 1767) Burga (2013) 3.342 vols.
Colegio Huancavelica (jesuitas 1767) Burga (2013) 1,261 vols.
Colegio La Paz (jesuitas 1767) Burga (2013) 2,327 vols.
Colegio Cochabamba (jesuitas 1767) Burga (2013) 1,005 vols.
Convictorio de San Carlos Maticorena (2006) 2,445 vols.
Resultados
En base al registro de los estudios
publicados, se ha elaborado la tabla
Nº 1 que ordena en columnas la
información referida a las bibliotecas
que han sido materia de estudio,
asociada al investigador y el año de
publicación, datos que permiten su
ubicación en la bibliografía elaborada
como sustento de la presente revisión
bibliográfica.
Tabla Nº 1
Bibliotecas institucionales y colecciones particulares de libros durante la colonia
en el Perú
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
105
Orlando Corzo Cauracurí
Convento San Francisco de Lima
(1798)
Liendo (1980); Guibovich (2013, 2022) 7,008 vols.
Convento de Santo Domingo Liendo (1980)
Convento de San Agustín Liendo (1980)
Residencia de San Pedro Liendo (1980)
San Francisco de Cajamarca Liendo (1980)
Convento Santa Rosa de Ocopa Córdova (1974); Liendo (1980)
Biblioteca Convento de la Almudena
en Cusco.
Cisneros (1955, 1982)
Biblioteca de La Recoleta. Arequipa Ramos (2016)
Biblioteca UNMSM Romero (1927); Schwab (1956): Morales (1980);
Campos (2016)
Biblioteca UNSAAC Schwab (1943); Villanueva (1963); Pérez (2019)
Colecciones particulares de miembros del clero
Colección Estudiado por autor (Año)
Tamaño de
colección
Obispo Vicente de Valverde (1542) Hampe (1992, 1996) 178 libros
Cura Alonso de Torres Maldonado
(1591
Hampe (1987, 1996) 60 vols.
Arzob. Hernando Arias de Ugarte (1614) Hampe (1987, 1996) 640 vols.
Canónigo Juan Hurtado de Vera (1636) Hampe (1996) 691 vols.
Clérigo Francisco de Ávila (1648) Hampe (1996, 1996b, 1999) 3,108 vols.
Obispo Manuel de Mollinedo y Angulo
(1673)
Hampe (1996) 696 vols.
Inquisidor Serván de Cerezuela (1583) Hampe (1996) 105 vols.
Obispo Pedro José Chávez de la Rosa Guibovich (2014)
Inquisidor Pedro Ordoñez y Flores Guibovich (1989a) 208 vols.
Arzobispo Bartolomé de Las Heras Puente Candamo (1955), Benito (2018)
Padre Fray Diego Cisneros (179-1795) Campos (2014) Romero (1927)
Fray Juan de Almaraz Guibovich (1989a)
Alonso Bravo de Paredes (1670) Cisneros y Guibovich (1982) 156 vols.
Francisco Javier Luna Pizarro (1846) Schwab (1950) 2447 vols.
Ignacio de Castro Villanueva (1974) 706 vols.
Juan de Espinoza Medrano Guibovich (1992) 400 vols.
Juan Alcedo de la Rocha Gonzáles (1990)
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión bibliográfica
Colecciones particulares
Colección Estudiado por autor (Año)
Tamaño de
colección
Manuel –Baptista Peres (1635) Con-
verso
Guibovich (1990) 155 vols.
Francisco de Isásaga (1576) Conq Guibovich (1985, 1986) 40 libros
Inca Garcilaso de la Vega (1616) Durand (1948); Hampe (1994); Gonzáles (2004) 200 vols.
Manuel Lorenzo de Vidaurre (1841) Lohmann (1998); Guibovich (2013) 1421 vols.
Miguel Feijoo de Sosa. Contador Lohmann (1984)
Pablo Vásquez de Velasco y Salazar
(1720) Oidor
Flores-Zuñiga (2008) 708 vols.
Cosme Bueno y Alegre (1798) Médico,
Cosmógrafo
Guibovich (2003); Morales (2010) 1346 vols.
Juan José de la Puente Ibáñez de Se
-
govia marqués de Corpa (1796)
Rizo-Patrón (2012) 2000 vols.
Pedro de Peralta y Barnuevo Leonard (1941); Romero (2017); Guibovich (2022)
Hipólito Unanue Guibovich (1988)
Tadeo von Nordenflicht (1788) Guibovich (2013)
Ramón de Rozas (1798) Guibovich (2013)
Juan Baptista Bermudez (1632) Guibovich (2003)
Pedro José Bravo de Rivero. Oidor Guibovich (2003) Lohmann (1974) 4000 vols.
Francisco de Butrón (1591) Guibovich (1985)
Agustín Valenciano de Quiñones
(1576).
Lohmann (1971); Hampe (1988, 1987, 1996) 354 vols.
Gregorio Gonzáles de Cuenca (1581) Hampe (1984, 1996) 213 asientos
Antonio Dávalos (1582) Tesorero Hampe (1986, 1996) 97 vols.
Don Martín Enríquez (1583) Virrey Hampe (1986, 1996) 70 vols.
Francisco de Toledo. Virrey Hampe (2006, 2008)
Juan Bautista de Monzón (1594) Lic. Hampe (1984, 1996) 46 vols.
Alonso Riquelme (1548) Tesorero Hampe (1986, 1996)
Lisón de Tejada (1549) Oidor Hampe (1996) 22 vols.
Toribio Galíndez de la Riva (1554) Hampe (1996) 8 libros
Tomás de Solarana (1606) Fiscal Hampe (1996) 91 títulos
Cipriano de Medina Gómez (1635)
Rector
Hampe (1996) 732 vols.
Polo de Ondegardo (1500) Hampe (2007)
Manuel de Gorena y Beiria (1749) Novoa (2012) 160 vols.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
107
Orlando Corzo Cauracurí
Pedro Antonio de Tagle Bracho y Sán-
chez de Tagle (1746)
Novoa (2012) 81 vols.
Libreros y comercio de libros
Nombre Estudiado por autor (Año) Tamaño de
colección
Juan Antonio Musetti (1544) Hampe (1996)
Alonso Cabezas (1549) Hampe (1996)
Tomás Gutiérrez de Cisneros (1651) Hampe (1996)
José Enríquez Carmen del Villar (1781) Mexicano (2004, 2005)
Pedro Durango de Espinoza (1603) Gonzáles (1993, 1997, 1999, 2000); Cuya (2016) 1204 vols.
Cristóbal Hernández Galeas (1619) Gonzáles (1993, 1997, 1999, 2000) 1718 vols.
Joan Ximénez del Río (1570) Cuya (2016)
Andrés de Hornillos (1591) Cuya (2016)
Indios y negros con libros
Nombre
Estudiado por autor (Año) Tamaño de
colección
Rodrígo Flores Caja Malqui (1644) Guibovich (2017a)
Juan Flores Guayna Malqui. Curaca
Ocros
Guibovich (2017a) 20 vol.
Santiago Ara (1792). Curaca Tacna Guibovich (1990); Guibovich (2017a) 100 vol.
Pedro Milachami (1662) Cacique cura
-
ca cañari.
Arellano (1988); Hampe (1996); Guibovich (2017a) 16 vol.
Juan José Bazalar (1717) Negro liberto Adanaqué (2006) 185 vol.
Jerónimo Achicata (1609). Curaca San
Pedro Sipesipe
Guibovich (2017b)
Fernando Ramos Titu Atauchi (1809)
Cura indígena.
Gehbald (2021) 157 vol.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
108
Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión bibliográfica
Sobre la base del análisis de
contenido de las investigaciones,
se han delimitado categorías
que establecen la diferenciación
entre bibliotecas institucionales y
colecciones particulares de libros.
Entre las colecciones particulares
de libros en la colonia en el Perú,
por su número y significación, se ha
establecido la categoría: colecciones
particulares de miembros del clero.
Durante la colonia, las bibliotecas
eran denominadas «librerías».
Posteriormente, el término «librería»
es empleado para designar al
establecimiento donde se venden
libros, pero persiste la ambigüedad en
el uso del término «biblioteca» para
distinguir y diferenciar a las bibliotecas
de las colecciones particulares de
libros.
Las bibliotecas son institucionales
y se distinguen por su finalidad, que
es la de servir de apoyo a lo fines,
objetivos y actividades institucionales;
generalmente, fines educativos y de
formación. Las bibliotecas, entonces,
se organizan para brindar servicios
de información. Las colecciones
particulares de libros se conforman
de acuerdo al interés y uso personal
de su propietario, generalmente
condicionado por su profesión
u oficio, sin intención de brindar
servicios.
Bibliotecas coloniales
Las bibliotecas más estudiadas del
periodo colonial son la del Colegio
de San Pablo de Lima y la de la
Universidad de San Marcos.
El estudio de las bibliotecas del
clero regular no resulta fácil debido
a la falta de suficientes fuentes
documentales. Contamos con
los inventarios de algunas pocas
bibliotecas que pertenecieron a los
jesuitas, franciscanos y betlemitas.
Estos informan acerca de las
dimensiones de las colecciones
y de los tipos de obras que las
componían, pero poco o nada de su
historia, uso y organización interna
(Guibovich, 2022, p. 269).
Colecciones particulares de
libros en la colonia en el Perú
Las investigaciones han
aprovechado el acceso a nuevas
evidencias documentales —como la
revisión de los registros de embarque
de libros hacia el Perú, los archivos
de procesos inquisitoriales, los
inventarios de libros de colecciones
privadas para su posterior subasta,
los libros de bienes de difuntos de
españoles muertos en Perú, entre
otras fuentes—, que han brindado
nuevas luces sobre la circulación de
libros en las colonias.
