Fénix 14, 3-95

Por Carlos Raygada (Conclusión) MARAÑON ESPAÑOL, La n~úsicaen el - "Siendo la verdad una parte tan esencial de la Historia, en esta materia del establecimiento de la música en las misiones es preciso confesar que no se puede disculpar enteramente el descuido de algún misionero, así en introducirla como en llevarla ade- lante, tanto pos lo respectivo 6 los instrumentos, cuanto por lo que per- tenece al canto. Pero tampoco se debe pasar por Ba censura de algunos que, sin haber pisado los umbrales de la misión, y lo que es más, sin tener á lo que parece noticias de lo que se ha practicado en ella sobre el asunto, se han desahogado en expresiones de poco aprecio contra loi misioneros, tomándose la licencia de atribuir el poco adelantamiento de la música en la misión á la vida holgazana y afrentosa ociosidad de los padres. Una y otra cosa se conocerá claramente de lo que diremos en este capítulo, en que daremos una noticia real y verdadera de lo que sucedió en esta materia, y se verá claramente que ni son enteramente disculpa- bles algnnos misioneros que descuidaron de la música por motivos á su parecer honestos, ni dejaron otros de introducirla, promoverla y adelan- tarla con singular empeño. "La razón de la disculpa de algunos niisioneros se fundaba en tres causas: la, la imposibilidad moral que alegaban de introducir la poli- cía de la música en los genios bárbaros de aquellas gentes que les habían tocado en suerte, porque su rusticidad cerraba la puerta á todas estas civilidades y pulirleces, y no era poco sacar de ellas el que aprendiesen el catecismo, cuyo estudio era más necesario y aun indispensable. Y en buena razón se debía preferir lo necesario á lo que solamente sería ÚtiY á los pueblos, cuyos indios, por su mucha cortedad, no podían abarcar las dos cosas; 2", la distancia y desvio de los países de las ciudades de españoles, por lo cual se hacía mucho más difícil que en otras misiones introducir quienes enseñasen á cantar Ó á tocar instrumentos á los indios; 3", las precisas ocupaciones de más importancia que debían llevar la atención de un misionero, sin divertirse á estos establecimientos, que, aunque loa- bles, no eran ciertamente necesarios para lo substancial de un misionero. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964

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