Fénix 3, 613-628

El testamento iego de Leon Por RAUL PORRAS BARRENECHEA Diego López de León, Testamento fecho en Lima el 8-3-1644. Diego de León Pinelo, Testamento fecho en Lima el 21-4-1652. Como complemento al bello y sustancioso artículo del doctor Antonello Gerbi sobre la figura de Diego de León Pinelo, entrego a la publicidad el tes- tamento inédito de éste, otorgado en Lima el 21 de abril de 1652. Con él se esclarecen algunos datos de la biografía del menor de los Pinelos, que fué el único que arraigó en el Perú, fué Rector de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, no obstante ser criollo y de familia sospechosa de judaizan- te, y no desmintió en su vida académica la estirpe de publicistas implacables a la que pertenecía. El testamento confirma que fué hijo del Licenciado Diego de León y de doña Catalina Esperanza Pinelo y que nació en la ciudad de Córdoba en el Tucumán. Asegura, humildemente, que su padre tenia fama de rico, pero que no recibió de él sino tres mil pesos y que tuvo que contribuir luego, con su hermana, doña Catalina de León, a los gastos del entierro. Ea estrecha vin- culación de los hermanos, sobre todo entre Diego y Antanio, queda nuevamcn- te atestiguada. Diego declara tener una suma de cuatro mil pesos en el banco de los Púcares, cuya renta la cobra en España su harmano Antonio, Relator del Concejo de Indias, y ordena que no se le tome cuenta del manejo de esa suma, cuyo remanente deja a sus herederos. El testador está seguro de que Antonio procederá bien, porque tiene "toda confianza de lo que me quiere y es de tan linda conciencia que ajustará esta partida con puntualidad". Diego de León Pinelo declara ser casado con Mariana Gutiérrez, hija le- gítima de don Francisco Eópcz Gutiérrez y de dona Beatriz de Paredes. Por la escritura de dote parece haberse casado hacia 1635. En 1652, fecha del testamento, tenía tres hijos: ]Diego de León Pine!o C~~tiéirez, Catalina de León y Beatriz de L e h , de 15 y 14 anos los dos primeros y de trece años la úl- tima. El estado de salud de Diego de Le6n Pinelo debió ser bastante pre- cario en 1652, porque al final del codiciio, expedido el mismo día del testa- mento, se expresa que el testador, que se hallaba enfermo, no pudo poner Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945

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