Los estudios de las colecciones
particulares de libros muestran
el predominio de textos de
adoctrinamiento, en línea con los
esfuerzos de evangelización de los
poseedores ligados al clero. En el
sector no clerical, predominan las
obras jurídicas, y los poseedores de
libros son, en su mayoría, personajes
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
109
Orlando Corzo Cauracurí
implicados en el ejercicio del gobierno
y la judicatura.
Por su parte, la categoría «Indios
y negros con libros» es muestra del
interés creciente por conocer las
formas y usos en la circulación de
libros e ideas en el Perú colonial, toda
vez que «el lector confiere sentido
al texto. Toda historia de las prácticas
de lectura es necesariamente una
historia de los objetos escritos y de
las palabras lectoras, una historicidad
de los modos de utilización, de
comprensión y de apropiación de los
textos» (Cavallo y Chartier, 2004, pp.
16-17).
Principales investigadores en
la historia del libro, la lectura
y las bibliotecas en el periodo
colonial peruano
Pablo Macera y las Bibliotecas
Peruanas del siglo XVIII
Cuenta Manuel Burga sobre los
orígenes de la investigación que, en
la década de 1950, Pablo Macera
trabajaba con Raúl Porras y se interesó
por la conciencia política de los criollos
y la Ilustración. Porras recomendó
a Macera estudiar la educación
elemental «para conocer como las
nuevas ideas habían penetrado en el
ámbito de las actitudes cotidianas de
las mayorías sociales y cómo podrían
haber contribuido a la construcción
de una nueva visión del mundo quizás
más laica» (Burga, 2013, p. 3).
Con la información procedente de
los protocolos notariales limeños del
entonces Archivo Nacional del Perú,
de la Biblioteca Nacional del Perú
y de archivos eclesiásticos como el
de Ayacucho, Macera publicó en el
Boletín Bibliográfico de la biblioteca
de San Marcos el que es considerado
como un trabajo fundacional:
«Bibliotecas peruanas del siglo XVIII»
(Macera, 1962).
De acuerdo con Aguirre y Guibovich
(2007) la influencia de la historiografía
francesa del libro se hizo evidente en
el Perú en el ensayo de Macera, quien
plantea un cambio de perspectiva
para abordar temas referidos al
comercio del libro y la lectura. Los
libros se adquieren importados y,
preferentemente, por compra sin
intermediarios en plaza europea. En
este contexto, el libro era destinado
a una minoría pudiente que pagaba
precios elevados, convirtiéndose la
lectura en una prolongación del ocio
aristocrático para uso y lujo exclusivo
de las clases dirigentes coloniales.
Con respecto a las bibliotecas
institucionales, acrecentadas durante
siglos, estas constituían un riquísimo
patrimonio. Macera dedica algunos
párrafos a la biblioteca de San Marcos,
los que se pueden sintetizar de la
siguiente manera: «más parecería
relato novelesco que documental»
(Macera, 1962).
Macera afirma que la bibliografía,
tal como entonces ya era conocida
en Europa, no fue cultivada en el Perú
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión bibliográfica
durante el siglo XVIII. El único intento
serio de ordenamiento bibliográfico
es asociado al Obispo Chávez de la
Rosa para el Seminario Conciliar de
San Gerónimo de Arequipa, donde
redactó reglamento y regularizó
los préstamos de libros a domicilio,
ordenando la preparación de un
índice alfabético de autores.
En nota a pie de página de la
edición de 1977, Macera comenta
que en 1963 halló los inventarios de
las bibliotecas jesuitas del Perú y los
separó con la intención de ampliar el
estudio referido a las bibliotecas, pero
luego decidió transferir todos esos
materiales a Manuel Burga quien hizo
con ellos una excelente tesis.
Manuel Burga y las Nueve bibliotecas
jesuitas en el momento de la expulsión
(1767)
Parte de la tesis de bachiller
de Manuel Burga, titulada «Nueve
bibliotecas jesuitas en el momento
de la expulsión (1767)», presentada a
la UNMSM en 1969, ha sido publicada
en la versión de la Colección
Pensamiento Educativo Peruano, vol.
3, con algunos cambios en el estilo y
eliminando algunos párrafos (Burga,
2013).
Se estudian los catálogos de nueve
bibliotecas —Noviciado, Arequipa,
Trujillo, Ica, Huamanga, Potosí,
Huancavelica, La Paz y Cochabamba—
en un balance que «no pretende ser
definitivo, sino más bien provisional,
bibliográfico y que no entra en el
contenido de los libros» (Burga, 2013,
p. 136).
Las bibliotecas jesuitas en territorio
peruano, por su cercanía a Lima
y por la holgura económica de
estos colegios, realizaron grandes
adquisiciones de libros. Entonces, si la
biblioteca del colegio San Pablo crecía
vertiginosamente, ocurría algo similar
con las otras bibliotecas de la orden;
poseían libros que explicaban sistemas
de organización de bibliotecas y
bibliografías. Burga precisa que los
catálogos mencionados no han
sido hallados en los nueve colegios
analizados por lo que considera
que no se empleó un criterio único
general de clasificación.
Burga dedica especial atención a la
Ilustración y sintetiza en un cuadro la
presencia de autores más frecuentes,
tanto en las bibliotecas privadas de
los aposentos, como en la biblioteca
general de los nueve colegios
estudiados. Plantea que los jesuitas,
intelectualmente, no tuvieron una
relación negativa con la ilustración.
Guillermo Lohmann Villena
Resulta sorprendente cómo
Guillermo Lohmann logra, en pocas
páginas, concentrar tanta información
y sugiere tantos derroteros a futuras
investigaciones.
Lohmann (1971) aclara que, desde
las primeras épocas de la dominación
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
111
Orlando Corzo Cauracurí
española, hubo libros en abundancia,
aún en medio de las azarosas guerras
civiles. Identifica al primer negocio de
librería en Lima a cargo del contador
Agustín de Zárate, dato cuestionado
por Hampe (1983) quien «señala que
el librero medinense Juan Antonio
Musetti fue el primero en instalar
su negocio en Lima en 1544» (Brito,
2016, p. 72).
Lohmann reseña “bibliotecas
particulares” de la colonia sobre la base
a «papeletas» obtenidas en el Archivo
Histórico de Protocolos de Sevilla, de
contratos pactados para vender libros
recuperados del Archivo Nacional
del Perú y dirige la atención hacia la
lista que Llano Zapata incluye en su
comunicación al Prelado de Charcas
del año 1758 en el que solicita que se
instale una biblioteca pública en Lima.
Sobre las bibliotecas monásticas,
Lohmann menciona que se
constituirían en las colecciones sobre
las que se originarían las bibliotecas
públicas en todos los países
americanos. Anota que la transferencia
de los fondos bibliográficos se dio no
sólo en la capital sino también en
provincias, y hace referencia al trabajo
pionero de Schwab sobre la biblioteca
de la Universidad del Cusco publicado
en el Boletín Bibliográfico de la
Biblioteca de San Marcos el año 1943.
Teodoro Hampe y las colecciones
privadas en el mundo colonial
El libro de Hampe (1986a),
Bibliotecas privadas en el mundo
colonial: la difusión de libros e ideas
en el virreinato del Perú (siglos
XVI-XVII), recopila estudios de
colecciones particulares de libros
que pertenecieron a abogados,
ministros de las audiencias, obispos,
funcionarios de la tesorería real y
de la Inquisición, un virrey, un cura
doctrinero, un conquistador y hasta un
curaca, en base a datos de inventarios
de bienes, protocolos notariales,
autos inquisitoriales, registros de
embarque y transacciones de
compra-venta ubicados en archivos
diversos de Lima, Cusco, Huancayo,
Madrid, Sevilla y Córdoba.
Hampe realiza aproximaciones
de conjunto para tratar sobre las
características de la difusión cultural
en el mundo colonial. Luego,
estudia 19 colecciones particulares
y sus propietarios para entender
el ambiente intelectual, denomina
«la mejor biblioteca del reino» a la
biblioteca cusqueña confiscada por la
Inquisición al Dr. Agustín Valenciano
de Quiñones el año 1576. Se aboca a
las lecturas de un jurista del siglo XVI,
los libros sagrados y profanos de un
tesorero; las aficiones intelectuales de
un gobernante colonial y las lecturas
de un pícaro clérigo indiano de 1591.
En octubre del 2007 se produjo
el Seminario Leer en tiempos de
la colonia: imprenta, bibliotecas y
lectores en América. Teodoro Hampe
presentó La historiografía del libro
en América Hispana: un estado de la
cuestión (Hampe, 2010), donde, entre
otros, cita a Gonzáles para coincidir
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión bibliográfica
en que sería equivocado considerar
a la divulgación de libros e ideas
provenientes de Europa como un
fenómeno puramente elitista.
Gonzáles (1996) analiza la posesión
de libros en base a una variable que
es la estructura social, es decir, los
sectores sociales y económicos a
los que pertenecen los propietarios
de los inventarios de bienes de
difuntos. Confirma que la mayoría
de propietarios de libros pertenecen
a niveles socioeconómicos altos —
eclesiásticos, artesanos, mercaderes,
funcionarios y militares—, sin dejar
de anotar la presencia de arrieros,
marineros, ganaderos, hacendados
y varios otros casos donde no se
especifica profesión.
