Fénix 1, 140-142

Los Nuevos Bibliotecarios Discurso del Sr. Percy Gibson a nombre de los alumnos de la Escuela de Bibliotecarios, en la Ceremonia de clausura de las labores, Señoritas, Señores, conipaííeros todos: Estas palabra, que me toca decir en nombre de la primera promoción de la Escuela de Bibliotecarios del Perú, son ante todo de saludo y de cordial bienvenida a nuestros dis- tingiiirlos hufspedcs, los señores H. M. Lyndenberg y C. Milaa. a quienes los bibilotecarios peruanos considrramos figuras familiares y dilectas amigos de nuestra profesión y de nues- tro país. Por sus altos títulos, como representantes de la American Library Association, y por la importante misión cultural que los trae hasta nosotros, su presencia confiere a este ac- [o, especial dignidad y significacih. Nos hemos reunido hoy, aquí, para despedirnos de las labores que acabamos de cul- minar en esta Escuela. En tan propicia oportunidad, queremos testimoniar en primer térmi- no nuestra profunda gratitud y afecto a todos y cada uno de nuestros maestros y a nuestro Director. Sus esfuerzos y desvelos, su voluntad admirable de enseñar, su fervorosa dedica- ción y su inteligencia, secundados por nuestra constancia y espiritu de trabajo, han logrado que nos incorporemos, afortiinadamente, a una nueva actividad prafesional. Al lado de nuestros maestros, las señoritas que nos han asistido en la Secretaria y en los propios es- tudios, con su generosa abnegación y con las muchas pruebas de su gentileza, han compro- metido también nuestra sincera gratitud. 1-Iacenios asimismo extensivo nuestro reconocimien- to a quienes en la Escuela Nacional de Bellas Artes, primero, y en esta de Servicio Social, después, nos brindaron sus aulas acojedoias y su amable hospitalida,d. Los Estudios que en forma intensiva y sin pausa henios venido rea!izando durante casi seis meses, hc;n constituído para nosotros una excepcional e invalorable experiencia. Los resul- tados -que sería arduo recapitular ahora-- caso podrian concretarse en una favorable conclurión: hemos aprendido a ver y tratar con una visión nueva, técnica, el objeto de nues- tro aprendizaje, el libro y su finalidad, reafirináridonos en el concepto de que es un instru- mento primordial y precioso de cultura, y que nuestra misión es llevarlo con altruismo y con ánimo de servir a cuantos puedan necesitarlo en propio beneficio y en el de la cultura de la colectividad. Pero esta experiencia ha tenido también para nosotros un interés humano: el derivado del contacto dierio, dentro o fuera del aula, con nuestras profesores, en particular con aque- llos que desde fuera nos han traído su saber y su simpatía fraternal. Durante el tiempa i-elativsincnte breve que han trabajado con nosotros han llegado a conocernos -lo sabemos- con profunda penetración y perspicacia; pero nos han dado al mismo tiempo la oportunidad de que apreciemos en el!os nuevos y diversos matices espirituales, propios no sólo de la na- cionalidad de que proceden sino también de sus cualidades personales. Así, se hzn graba- do, por ejemplo, en nuestro espíritu la serenidad inteligente de la señorita Fabilli, la simpa- tía doctoral de Miss Bates, la espontaneidad efusiva de Miss Sherier, la dedicnción acucio- sa y cordial del doctor Aguayo, la delicadeza severa y a la vez risueña del doctor Kilgour .... Los estudios que hemos hecho se han caracterizado sobre todo por la nobleza de su fi- nalidad cminenternente altruista y social, en favor del desarrollo cultural de la comunidad. Enaltecerlos es enaltecer a quienes los han propiciado en nuestro medio, en especial a nues- tro Director, el doctor Jorge Basadre que con tan patriótico espiritu se ha afanado porque fueran una realidad promisora para el desenvolvimiento futuro de nuestra cultura. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.1, enero-junio 1944

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