Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
la contribución de Jorge Basadre
The library, an intellectual home for childhood:
the contribution of Jorge Basadre
Benjamín Blass Rivarola
Biblioteca Nacional del Perú
Contacto: benjamín.blass@bnp.gob.pe
https://orcid.org/0000-0002-0149-4183
ISSN- e: 2709-5649-pp 35-51
Resumen
A lo largo de su prolífica vida como
historiador, bibliotecario, catedrático
y funcionario público, Jorge Basadre
Grohmann (1903- 1980) publicó una
serie de escritos referidos al libro y a las
bibliotecas. En algunos de esos textos
y, sobre todo, en su gestión como
responsable de la Biblioteca Central
de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y, especialmente,
de la Biblioteca Nacional del Perú,
Basadre planteó que la biblioteca
pública era el espacio democrático
por excelencia en la medida que
adaptaba sus colecciones y servicios a
las necesidades educativas, culturales
e informativas de los diversos grupos
etarios, principalmente el público
infantil. En ese sentido, el presente
texto presenta el correlato existente
entre dicha reflexión teórica y las
acciones adoptadas en sus diversas
gestiones para lograr que la biblioteca
pública se convierta en un hogar
intelectual para los usuarios infantiles.
Palabras clave: Gestión bibliotecaria,
Bibliotecarios, Biblioteca pública, Servicios
Bibliotecarios, Literatura infantil
Abstract
Throughout his prolific life
as a historian, librarian, professor
and public servant, Jorge Basadre
Grohmann (1903-1980) published
a series of writings referring to the
book, libraries. In some of these texts
and, above all, in his management
as head of the Central Library of the
Universidad Mayor de San Marcos
and, especially, of the National
Library of Peru, Basadre proposed
that the public library was —and is—
the democratic space par excellence
insofar as it adapted its collections and
services to the educational, cultural
and informative needs of the various
age groups, mainly the children’s
public. In this sense, this text will
present the correlation between this
theoretical reflection and the actions
taken in its various eorts to make the
public library an intellectual home for
children.
Keywords: Library management,
Librarians, Public library, Library
services, Children´s literature
Recibido: 2023-07-09 / Revisado: 2023-10-23 / Aceptado: 2023-10-30 / Publicado: 2023-12-14
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La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Introducción
Sinesio López Jiménez (2004)
en su artículo «Jorge Basadre y
la Biblioteca Nacional del Perú»,
considera que a Jorge Basadre le
debemos una reflexión organizada
y sistemática sobre el sentido,
las funciones y el devenir de las
bibliotecas en el mundo moderno
en general y en el Perú en particular.
Así, en textos como «Objetivos de la
Biblioteca Nacional», «Fénix» y «Bases
para una política bibliotecaria», se
aprecia esta concepción integradora
de la Biblioteca:
La batalla en favor de las
bibliotecas y, por ende, de la
técnica bibliotecaria, tiene múltiple
significado. Es una lucha en favor
de la concepción democrática de la
vida en el más limpio sentido de esta
palabra, procurando la divulgación
de la cultura, el ofrecimiento de
oportunidades para leer a las diversas
clases, regiones, edades (Basadre,
1944a, p. 3).
Esta concepción democrática
de la biblioteca no solo se manifestó
en los diversos escritos publicados por
Basadre a lo largo de más de cincuenta
años de prolífica vida intelectual. Sus
reflexiones tuvieron su correlato en
la destacada labor que desempeñó
en cargos tan importantes como la
dirección de la Biblioteca Central de
la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, la dirección y reconstrucción
de la Biblioteca Nacional del Perú y
los dos períodos como ministro de
Educación.
Sin embargo, a pesar de sus
importantes aportes al desarrollo
de la bibliotecología en nuestro
país, la actividad bibliotecaria de
Jorge Basadre se ha circunscrito
principalmente a su labor como
reconstructor de la Biblioteca
Nacional del Perú, luego del incendio
del 10 de mayo de 1943. Como señala
Castro (2012):
En realidad, a la par con su
actividad académica en los otros
campos, como la docencia y la
investigación histórica, Basadre
dedicó al quehacer bibliotecario más
de veinticinco años consecutivos
(1920-1947), solo con algunas y
breves interrupciones, sin contar su
labor en el Ministerio de Educación
(1956-1958), desde donde impulsó
un conjunto de acciones a favor
del fomento de bibliotecas,
comprendiéndolas en un proyecto
denominado Política bibliotecaria
(pp. 16-17).
Por lo señalado, el objetivo de
este artículo analítico-descriptivo es
dar a conocer y profundizar algunos
aspectos del pensamiento y la obra
bibliotecaria de Jorge Basadre,
específicamente, la creación y
desarrollo de la Sala Infantil de la
Biblioteca Nacional del Perú, lo que
permitirá apreciar la solidez de sus
argumentos y propuestas con una
clara visión de futuro. Para tal efecto,
se han examinado fuentes primarias
como documentos de archivo y las
publicaciones bibliotecológicas y
bibliotecarias del y sobre el autor.
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Benjamín Blas Rivarola
La información recopilada ha sido
sistematizada y ordenada de acuerdo
con la trayectoria vital del historiador
de la República, lo que permitirá
efectuar una valoración de sus aportes
al campo bibliotecológico.