Gonzáles emplea como fuentes
los Autos de Bienes de Difuntos de la
sección de Contratación del Archivo
General de Indias. Relación de bienes
pertenecientes a los españoles
fallecidos en el Nuevo Mundo, sin
herederos. Se inventariaba, custodiaba
y enviaba a la Península dichos bienes,
entre esos bienes se encontraban
libros.
Hampe resalta los trabajos que
reflexionan sobre las prácticas
simbólicas en la colonia y coloca
como ejemplo, entre otras autoras,
a Rolena Adorno, quien cuestiona las
afirmaciones de Irving Leonard sobre la
influencia de las novelas de caballería
en los escritos sobre la conquista y en
la mentalidad de los conquistadores.
Hampe hace evidente como una de
sus líneas de investigación la evolución
intelectual de las élites urbanas criollas
y resistencias simbólicas (Hampe,
2010).
Pedro Guibovich y la censura de libros
La obra de Pedro Guibovich se
ha orientado a la historia del libro y
la lectura, en particular, a la historia
de la censura de libros e ideas en el
virreinato del Perú.
Guibovich plantea que mediante
el estudio de la censura inquisitorial
se busca contribuir a una historia de
la lectura en la época colonial. Las
preguntas que se plantea son: ¿Qué
tipo de libros se leían? ¿Quiénes leían?
¿Cómo se leían esos libros?
Este autor ofrece abundante
documentación para sustentar
interpretaciones sobre el accionar de
la Inquisición y la difusión de libros
en la colonia. Estudia la censura de
libros como aspecto central de las
actividades del Tribunal del Santo
Oficio y su influencia sobre la cultura
libresca colonial entre 1570 y 1754
(Guibovich, 2003a) y entre 1754 y
1820 (Guibovich, 2013) en dos libros
que se complementan.
En el libro Lecturas prohibidas:
la censura inquisitorial en el Perú
tardío colonial (2013), desmitifica
y aclara el origen y características
de la llamada «leyenda negra» que
convirtió a la Inquisición en el símbolo
paradigmático de la arbitrariedad
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
113
Orlando Corzo Cauracurí
y el fanatismo. Identifica, textos,
contextos y autores que generaron el
surgimiento y afianzamiento de esta
«leyenda negra».
Las principales fuentes
empleadas por Guibovich han sido
los documentos generados por
el Tribunal de Lima que se hallan
dispersos en el Archivo General de
la Nación, la Biblioteca Nacional del
Perú, el Archivo Histórico Nacional de
Madrid y el Archivo Nacional de Chile
en Santiago de Chile.
Guibovich sostiene que,
contrariamente a la interpretación
tradicional sobre la decadencia de
la Inquisición, esta debe ser vista
como una institución que evolucionó
adaptándose a los tiempos
cambiantes. Desde su punto de vista,
la Inquisición se adaptó a la revolución
cultural producto de la invención de
la imprenta y al inicio de la reforma
protestante, así, sus sistemas de
censura se fueron organizando en el
contexto de confrontación religiosa.
Ante la existencia de un Index, la
presencia de libros prohibidos en las
bibliotecas institucionales no parece
ser algo que realmente preocupara;
siempre y cuando se mantuvieran
custodiados en un lugar apartado
y bajo llave. La Biblioteca de San
Pablo, como la de otros colegios
de la orden, incluía libros prohibidos
merced a que, desde el siglo XVI, los
jesuitas gozaban de licencias para
leer textos prohibidos. Se podía leer
y poseer pero no prestar, que podía
interpretarse como proselitismo.
Guibovich propone dos
argumentos centrales: 1) la censura
de libros practicada por la Inquisición
de Lima funcionó de modo
intermitente y permeable debido a
sus condicionamientos sociales e
institucionales; y 2) La censura afectó
de modo específico la producción,
circulación y consumo de libros desde
dos dimensiones en el análisis de su
organización, una dimensión social,
en el que se debe observar quienes
eran los responsables de la censura
y otra dimensión institucional, donde
se debe sopesar las circunstancias
en las que actuaban los agentes de la
censura.
Guibovich presenta el inventario
de libros encontrados en el local
del Santo Oficio en agosto de 1813,
entre los que se encuentran los libros
confiscados por la Inquisición. Lo
importante del hallazgo es que ha
permitido examinar los criterios de
confiscación, así como el empleo de
edictos y catálogos.
Revisitando la Biblioteca del Colegio
de San Pablo
Martín (1971b) describe a la
Biblioteca del Colegio de San Pablo
—que fuera fundada el año 1568 y
funcionara hasta el año 1767— como
la mejor biblioteca de las Américas.
Un dato proporcionado por Martín
(1971b), repetido innumerables veces,
dice que mientras que la Biblioteca de
Harvard contaba con una colección
cercana a los 4,000 volúmenes a
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
114
Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión bibliográfica
mediados del siglo XVIII, la Biblioteca
de San Pablo contaba con casi 40,000
volúmenes. Dato cuestionado por
Guibovich (2013), quien menciona
que el tamaño de la colección de
libros de la Biblioteca del Colegio San
Pablo era de 9,224 cuerpos de libros.
Oliver (2004) menciona que, de
acuerdo con el inventario iniciado en
diciembre de 1767, se registran 9,224
volúmenes de la biblioteca común, a
los que se suman 395 volúmenes de la
librería menor, más 3,267 volúmenes
situados en los aposentos, arrojando
un total de 12,886 volúmenes (p. 818).
Macera (1977) dice que tal vez
exageraba el oidor Domingo Orrantia
al calcular en 35,000 los libros del
colegio limeño de San Pablo.
Respecto de la organización de
las colecciones bibliográficas, Martín
(1971) sostiene que la biblioteca estaba
organizada de manera científica
basándose en que entre sus libros se
encontraron copias de catálogos de
otras bibliotecas europeas. Guibovich
(2013), en cambio, no encuentra
fundamento para tal afirmación,
basándose en lo desordenado
del inventario elaborado en 1767,
posterior a la expulsión.
Sobre la Biblioteca de San Pablo,
pareciera que existe la necesidad
de mostrarla como un modelo de
desarrollo alcanzado y de nostalgia
de lo perdido. Hampe menciona que
falta desarrollar para las bibliotecas
peruanas un estudio como el
planteado por Francois Géal (2000)
que estudia las representaciones
imaginarias de las bibliotecas de
la España de los siglos XVI y XVII.
Grandes bibliotecas que responden a
configuraciones idealizantes que se
mantienen en la memoria colectiva,
una línea de aproximación que no
corresponde a lo real histórico. En
la línea de pensamiento de Geal,
se puede decir que las bibliotecas
coloniales peruanas tenían un modelo
europeo y lógicamente trataban de
imitar a la biblioteca del Escorial, que
era una institución al servicio de una
política de prestigio.
Indios y negros con libros
Guibovich (2017b) trata sobre la
posesión y consumo de los libros
entre los indios partiendo por la
política de alfabetización orientada
a la élite de la población nativa por
parte de la corona española; luego
el tipo de lecturas, generalmente
doctrinarias, evangelizantes; y hace
referencia a los pocos testimonios
existentes sobre indios con libros,
generalmente miembros de la élite
indígena, caciques con interés
preferente por lecturas jurídicas.
«La apropiación de los textos si bien
favoreció la conversión al cristianismo,
también nutrió las agendas políticas y
sociales de los pobladores andinos y,
de esta manera, entraron en conflicto
con las prácticas y discursos de los
colonizadores» (Guibovich, 2017a, p.
191).
Adanaqué y Vega, en Los libros
del liberto: ¿plebe ilustrada en Lima
colonial? (2006), tratan sobre el negro
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
115
Orlando Corzo Cauracurí
liberto Juan José Balcázar, muerto el
viernes santo de 1717. Ejercía el oficio
de barbero y poseía una colección
de 185 volúmenes. Llama la atención
el tamaño y la heterogeneidad de
su temática, declarada la condición
humilde del poseedor. Los autores
advierten que no podrían generalizar,
basándose en este único caso, que
la plebe limeña era instruida, pero
sugieren que la existencia de más
colecciones en manos de otras
personas de condición similar no es
imposible.
Gehbald y Zegarra (2021) se
ocupan de la biblioteca robada de
Fernando Ramos Titu Atauchi, un
indígena noble, cura de indios y
dueño de una colección de libros
que superaba el centenar y medio,
ubicado en una doctrina rural andina,
en Umachiri, región del Collao, en
Puno. Los autores concluyen que la
colección sufrió sustracciones por
parte de familiares, indicando el valor
simbólico, social y económico que
pudo tener el libro en ambientes
rurales.
A modo de conclusión
L
as investigaciones referidas
a las bibliotecas en el periodo
colonial peruano han evolucionado
desde los trabajos descriptivos de
inventarios, predominantes hasta la
primera mitad del siglo XX (Aguirre y
Guibovich, 2007), hasta los trabajos
que aprovechan las contribuciones
de la semiótica, teorías del discurso
postmodernas, revisiones sobre la
evolución intelectual de las élites
urbanas criollas e investigaciones
sobre la resistencia simbólica y real
contra el gobierno español en las
sociedades coloniales modernas
(Hampe, 2010, p. 70).
En años recientes, gracias al
trabajo de historiadores en archivos
y a los avances en la sistematización
y ordenamiento de estos, han
aumentado las aproximaciones a
inventarios de colecciones particulares
de libros en el periodo colonial en el
Perú.
Las investigaciones sobre la historia
del libro, la lectura y las bibliotecas
en la colonia, muestran la constante
influencia en la sociedad peruana de
la iglesia y el clero, mediante el control
de talleres de imprenta e instituciones
de enseñanza, y actuando como
educadores, doctrineros, escritores,
coleccionistas de libros y rectores
de bibliotecas conventuales y de
colegios.
