Fénix 1, 133-139

Discurso del Dr. Jorge Basadre, Director de la Biblioteca Nacional. Nos reunimos esta tioche por iiltima vez después de haber terminado las labores de la Escuela dc Bibliotecaricls. Debemos despedirnos con un gesto cordial como quienes han he- cho juntos una dificil e interesante caminata y van a separarse pero esperan volverse a ver en nuevas luchas cotxiunes eri pro del mismo y grandioso ideal. SALUDO A DOS HUESPEDES. Hemos aprovechada esta oportunidad para recepcionar a dos figuras eminentes e11 el campo bibliotecario norteamericano: los señores Milam y Lyndenberg de paso por Lime durante breves días. Les damos hoy piiblicamerlte testimonio de ~iuestraamistad. El señor Milam ha dedicado ~nuchosaños de su vida a ser algo así conio un gerente de los intereses bibliotecarios en su gran país. El peso d~ las labores de la American Library Association con sus varios n~ilrsde nf~liadosy sus cientos de empleados reposa sobre sus fuertes liom- bros. Cuando está en Estados Uiiidos, lamento mucho decirlo, no se puede hablar con 61 sino por breves txiorneritos. En actividad inixiterrumpida, se le vé viajar por asuntos de su car- go por todos los Estados. Sus tareas se centuplican cada año en el período de convenciones u asambleas de bibliotecarios que sucesivaxnexite se realizan en distintas ciudades. A ellas ccuden jóve~iesy viejos, honibres y mujeres, jefes y auxiliares dentro de la profesión; dis- cuten divididos por secciones, según la especialidad de cada cual, temas relacionados con el progreso cieritifico y administrativo; renuevan o inician amistades; y reciben así después de una o dos seinanas de convivencia, estímulo para seguir adelante. Antes de la guerra actual también estuvo el señor Milani ocasionalmente en Europa con motivo de la organización de la Federación Iriternacional de Asociaciones de Bibliotecarios que llegó a establecerse y co- menzó a 1;:borar en forma iiltiy interesante teniendo una de siis últixnns reuniones eii Madrid en 1934. Esperaiilos que después de esta guerra, en la Europa liberada, se reinicie, expanda y aliond<~ esta cooperación de paz y trultura, sir1 que implique el abandono de las relaciones entre el Sitr y el Norte de Amfrica. A la acción de1 señor Lyudenherg está vi~lciiladoel admirable desarrollo de la Biblioteca Pública de Nueva York con sus numerosas sucursales eti los distintos barrios de aquella me- trópoli; algunas de ellas especia!izadas en !a raza o en la clase del vecindario que reside en sus i~imeciiacioties. T::mhiCn a él se asocia la erección de la Biblioteca Benjamín Franklin en Ml;xico, e~isayode prcseritar libros norteamericanos dentro del sistema bibliotecario nortea- mericano en un país hispano-americano. Coino Putnani y Bishop en el pasado cercano, como kletcalf, Joeclcel, Gjelness hoy, es Lyndenberg uno de los "leaders" en la vida y en el pen- ssmierito, con muchos amigos, gran cantidad de conocidos y pocos enemigos, si algurlo hay: Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.1, enero-junio 1944

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