Fénix 7, 206-304

$8 cartas ineditas del GRAN MARISCAL DON RAMON CASTILLA Para contribuir al conocimiento de la conducta histórica y la persona- lidad del Gran Mariscal don Ramón Castilla, publicamos 88 cartas ( l ) , escritas entre el 9 de julio y el 24 de noviembre de 1843, o sea, durante el movimien- to constitucional que puso término al Directorio presidido por el General Ma- nuel Ignacio de Vivanco. Sólo cuatro -sigtiadas con los números 43, 52, 57 y 59- se hallan dirigidas al General Domingo Nieto, Presidente de la Jun- t a de Gobierno Provisorio, y las restantes al Coronel Pedro Cisneros, Prefec- to del Departamento de Tacna; de manera que, pese al hecho de afectar úni- camente a un lapso de cuatro meses y medio, las 88 cartas trascritas represen- tan una fracción más o menos corta de la fecundidad epistolar de Castilla, quien debió comunicarse frecuentemente con los nunerosos elementos que en el país seguían su tendencia política. Y, si se exceptúa cuatro de ellas -res- pectivamente signadas con los números 7, 21, 70 y 80-, todas son autógra- fas. Por tanto, la investidura militar y política de los destinatarios y la reser- va de los asuntos tratados en las cartas, son prueba de su alta calidad docu- mental. Reiteradamente expresa Castilla cuán múltiples, diversas y agobiado- ras son las tareas que pesan sobre sus hombros. "Soy hasta ranchero" (23). "Soy juez de paz, pues oigo demandas del pueblo, del comercio y de todos los empleados de este puerto; soy General sin Ejército y sin ayudantes que me hagan renegar como a usted; soy comandanfe de batallón y hasta cabo de escuadra, desde que raya la aurora hasta que tomo la cama, rara vez antes de las 2 o 3 de la mañana; no me dejan los cívicos y los demonios del infier- no, con sus demandas que me quitan el tiempo más precioso; sin secretario, sin escribientes, ni nada, y con mucha bilis de continuo, no tengo capacidad ni para poner una mala carta" (27). "Soy aduanero, ccmandante, capltán y sargento al mismo tiempo. . . porque con jefes y oficiales que ignoran su de- ber y el camino del honor, me veo obligado a cada cañonazo a salir de m: alojamiento, reconocer al enemigo y pasar al cuartel" (58). Pero su intensa y tenaz vigilancia, su directa participación en los más menudos asuntos del ser- vicio, no parecen gravitar sobre su ánimo en forma tan comprometedora co- (l).-Los originales se hallan en la coleccióri de manuscritos de la Biblioteca Na- cional. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.7, 1950

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