No existen suficientes fuentes
documentales para el estudio de las
bibliotecas institucionales coloniales.
Los inventarios de las bibliotecas
del clero informan acerca de las
dimensiones de las colecciones y de
los tipos de obras que las componían,
pero poco o nada de su historia, uso
y organización interna (Guibovich,
2022, p. 269).
En relación con la relevancia de
las investigaciones, es necesario
distinguir entre trabajos aislados y
ocasionales frente a las propuestas
sistemáticas que examinan catálogos
de libros en la búsqueda constante
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
116
Bibliotecas, libros y lectura en el Perú colonial: revisión bibliográfica
de conocer y esclarecer sobre los
hábitos de lectura y los esquemas de
conocimiento predominantes en una
sociedad como la colonial.
En los estudios más recientes,
los historiadores del libro y la lectura
se interesan en conocer cómo las
personas aprendían y manejaban los
textos impresos, sobre las formas de
adquirir y diseminar conocimientos,
los mecanismos de sociabilidad y
las conexiones entre los hábitos de
lectura y la formación de opinión
pública.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
117
Orlando Corzo Cauracurí
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132
La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo de Felipe V (Lima, 1707)
Representation of La fiera, el rayo y lapiedra, in the celebrations for
the triumph of Felipe V (Lima, 1707)
Priscila Arbulú Zumaeta
Pontificia Universidad Católica del Perú
Contacto: priscila.arbulu@pucp.pe
https://orcid.org/0000-0003-2321-1735
ISSN- e: 2709-5649-pp 132-151
Resumen
Este artículo tiene como propósito,
por un lado, estudiar los múltiples
significados que adquiere la puesta
en escena de la comedia mitológica
La fiera, el rayo y la piedra, de Pedro
Calderón de la Barca, en la capital del
virreinato, con motivo del triunfo de
Felipe V en la batalla de Almansa. Del
mismo modo, busca demostrar que
es posible comparar la participación
de Pigmaleón con la del gremio de
los plateros, quienes asumieron los
gastos de este montaje.
Palabras clave: Pedro Calderón de la
Barca, siglo XVIII, virreinato del Perú,
Castell dos Rius, gremio de plateros.
Abstract
The purpose of this article is, on
the one hand, to study the multiple
meanings acquired by the staging of
the mythological comedy La fiera, el
rayo y la piedra, by Pedro Calderón de
la Barca, in the capital of the viceroyalty,
on the occasion of the triumph of
Felipe V in the battle of Almansa. In
the same way, it seeks to demonstrate
that it is possible to compare the
participation of Pigmaleón with that of
the silversmiths’ guild, who assumed
the expenses of this assembly.
Keywords: Pedro Calderón de la
Barca, XVIII century, viceroyalty of
Peru, Castell dos Rius, silversmiths
guild.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
133
Priscila Arbulú Zumaeta
El 28 de febrero de 1707, por
medio de una carta fechada el 31 de
diciembre del año anterior, escrita por
el virrey Castell dos Rius en Panamá al
señor presidente de la Real Audiencia
de Lima, don Juan de Peñalosa y
Benavides, la urbe recibió la noticia
de los avances militares del rey Felipe
V contra el ejército de los aliados,
enemigos de su reino¹. Así lo registra
el Diario de noticias sobresalientes
en Lima (1700-1705); sin embargo,
en el texto que he transcrito, titulado
Breve relación de las reales fiestas
con que la muy noble y leal ciudad
de Lima, corte del Perú, celebró la
noticia de los felices progresos que el
año pasado de 1706 consiguieron las
armas de nuestro católico monarca
Filipo Quinto (que Dios guarde)
contra el ejército de los aliados, con
licencia en Lima, en la imprenta de
Joseph de Contreras, impresor real
por Su Majestad, año de 1707 (véase
Apéndice documental), se señala
una fecha distinta. Según se indica,
«llegó, pues, la noticia a esta siempre
leal corte del Perú el día 1 de este
presente mes de marzo de 1707, a
las 8 de la mañana». Sea como fuere,
en esta misiva, además, se indicaba
que, así como Panamá festejó estos
1
Respecto a la inseguridad que generaron las noticias en Lima los avances de los diarios, véase Rodríguez Garrido
(2003, pp. 315-317).
2
Su pérdida generó un profundo luto en las gentes: «el sentimiento de la ciudad, el llanto de los pobres, el amor
de todos, grandes y pequeños, es inexplicable. No hay iglesia, capilla ni santuario en esta ciudad y en sus alrededores
a quien no haya hecho limosna. Cuando entró en el gobierno del reino, halló esta ciudad del todo arruinada con los
temblores y por su aplicación y celo la deja hermosamente reparada» Rodríguez Garrido y Firbas, 2017, p. 347). Por su
parte, el virrey Castell dos Rius, tras numerosos percances, entró en Lima en mayo de 1707.
acontecimientos, la Ciudad de los
Reyes también debía hacer lo propio
con dos corridas de toros, una
comedia en el patio del Palacio, y que
los gremios participasen explicando
su alborozo con invenciones de
máscaras.
Como solía ocurrir producto del
carácter sensorial predominante
en esta sociedad barroca, la sede
del virreinato del Perú festejó este
venturoso acontecimiento no solo
con la liturgia católica, los rezos y la
música, sino, además, con el repique
de campanas, vítores y repetidas
aclamaciones al rey, y fuegos
artificiales, entre otras manifestaciones
de fidelidad.
Se trata, evidentemente, de una
época no solo de inestabilidad política
europea por la Guerra de la Sucesión,
sino además local. Esto último se
debe a que, aunque el virrey Melchor
Portocarrero y Lasso de la Vega, conde
de la Monclova, había fallecido el 22
de septiembre de 1705, su sucesor, el
marqués de Castell dos Rius, todavía
no había llegado a ocupar su puesto².
Entre octubre de 1705 y abril de 1707,
ocurrieron dos períodos de transición
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
134
La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
regidos por la Real Audiencia de Lima.
Es, precisamente, en este contexto en
que el gremio de los plateros sufragó
los gastos para realizar el montaje
de la comedia mitológica La fiera, el
rayo y la piedra, de Pedro Calderón
de la Barca. Hacia esta obra dirigiré el
propósito de mi análisis.
Puesta mi atención en esta obra,
he observado que la mayoría de
los investigadores han tendido a
enfocarse en los vínculos existentes
entre esta y la tradición clásica,
así como las comparaciones que
pueden establecerse entre esta y otras
obras de autores contemporáneos
a Calderón, y no le han prestado la
debida importancia a la actualización
de sentidos y significados que esta
comedia adquirió en la capital del
virreinato peruano y para el gremio
encargado de solventar los gastos.
El trabajo emplea un enfoque
interdisciplinario, ya que ha sido
imprescindible no solo acudir a la
obra mitológica, sino, además, a
fuentes históricas que permitiesen
comprender a la sociedad virreinal
peruana de la época. Por tal razón, la
metodología exigió la lectura cercana
de la comedia en tanto remito al
3
Para el caso de las fiestas en que se representó en 1701 La púrpura de la rosa, en cambio, no contamos con una
relación (Rodríguez Garrido, 1998, en nota 9).
4
Esta información también se consigna en El arte dramático en Lima durante el virreinato, de Guillermo Lohmann
Villena (1945, pp. 321-322).
5
Aurora Egido (1989) apunta que no se conservan manuscritos de los años en los que Calderón vivió. No obstante,
a falta de otro testimonio, este nos permite aproximarnos lo más posible al texto original del autor. La edición de Vera
Tassis es de 1687.
análisis de ciertos pasajes como la
indagación de documentación.
La suntuosa representación de esta
obra en Lima está documentada, por
un lado, por la Breve relación de las
reales fiestas, 1707, mencionada líneas
arriba; y, por otro lado, por las noticias
del Diario de Lima (1700-1711), 8 de
marzo de 1707.
3
Celebró el gremio de los plateros
los triunfos de nuestro Rey con la
representación de la célebre comedia
del siempre famoso don Pedro
Calderón: [p. 2] La fiera, el rayo y la
piedra, riquísimamente vestidos los
papeles y con muy escogida música;
representose en el patio de Palacio,
con loa prevenida al asumpto, sainetes
de ingenio y primor (Rodríguez
Garrido y Firbas, 2023, p. 173).
4
En el año 1664, la comedia vio
por primera vez la luz en Madrid,
en la Tercera parte de comedias de
D. Pedro Calderón de la Barca, por
Domingo García Morrás, a costa de
Domingo Palacio y Villegas. Esta
obra se había estrenado en 1652 en
el coliseo del Buen Retiro con motivo
de la celebración del cumpleaños de
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
135
Priscila Arbulú Zumaeta
la reina Mariana de Austria. El martes
de Carnestolendas de 1707, cincuenta
y cinco años después, se representó,
como ya se adelantó, para festejar
el triunfo de Felipe V en la batalla de
Almansa el año previo.
6
Existe un conjunto de trabajos
relacionados con esta obra. Estos,
sin embargo, se han centrado en su
contexto de producción o se enfocan
en determinados personajes, como
Anajarte. El único trabajo que ha
abordado la representación limeña
de la comedia es el de José Antonio
Rodríguez Garrido (2003), titulado
Teatro y poder en el palacio virreinal
de Lima (1672-1707). Mi propósito,
por lo tanto, apunta a revisar la
resemantización política de la obra y
a revisar la participación de Pigmaleón
en este nuevo contexto. En otras
palabras, este artículo apunta a dejar
en evidencia que La fiera, el rayo y
la piedra, en el marco del triunfo de
Felipe V, engloba múltiples signos con
diversos significados. Por un lado, el
teatro espectacular busca consolidar
la imagen del gobernante, por lo
que «servirá de vehículo para afirmar
la idea de una transmisión natural y
legítima del poder del último Austria
al primer príncipe Borbón» (Rodríguez
Garrido, 2008, p. 121). Por otro, toda
la ciudadanía participaba o asistía a
este ciclo festivo con la finalidad de
6
La batalla de Almansa se produjo durante la Guerra de Sucesión, por lo que el triunfo de Felipe V fue decisivo. Con
este se reconquistó Valencia, se debilitó a gran parte del ejército aliado, se recuperó la confianza del grupo borbónico
y se arrinconó al archiduque (Kamen, 2000).
mostrar su fidelidad a la autoridad.
Por último, «en años posteriores, el
financiamiento del montaje de una
obra espectacular en el palacio se
convierte en el modo de participación
de diversos gremios en alguna gran
ocasión festiva» (Rodríguez Garrido,
2008, en nota 40). A partir de la lectura
de Rodríguez Garrido (2003), se puede
afirmar que incluso, en este año, con
la comedia, ya puede vislumbrarse
tal propósito de los gremios, en este
caso, el de los plateros.
De un lado, más allá cualquier
motivación de orden práctico, esta
participación activa de un sector
organizado de los artesanos en el
festejo palaciego puede entenderse
como un mecanismo para involucrar
a la población en el reconocimiento
del Monarca. De otro lado, sin
embargo, tal participación también
permitía a este grupo una afirmación
de su prestigio en la sociedad
colonial (Rodríguez Garrido, 2003,
p. 321).
Mi propuesta, por lo tanto, es
que, por medio del personaje de
Pigmaleón esta obra adquiere
nuevos significados. Propongo como
hipótesis que es a través de esta figura
que se realza la participación del
gremio de los plateros. Como explica
Egido, los materiales mitológicos «se
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
136
La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
adecúan a la hora histórica en la que
la comedia se representa y a la que
sirven, por muy circunstancial que
sea su motivación» (1989, p. 60). No
es mi intención describir aquí toda la
bibliografía existente en relación con
la obra, sino aquellas que pueden
destacarse. De acuerdo con este
criterio, procederé a mencionar
dichas investigaciones.
Para empezar, Aurora Egido
ofrece dos textos (1989b y 1989c)
que abordan los problemas
escenográficos de esta obra.
Respecto al primero, según explica,
al tener la comedia diferentes puestas
en escenas, se presenta la posibilidad
de que también haya una «evolución
temporal en los cambios de gusto
así como las transformaciones que
la obra sufrió fuera del control del
autor de la misma» (1989b, 236).
Esto puede acarrear problemas de
escenografía y de crítica textual.
Sobre el segundo artículo (1986c),
se refiere a las variantes escénicas
de Vera Tassis y la valenciana, y al
empleo del escenario tridimensional
en perspectiva diseñado por Baccio
del Bianco que se modifica en las
posteriores puestas en escena. Del
mismo modo, Egido cuenta con otras
dos valiosas investigaciones. Por un
lado, su edición crítica de La fiera, el
rayo y la piedra (1989a), —con la que
estoy trabajando—, en la que no solo
explica la obra desde una perspectiva
filológica, sino que, además, ofrece
datos sobre el uso de la maquinaria
teatral, establece conexiones entre
Calderón y Velázquez a partir de la
cueva de las Parcas y la fragua de
Vulcano, comenta las reflexiones
existentes en La fiera, el rayo y la
piedra en torno a Pigmaleón y la
teoría del arte y la materia mitológica
clásica, entre otros aspectos. Por
otro lado, está su artículo en el que
se enfoca en el uso del telón que se
fabricó como «jeroglífico de la fiesta a
la que se sirve» (1991, p. 388).
Por su parte, F. Javier Bravo Ramón,
pretende indagar los diferentes niveles
en lo que se utilizan las referencias
clásicas presentes en esta obra. Bravo
Ramón propone, además, que esta
materia clásica en Calderón resulta
ser «una complejidad acorde a sus
planteamientos literarios y escénico»
(2013, p. 149).
En el caso de Lavinia Barone (2014),
la autora indaga en el elemento
cómico de esta obra, sobre todo, en
los graciosos y en cómo el elemento
clásico o el mito es rebajado y
vulgarizado con el fin de apelar a la
risa.
La propuesta central del trabajo de
Katrina Powers (2015) es posicionar
a Anajarte en una tradición literaria,
pasando por Ovidio, Garcilaso y
Lope de Vega; y, posteriormente,
compararla con las otras. Así, esto
le permite sostener que es posible
contemplar tal personaje, en la
comedia de Calderón, como menos
simbólica que sus predecesoras y, por
el contrario, más humana.
Algo similar ocurre con los dos
ensayos de Carmen María López
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
137
Priscila Arbulú Zumaeta
López, que también tienen como eje
al personaje de Anajarte y la tradición
clásica ovidiana. En el primero, López
López pretende examinar los dos
niveles de sentido: el mitológico,
personificado por Anajarte y
Pigmaleón, por un lado; y el alegórico,
encarnado por Cupido y Anteros. Así,
la autora busca demostrar que el
amor correspondido está por encima
del rechazo y frialdad de Anajarte,
personaje que, «simboliza la carga
trágica de acuerdo con la ideología
barroca de la comedia cortesana»
(2017, p. 58). En el segundo trabajo
(2018), su objetivo es revisar y estudiar
cómo la historia del personaje
mitológico Anajarte —que presenta
una evidente herencia ovidiana y
es opuesta a la de Pigmaleón y la
Estatua—, evidencia la funcionalidad
trágica de la comedia.
Respecto a Natalia Fernández
Rodríguez (2022), su trabajo indaga
en cómo Calderón toma al personaje
de Pigmaleón y, sin cancelarle su
componente clásico, lo ajusta y
amolda para un propósito celebrativo.
Es por medio del arte-amor que
Calderón consigue que el conflicto
y la proyección escénica cierren
el círculo metateatralizador, como
ocurre en las comedias cortesanas.
Finalmente, Rodríguez
Garrido (2003), se aproxima a la
representación de La fiera, el rayo y
la piedra desde este contexto limeño
y las condiciones espectaculares de
su montaje, así como el importante
papel que desempeña el gremio
de los plateros en esta fiesta. De
acuerdo con el autor, la elección de
esta comedia debe atribuírsele a don
Fernando Bravo de Lagunas Bedoya y
Castillo y no a los miembros de este
gremio. No obstante, señala que es
revelador que este grupo asumiera
los costos de la representación. Para
el caso de su representación en el
virreinato, sugiere que existe una
gran probabilidad de que se haya
empleado la versión de Vera Tassis,
que presentaba una serie de variantes
y cambios escénicos más complejos
respecto de la primera.
Resulta pertinente realizar algunas
notas comparativas entre el marco
en el que se escribe la comedia de
Calderón y la representación en el
siglo XVIII. Como se adelantó, la pieza
la compone Calderón para celebrar
el cumpleaños de Mariana de Austria,
esposa del rey Felipe IV. La llegada
de esta reina en 1649 fue realmente
significativa. Recordemos, pues, que
tras la muerte de la reina Isabel en
1644, el teatro cortesano pasó por
un extenso período de inactividad.
Se trata, pues, de una obra de teatro
cortesano, palaciega, dirigida a la
realeza (Haverbeck, 1975). Ahora bien,
las comedias mitológicas no son
meros divertimentos cortesanos, sino
que abarcan «una plurisignificación de
las fábulas mitológicas, que adquieren
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
138
La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
distintas funciones: espectáculo
festivo, simbolismo filosófico y
moral, así como alegoría política»
(López López, 2017, p. 73). En efecto,
Calderón presenta en su comedia
tres motivos o historias amorosas,
en medio de un paisaje y ambiente
caótico (propio del barroco), que en
teoría están desligadas. Me refiero,
por supuesto, a la fábula de Ifis y la
esquiva Anajarte; a la de Pigmaleón,
que está tan enamorado de la Estatua
que consigue que cobre vida; y a la
del cazador Céfiro, supuesto primo de
Anajarte y defensor de Irífile, que es de
su invención. Estas deben ser leídas
en clave alegórica para así poder
comprender su dimensión política. Se
trata, pues, de una mezcla de intrigas
amorosas similar a una «compleja
comedia de enredo» (Egido, 1989a,
p. 56). La obra que, en inicio, había
colocado a Anajarte como la
heredera de Trinacria, finaliza con su
metamorfosis en mármol producto
de su actitud de desdeño hacia Ifis,
quien, si bien queda como un galán
sin dama en la obra, es convertido en
príncipe de Epiro. De igual manera,
se señala que Irífile recobra el trono
perdido y consigue el amor de Céfiro.
Por último, Pigmaleón logra casarse
con la Estatua, que ya se ha convertido
en una mujer. Dice la Fortuna:
7
Como apunta Egido (1989a), la muerte de Ifis, por las propias exigencias de la obra, es silenciada.
FORTUNA.
El Amor correspondido la fama
le dé y la gloria a la envidia de
Cupido, pues es suya la victoria
del desdén y del olvido
(La fiera, el rayo y la piedra, vv.
4009-4013).
Como se desprende de la cita
anterior, esta alusión al triunfo del
Amor y la armonía amorosa se
prolonga a la pareja real. Este triunfo
equivale al de «la virtud sobre los
vicios, de la razón sobre la pasión y del
estado cortesano sobre el primitivo y
salvaje» (Egido, 1989, p. 58). Se trata
de un enaltecimiento de la realeza
austríaca:
FORTUNA.
Vuestros son, Felipe,
mis nobles pensamientos,
y el alma y sus potencias a
vuestros pies ofrezco.
Vuestros son, Marïana,las ansias
y deseos de que las esperanzas
lleguen a ser efectos.
Vuestros son, María, los
rendidos desvelos que de servir
tuvimos y de acertar tenemos
(La fiera, el rayo y la piedra, vv.
4070-4081).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
139
Priscila Arbulú Zumaeta
Resulta oportuno tomar en cuenta
el comentario de Guillermo Lohmann
Villena respecto al impacto y presencia
del modelo calderoniano en el teatro
peruano. De acuerdo con Lohmann
Villena (1945), este prevaleció de
manera ampliamente notoria en el
último cuarto del siglo XVII en la escena
limeña, e incluso puede percibirse
su influjo en la centuria posterior.
8
Como observa Rodríguez Garrido, el
que se haya decidido representar un
«festejo cómico» como ocurría en
Lima en los años previos, demuestra
«la significación que la comedia
palaciega había alcanzado en la corte
virreinal como emblema de poder y
autoridad» (2003, p. 317).
Así, las fiestas públicas y la
reposición de esta pieza en la Ciudad
de los Reyes evidencian no solo un
sentido político en tanto que buscan
celebrar al monarca por su triunfo
en Almansa y demostrarle la fidelidad
de sus vasallos en el Nuevo Mundo,
sino además otros dos aspectos: uno,
que el gremio de plateros, al financiar
este montaje, también es partícipe de
esta gran celebración; y dos, que se
buscaba generar «una suerte de efecto
catártico para erradicar los temores y
la incertidumbre» (Rodríguez Garrido
2003, p. 317) de la sociedad.
8
Sobre el sentido de la presencia de las obras calderonianas en el teatro cortesano limeño durante este contexto,
véase Rodríguez Garrido (2003, pp. 332-333).
9
Al respecto, véase Valbuena Briones (2016).
10
Aunque no contamos con los textos menores escritos en Lima que acompañaron esta representación ni
podamos determinar con precisión cómo se transformó la máscara final, el contexto permite plantear cuál fue su
propuesta política (Rodríguez Garrido, 2003).
A mi juicio, para el caso del análisis
de la puesta en escena de esta comedia
en Lima y del rol desempeñado
por el gremio de los plateros, se le
debe prestar mucha atención a dos
aspectos en particular: la referencia
solar y el personaje de Pigmaleón.
Por un lado, la imagen del sol es
una constante en Calderón y tiene
notorias implicaciones simbólicas
(Egido, 1989a, en nota al v. 4113). No
obstante, si antes el desenlace de la
obra mostraba que era una ofrenda
para la pareja real (Felipe IV y Mariana
de Austria, para quien fue escrita,
o Carlos II y Mariana de Neoburgo,
para quienes volvió a representarse
en 1690, en Valencia, con motivo de
su matrimonio), en este nuevo marco
temporal y espacial, ese ya no parece
ser el propósito.
10
CORO PRIMERO.
¡Qué bien suenan las cláusulas
dulces que van a Felipe airoso y
galán!
¡Y qué bien que las oye su
esposa, diciéndole alegre al
mismo compás:
¡Que viva inmortal! ¡Que viva
inmortal!
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
140
La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
CORO SEGUNDO.
¡Y qué bien que las oye su
esposa,diciéndole alegre al
mismo compás!...
¡Que viva inmortal!
¡Qué bien suenan las
cláusulas dulces que aplauden
los rayos de un sol alemán!
(La fiera, el rayo y la piedra, vv.
4104-4113).
Como se ve, en la obra
calderoniana, el triunfo de la corte, el
amor, lo civilizado y la esfera celeste o
el mundo de los dioses por encima de
la naturaleza, la crueldad y lo salvaje,
se traduce en la presencia de la pareja
real, es decir, Felipe IV y Mariana de
Austria. Rodríguez Garrido (2003)
propone que, para este caso, se
construye una nueva pareja sobre la
cual se elabora un significado político:
el monarca y la capital del virreinato.
Después de glosar de manera
sucinta la propuesta del autor sobre
cómo la puesta en escena de esta
comedia mitológica adquiere en
este territorio una actualización de
significados políticos, resulta lógico
que pase ahora a ocuparme de la
figura de Pigmaleón.
11
11
Fernández Rodríguez (2022) estudia cómo Calderón toma al personaje de Pigmaleón, sin despojar sus rasgos
clásicos, para su propio propósito.
12
Durante los siglos XVI y XVII, la pintura adquirió una gran valoración, y para Calderón, la pintura es un arte que
despierta un gran interés teórico. Esto podemos observarlo, por ejemplo, en sus obras El pintor de su deshonra o Darlo
todo y no dar nada. Véase Walthaus (1998).
13
Véase Robben (1983).
Aunque el gremio de los plateros
no fue el encargado de escoger La
fiera, el rayo y la piedra como obra a
representar, sí considero que existe
una posibilidad de que su elección
no haya sido fortuita. Se trata, pues,
de una comedia que constantemente
reflexiona sobre el arte. Tal aspecto,
evidentemente, no llama la atención,
ya que el profundo interés que tiene
el dramaturgo por este, en especial,
por la pintura, es más que conocido.
12
Otro detalle que se debe tomar en
cuenta es que tanto para Calderón
como para algunos teorizadores del
arte de su tiempo la pintura es un
arte superior al de la escultura.
13
No
obstante, como se verá en la siguiente
cita, esta comedia nos ofrece a una
figura (Pigmaleón) que personifica al
artista completo y que es capaz de
maniobrar la pintura y la escultura. En
efecto, si la Estatua al final se convierte
en mujer es debido a la habilidad de
este personaje.
PIGMALEÓN.
Pues oíd, señor, atento:
Lidia es mi patria, mi nombre.
Pigmaleón...
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
141
Priscila Arbulú Zumaeta
CÉFIRO.
Deteneos,
que no quiero en el
discurso de ningún acaso
vuestro entrar ignorando
nada.
¿Sois vos aquel a quien
dieron la pintura y la
escultura tanta opinión, que
es proverbio decir de vos
que partís con Júpiter el
imperio de dar vida y de dar
alma, así al metal como al
lienzo? (La fiera, el rayo y la
piedra, vv. 1465-1477).
Como se ve, aquí no solo la
escultura es dignificada, sino que,
además, le permite al personaje ser
elevado al mismo nivel que Júpiter
(v. 1475). En palabras de Egido, es por
intervención de este artista enamorado
que el dramaturgo consigue convertir
«el oficio de escultor en estudio de un
arte noble y empleo dignísimo “que
no desluce de sangre” (v. 1488). La
escultura aparece como un remedo
del ser vivo al que solo falta la voz»
(1989a, 50-51).
Para explicar por qué considero
que es por medio de Pigmaleón que,
en el contexto del teatro cortesano
limeño, se realza la participación
14
Para más datos sobre los plateros limeños de los siglos XVI y XVII, véase Heredia Moreno (1989).
15
En palabras de Egido: «Calderón siguió la línea iniciada por Leonardo y otros preceptistas del Renacimiento al
convertir al artista en alguien muy superior al mero artesano» (1989a, p. 52).
16
Ambos mitos están en Las Metamorfosis, de Ovidio. Pedro Calderón, por su parte, los coloca en un mismo
espacio y establece un vínculo opuesto entre ambos (López López, p. 2018).
del gremio de los plateros, resulta
oportuno revisar la idea de que tanto
el metal como el lienzo brindan
vida y alma (vv. 1476-1477).
14
Para
sostener mi teoría, recurro a la
primera acepción de los términos
«platero» y «artífice» registrada en
el Diccionario de Autoridades y el
Nuevo Tesoro Lexicográfico de la
Lengua Española. En el primer caso,
en Autoridades (1737) se apunta que
se refiere al «artífice que labra la plata,
haciendo de ella varias cosas»; y, en
el segundo, según Autoridades (1726),
se refiere al «maestro en alguna de
las artes mecánicas o manuales,
como maestro de escultura, de
arquitectura». Por un lado, al igual
que Pigmaleón, los plateros también
emplean metales para sus actividades;
y, por otro, su triunfo radica en, como
señala Anteros, haber conseguido
«una piedra enternecer» (v. 3985).
15
El argumento de la historia
de Pigmaleón y la Estatua es,
prácticamente, inversa u opuesta
a la de Ifis y Anajarte.
16
Ahora bien,
si Pigmaleón, como creador, da
vida a su obra, es producto de su
amor; y si Anajarte se convierte en
mármol es debido a su indiferencia.
Anteros, la divinidad, interviene con
el propósito de advertirle y conseguir
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
que cambie su parecer, pero Anajarte,
al no corresponder al amor de Ifis, es
castigada.
ANTEROS.
Quien de ti viene,
a valerse contra ti.
Ama, amada Anajarte
hermosa y gentil
que el amor no es defecto
y el olvido sí (La fiera, el rayo
y la piedra, vv. 2669-2674).
Volvamos al Diario de noticias
sobresalientes en Lima (1706-1711) y
la Breve relación de las reales fiestas,
1707. Ambos textos aluden a la carta
del nuevo virrey Castell dos Rius, en la
que solicitaba la participación de los
gremios. En efecto, en esta segunda
fuente se señala:
Y para que tuviesen estos festejos
más puntual efecto y se lograsen
con más activa diligencia, se
encomendaron a los gremios, cuya
empeñada emulación hizo retroceder
la corriente de los imposibles,
arbitrando peregrinas formas de
adornos con todas las preciosidades,
lustre y galas, que aun fueran
admiración en el deseo y pasaron
a ser empleo de los ojos en los
16
Ambos mitos están en Las Metamorfosis, de Ovidio. Pedro Calderón, por su parte, los coloca en un mismo
espacio y establece un vínculo opuesto entre ambos (López López, p. 2018).
17
En su mayoría, quienes tenía el oficio de platero eran los miembros de la nación de españoles; y, para ser
admitido como aprendiz, de acuerdo con sus ordenanzas de 1633 y 1778, debía ser hijo de padres conocidos (Quiroz
cit. por Rodríguez Garrido, 2003, en nota 22).
raros y exquisitos primores con que
adornaron la celebridad de asumpto
tan dichoso (1707).
Por otro lado, en la primera fuente
se hace notar que fue el gremio de
los plateros el que contribuyó con
los gastos de este montaje teatral.
Según Rodríguez Garrido, este grupo
se había «destacado en las fiestas
públicas habitualmente por la riqueza
de su intervención, y la composición
de su gremio estaba controlada por
sus propios estatutos, los cuales
establecían estrictos mecanismos de
selección natural» (2003, p. 321).
17
Por lo tanto, a mi parecer, existen
ciertos indicios para plantear la
posibilidad de que el triunfo del amor
correspondido entre Pigmaleón y
la Estatua —y, por lo tanto, el logro
de la integración de todas las artes
manuales— puede compararse, en
este nuevo marco festivo, con los
plateros, que también son artífices.
Si en la obra, esta figura no solo
consigue su propósito de poseer a
la Estatua, sino que también, por su
destreza y técnica, es puesta al mismo
nivel que Júpiter, en la fiesta real, algo
similar ocurre con los plateros, cuya
participación les permitirá, al mismo
tiempo, destacar frente a los demás
gremios.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
143
Priscila Arbulú Zumaeta
El propósito de esta monografía fue
querer argumentar que el montaje de
La fiera, el rayo y la piedra en la capital
del virreinato peruano, con motivo de
las fiestas por el triunfo del monarca
en la batalla de Almansa, por un lado,
tiene una resemantización política;
y, por otro, que sus significados se
actualizan. Así, esta comedia funciona
como un artefacto para demostrarle
fidelidad a Felipe V. Del mismo modo,
he buscado sostener que es posible
establecer una cierta comparación
entre la participación de Pigmaleón
en la obra y la notable intervención
del gremio de los plateros en las
fiestas reales, pese a que no fue este
grupo el encargado de determinar
qué comedia se subiría a las tablas.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
144
La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
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Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
147
Priscila Arbulú Zumaeta
Apéndice documental
Aquí ofrezco una transcripción de un documento impreso en el volumen
facticio de Diarios y memorias de Joseph de Contreras y Alvarado, en Lima, en
1712.
Breve relación de las reales fiestas con que la muy noble y leal ciudad de Lima,
corte del Perú, celebró la noticia de los felices progresos que el año pasado de
1706 consiguieron las armas de nuestro católico monarca Filipo Quinto (que Dios
guarde) contra el ejército de los aliados, con licencia en Lima, en la imprenta de
Joseph de Contreras, impresor real por Su Majestad, año de 1707.
Aunque siempre anhela el amor por elevar a la fineza a la hermosa región de la
esperanza, siendo este noble empeño la más agradable de sus ejecuciones y la más
eficaz de sus lisonjas, se halla más generosamente satisfecho con la perfección del
gozo, que es el precioso fruto que prometen los benignos halagos de la dicha, y
el destinado termine hacia donde se inclinan todos los movimientos del corazón y
donde se sosiegan todas las impaciencias del deseo.
Llegó a esta nobilísima ciudad de los Reyes la noticia de los felices progresos
de las armas de nuestro católico monarca Filipo Quinto (que Dios guarde) contra
el ejército de los aliados, y restauración de las plazas que habían ocupado los
enemigos de su corona. Y por ser el suceso tan conforme a la lealtad del deseo,
correspondió luego a su estimación la universal alegría en regocijados de afectos
y festivos aplausos, que solo la imaginación de los necios que vive siempre
anochecida de melancólicos discursos, dejándose sin dificultad persuadir de lo
adverso, se ampara de la cobardía de las sospechas y de la bajeza de las dudas para
oponerse al crédito de las felicidades. Y, aunque pretende la vulgaridad emparentar
a la melancolía con la discreción, es las más veces falta de prudencia porfiar
contra la justificada razón de la esperanza, que persuade a creer lo mejor y lo más
importante. Señaló el Cielo con favores y dichas correspondientes a sus reales
prenda, a nuestro gran rey Filipo Quinto volviendo con esta felicidad los siglos de
oro a la española monarquía y empeñada con rendida obediencia la fortuna arrimó
el brazo sobre su misma rueda para detenerla y perseverar en siempre firme y segura
constancia acreditando sus aciertos en la continuación de sus favores. Y si en otros
príncipes es benignidad su agrado, en nuestro católico Monarca será premio, pues
llega después de sus heroicas acciones dignas sin duda de multiplicados imperios,
y acreedoras de inmortales laureles, cuyas hojas, al coronar sus triunfos, aun no
bastarán a numerar sus victorias.
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La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
Llegó, pues, la noticia a esta siempre leal corte del Perú el día 1 de este presente
mes de marzo de 1707, a las 8 de la mañana, y a esta hora se juntaron en la sala de
su ayuntamiento los capitulares de este ilustre cabildo, donde se leyó la carta, que
contenía la relación del suceso. Y, en reconocimiento de tan apreciable beneficio,
fue la primera demostración del alborozo volverse a Dios sus glorias en la reverente
acción de gracias, que con majestuoso aparato se dispuso en la iglesia catedral con
asistencia de los señores de la Real Audiencia, en cuya acertada dirección reside al
presente el gobierno de estos reinos, y uniéndose este día en su fervoroso celo a
lo regio de la representación lo amante de la voluntad, hizo lugar a la ostentación
del gozo la autoridad del respeto, a cuyo superior ejemplo correspondían en el
innumerable concurso a las finezas del afecto las voces del aplauso, habiendo
precedido a esta función el solemne repique de la catedral, imitado y obedecido
de todas las parroquias y conventos de la ciudad, que acompañaron este festivo
alborozo con esparcidos fuegos y otras no menos lucidas demostraciones.
Pareció corto el día para la afectuosa expresión de los recíprocos parabienes, que
se daban la lealtad y la alegría, y así aunque intentó llegar la noche, halló opuesto a
sus sombras un nuevo día en las hachas y hogueras, que encendieron las calles y
ventanas, y coronaron las plazas, torres y galerías de toda la ciudad, prosiguiendo
las tres noches siguientes la misma luciente confusión y agradable solemnidad,
habiéndolo mandado ejecutar así los alcaldes ordinarios de esta ciudad por bando
que se echó para ello el primer día, en el cual y en los siguientes calificó el amor
que eran dulces sus llamas y aspiró el fuego a fingir en el aire segundo firmamento
a tiempo que se explicaba el común regocijo en el vario rumor que resultaba del
gustoso aplauso del pueblo, alegre clamor de las campanas, agradable estruendo
de los clarines y errante esplendor de los festivos truenos, que remataban en
hermosura cuanto emprendían en actividad.
El día 2 de marzo convocaron al Cabildo, Justicia y Regimiento de esta nobilísima
coronada ciudad sus alcaldes ordinarios el maestro de campo, don Gerónimo
de Agüero y Añasco, vecino encomendero y regidor perpetuo en este ilustre
ayuntamiento, y el teniente de maestro de campo, general don Fernando Bravo
de Lagunas Bedoya y Castillo, que lo es actual de toda la gente pagada, y milicias
del reino, vecino encomendero de esta ciudad, y señor del Castillo de Mirabel,
para determinar las públicas demonstraciones, con que se habían de celebrar tan
gloriosas noticias, siguiendo el superior ejemplo y magnífica disposición con que
las había hecho aplaudir con el generoso del empeño de reales fiestas en la ciudad
del Panamá el excelentísimo señor marqués de Castelldosrrius, virrey de estos
reinos. Este dictamen se oyó como agradable, aunque sonó como dificultoso
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Priscila Arbulú Zumaeta
por ser tan estrecho el tiempo que solo faltaban seis días para la entrada de la
Cuaresma, y en estos parecía imposible que cupiese la disposición de las fiestas.
Pero rompiendo por las dificultades, se resolvió su ejecución, advirtiendo que el
considerar con sobrada atención los desempeños, siendo medio de embarazarlos,
no puede ser arte de conseguirlos.
Favorecida, pues, de los alientos de la esperanza la inclinación de la fineza
prosiguió esta insigne y regia ciudad el intento con aquel rendido afecto y obsequioso
desvelo, que siempre ejercita en el servicio de su majestad. Y nombrando comisarios
para todas las funciones de que había de componerse el aparato de las fiestas, fio
de su empeño el último esfuerzo de las prevenciones. Encomendóse el adorno de
la plaza y disposición de los tablados para las fiestas de toros al maestro de campo,
don Gerónimo de Agüero y Añasco, alcalde ordinario, y a don Joseph Merino de
Heredia, alguacil mayor de esta ciudad, y al desvelo de su cuidado se perficionaron
con las obediencias del tiempo las promptitudes del arte, pareciendo que aun
dejaban excedidas las velocidades del pensamiento. Por comisario de los toros
se nombró a don Sebastián Palomino Rendón, regidor perpetuo de esta ciudad,
y descendiente de los primeros conquistadores de este reino, cuyo heredado
empeño en el obsequio sirvió de generoso estímulo a su afecto, correspondiendo
a sus deseos el aplauso con general admiración y común alabanza. La ingeniosa
disposición de las máscaras, música y representación del festejo cómico, se fio a
la generosidad, discreción y buen gusto del alcalde ordinario, don Fernando Bravo
de Lagunas, cuyo garbo desempeñó bien esta confianza, porque en el abreviado
estrecho término, que concedió el tiempo, se vio ejecutado lo que aun no pareció
que cabía prevenido. Y para que tuviesen estos festejos más puntual efecto
y se lograsen con más activa diligencia, se encomendaron a los gremios, cuya
empeñada emulación hizo retroceder la corriente de los imposibles, arbitrando
peregrinas formas de adornos con todas las preciosidades, lustre y galas, que aun
fueran admiración en el deseo y pasaron a ser empleo de los ojos en los raros y
exquisitos primores con que adornaron la celebridad de asumpto tan dichoso.
A 4 de marzo se ejecutó con vistosa novedad y bien ordenada ostentación
una lucida máscara, cuya majestuosa pompa remató (después de otros) un
triunfal carro de hermosa proporción y dilatad capacidad, sirviendo de real trono
a un airoso garzón, que adornado de majestad y riqueza, representaba la persona
del Rey nuestro Señor, y a sus plantas postradas las cuatro partes del mundo
ostentaban su voluntario rendimiento en acción de ofrecer a su majestad sus más
preciosos frutos y opulentos tesoros. Y a vista de aquella representación de nuestro
amado católico dueño sedientos los ojos de su luz original, adoraban en copia su
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La representación de La fiera, el rayo y la piedra, en las fiestas
por el triunfo del Felipe V (Lima, 1707)
esplendor, y rompiendo en amantes ternuras los afectos, se desahogaban la lealtad
y el amor en las voces del gozo y del aplauso, que repetían a su augusto nombre
fervorosas aclamaciones.
El día 5 de marzo (que fue el segundo de las fiestas) se lidiaron los primeros
toros con innumerable concurso y universal aplauso. A 6 se repitió otra admirable
y ostentosa máscara, en cuya disposición compitieron el aliño y el ingenio en la
opulencia y la curiosidad, representando en varios lustrosos carros los repetidos
plausibles triunfos de nuestro gran Monarca. El día 7 se ejercitaron el valor y la
destreza en la animosa temeridad de otra fiesta de toros, cuya ferocidad se rindió
por despojo del más vulgar aliento.
El martes de Carnestolendas (que fue el día 8 de marzo y último de las fiestas)
coronó Lima sus amantes festivos aplausos con la admirable representación de la
gran comedia intitulada La fiera, el rayo y la piedra, del insigne don Pedro Calderón,
que se dispuso en majestuoso teatro, acompañando a los aciertos de su autor
los primores del vistoso aparato y elevada suavidad de instrumentos y voces,
persuadiendo a los ojos el lucimiento y gala de los trajes (a cuyo aliño se enlazaba
inmensa copia de preciosas piedras) que se había introducido en las jurisdicciones
de la noche el imperio del día. Con esta autorizada pompa se ejecutó el festejo de
la comedia después de una discreta loa de armoniosa música, escrita al intento de
la celebridad y a proporción de la fineza, que consiguió a diligencias del cuidado
desempeño del deseo.
Estas fueron, oh, generosa Lima, las finas expresiones de tus amantes gozos,
que celebraron tan plausibles triunfos, sin que pudiese embarazar tus garbos la
estrechez de los tiempos tan experimentada en el que corre, como advertida en
el que siempre vuela. Y si las dos columnas de tu escudo son inmortal blasón
de tu lealtad y tu constancia, en cuya firmeza puede gravar la fama el Non plus
ultra de la fidelidad; tu estrella, que siempre ha sabido asistir a reyes escogidos
del cielo en la feliz ejecución de sus altas empresas, ofrece la actividad de su
esplendor al obsequio del gran Filipo, a cuyas reales prendas, entre innumerables
laureles, se consagran con hermosa proporción con sus tres coronas, como al
gran Constantino dedicó agradecido su imperio tres insignes blasones por la
magnificencia, la piedad y el valor. Estas soberanas calidades resplandecen con más
glorioso ejemplo de tu augusto Monarca, tanto que al contemplarlas tu atención
pueden sentir noblemente celosos tus deseos que sean precisas tus obediencias a
su legítimo y dichoso imperio, pues esta obligación le quita a la fineza la gloria de
hacer voluntario el rendimiento. Pero ya en desempeño de esta generosa ambición
consiguen tus afectos ofrecer también a su dominio el albedrío de los corazones
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Priscila Arbulú Zumaeta
con poniéndose de todos tus espacios un dilatado templo, en cuyas aras son las
vidas sacrificios amantes y las almas obsequios reverentes que con leal postrada
adoración se consagran al católico numen, cuya soberanía ilumina con la luz
de su agrado los dilatados horizontes de su imperio, y al modo que repitiendo
el sol en fervorosa carrera su luciente fatiga desvanece la densa obscuridad de
las sombras, vencerá su ardimiento la oposición de la adversidad para que no
falte a la triunfal pompa de sus glorias tan célebre prisionera ni el aplauso de sus
heroicidades el ejercicio de aquellas excelentes virtudes que sin esta experiencia
no permitiera examinar el excelso esplendor de su fortuna, quedando empeñada
la providencia en premiar su admirable constancia, pues como cantaba en igual
ocasión un cisne castellano en su España triunfante:
Solo aspira su altivo pensamiento
al fin dichoso de tan dura guerra,
no a dilatar con el furor sangriento
su propia fama en la extranjera tierra.
Las iras tema de rigor violento el que atrevido contra el cielo yerra,
no aquel que ofrece en tan feliz victoria al mejor culto la debida
gloria.
Da veniam subitis. Non displicuise meretur
Festinat, princeps, qui placuisse tibi.
Martial. Lib. Spectac. Epigram. 31.
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Reseña de los autores
Priscila Arbulú Zumaeta
Licenciada en Literatura Hispánica por la Pontificia Universidad Católica del Perú,
becada en la maestría en Literatura Hispanoamericana en la misma universidad.
Es correctora de estilo y fundadora de CorriGT. Forma parte del Grupo de
Investigación y Edición de Textos Coloniales Hispanoamericanos (GRIETCOH-
PUCP). Ha participado en coloquios nacionales e internacionales. Ha publicado
cuentos en revistas virtuales literarias de Perú, México y Argentina. Sus áreas de
interés son la literatura colonial y la literatura del Siglo de Oro español.
Henry Eduardo Barrera Camarena
Licenciado en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Con
cursos de maestría en Gestión del Patrimonio Cultural en la misma casa de estudios.
Ha sido ponente en diversos eventos académicos. Su tema de interés se enfoca en
escribir la historia del patrimonio edificado que alberga el Centro Histórico de Lima
y en investigar acerca de la historia de la Biblioteca Nacional del Perú en el siglo
XIX. Actualmente labora en la Biblioteca Nacional del Perú.
Fernando Sebastián Blanco Olea
Bibliotecólogo titulado con maestría en Bibliotecas, Archivos y Continuidad Digital
por la Universidad Carlos III de Madrid. Cuenta con más de doce años de experiencia
especializada en organización de la información bajo estándares internacionales
de catalogación y clasificación. Ha laborado en instituciones a nivel nacional e
internacional, como el Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES), el Instituto
Riva-Agüero de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IRA-PUCP) y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID).
Benjamín Blass Rivarola
Investigador y gestor cultural. Licenciado en Ciencias de la Comunicación
(Universidad de San Martín de Porres) con estudios de Maestría en Literatura Peruana
y Latinoamericana (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Ha desempeñado
diversos cargos en la Biblioteca Nacional del Perú, institución en la que labora
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desde 1993. Investigador en la plataforma digital «Memoria Perú. Recorridos por
el patrimonio de la Biblioteca Nacional del Perú». Es autor de Promoción del libro
y la lectura: aproximaciones (2007), Jorge Eduardo Eielson. Testamento en Milán/
Biobibliografía (2016); compilador de Terminación y comienzo. Ensayos sobre el
libro, la lectura y las bibliotecas de Jorge Basadre Grohmann (2023), y ha escrito
diversos artículos sobre literatura y promoción de la lectura.
Orlando Corzo Cauracurí
Licenciado en Bibliotecología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Investigador independiente especializado en historia de las bibliotecas peruanas,
con experiencia docente en la especialidad de bibliotecología en la PUCP y la
UNMSM. Ha sido editor y redactor principal de Claustro Pleno. Bibliotecólogo de la
consultora Macroconsult y de la Bolsa de Valores de Lima. Miembro de la Comisión
de diagnóstico de la Biblioteca Central y del sistema de bibliotecas de la UNMSM.
Investigador de CIRIO (Círculo de Investigación y Orientación en Ciencias de la
Información).
Osmar Gonzales Alvarado
Doctor en sociología por El Colegio de México. Actualmente es coordinador
de la maestría de sociología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
y asesor cultural de la biblioteca central de la Universidad Ricardo Palma. Se ha
desempeñado como director técnico de la Biblioteca Nacional del Perú en dos
oportunidades, director de la Casa Museo José Carlos Mariátegui, agregado
cultural en la embajada del Perú en Argentina, entre otros cargos. Es autor de
Andrés Avelino Cáceres. La Historia del Perú en sus cartas (2023); y coautor de El
intelectual editor y el doble valor del libro (2023) y de Sociología de intelectuales y
epistolarios personales (2022), entre otras publicaciones.
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