Primeros acercamientos a la
lectura
A pesar del duro contexto
sociocultural y emocional, producto
de la ocupación chilena de Tacna,
la infancia de Jorge Basadre estuvo
estimulada por la lectura de periódicos
y la valiosa biblioteca familiar:
Allí llegaban en su continuidad
sin quiebra los ejemplares de la
suscripción de El Comercio de Lima,
en tanto que, hacia 1909, hemos
debido oír decir que La Prensa había
sido clausurada, si bien su lugar de
combate fue tomado brevemente
por El País. No sufrían interrupciones,
en cambio, las suscripciones
europeas de La Ilustración Artística,
Alrededor del mundo, Hojas selectas
y algunas revistas inglesas con sus
grabados alucinantes (Basadre,
2007, p. 92).
En 1909 fallece su padre y, tres años
después, la familia Basadre se traslada
a Lima. Posteriormente, continúa sus
estudios en el Colegio Alemán y en el
emblemático Colegio Nuestra Señora
de Guadalupe. En ese contexto, tuvo
su primer acercamiento a la Biblioteca
Nacional del Perú:
Mi primer recuerdo de la
Biblioteca Nacional se remonta a
los años 1914 o 1915, sin duda, más
probablemente a este último. Quise
ir a leer allí, pero fui rechazado por
no tener la edad mínima necesaria
para gozar de ese privilegio.
[…]
Obtuve de mi familia una carta
para el Director, que era don Luis
Ulloa. Éste, con gran bondad,
dispuso que se me diera una mesa
en su propio despacho. Allí conocí
a José Carlos Mariátegui, contertulio
habitual de Ulloa entonces.
[…]
Aunque fue muy breve, este
contacto con la Biblioteca Nacional
contribuyó a definir mi vocación
(Basadre, 2007, p. 406).
La vida y la biblioteca
En 1919, Basadre ingresa a la
Facultad de Letras de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. En
ese mismo año, se integra al equipo
de voluntarios organizado por Raúl
Porras Barrenechea, para catalogar
los folletos dispersos en la colección
Papeles varios de la Biblioteca
Nacional. Integraban dicho equipo:
Manuel C. Abastos, Jorge Guillermo
Leguía, José León Bueno, Eloy
Espinoza Saldaña y Jorge Cantuarias.
También en 1919, ingresó a trabajar
como auxiliar en la Biblioteca Nacional.
Se le asignaron labores relacionadas
con el análisis y conocimiento de las
fuentes de información existentes en
esa institución:
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La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Se me asignó primero la tarea
de ir apuntando en unas tarjetas
verdes los libros de la Sala Europa.
En obedecimiento de órdenes
especiales y quizá sardónicas del
subdirector, don Carlos A. Romero,
empecé por anotar a mano,
pues no disponía la Biblioteca de
muchas máquinas de escribir, una
enorme cantidad de obras en latín
provenientes del antiguo convento
de los jesuitas, que yacían en la
parte alta de esta sección. […] En la
Biblioteca, un día [Alejandro] Deustua
[director de la Biblioteca Nacional de
entonces] me ordenó que registrara
en fichas solo las ediciones del siglo
XX con el fin de obtener una guía
que tuviera utilidad para el salón
de lectura; disposición que cumplí
(Basadre, 2007, p. 410).
Años después, en 1923, es
destacado de la Biblioteca Nacional
al Ministerio de Relaciones Exteriores
para realizar la compilación de
documentos destinados a la Campaña
Plebiscitaria del Sur y, al mismo
tiempo, comparte dichas labores con
el trabajo, en el horario nocturno, en
la Biblioteca Central de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, en la
que también colaboró en el Boletín
Bibliográfico.
En 1926, ascendió a la categoría
de «conservador». Su tarea principal
fue tener al día el libro de ingresos de
la Sala Europa; sin embargo,
Me dediqué entonces, como casi
todos los empleados que no estaban
al servicio del público lector, a leer por
mi cuenta en las horas de oficina. Así
se enriquecieron mis conocimientos
en el ámbito de la literatura, la
historia, la política, el derecho y la
economía principalmente. […]En
realidad fui, durante varios años, sin
compromiso expreso, algo así como
un becario del Estado peruano para
realizar investigaciones con el título
de empleado público (Basadre,
2007, pp. 410-411).
Posteriormente, entre 1930-
1931 y 1935-1941, Jorge Basadre
asume la dirección de la Biblioteca
de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. Durante su gestión se
efectuaron las siguientes acciones:
-
Reapareció el Boletín Bibliográfico;
- Se incrementó el fondo bibliográfico
(solo hasta 1939 el número de
libros se había incrementado en
un promedio de 20%, pasando de
36,927 volúmenes a 44,039);
- Se ampliaron y equiparon las salas
de lectura;
- Se amplió el horario de atención (se
reestableció el horario nocturno y
dominical);
-
Se mejoró el programa de servicios al
público. Todo ello, ejecutado sobre
bases técnicas y con perspectivas de
desarrollo en los siguientes años; y
- Se completó el catálogo por orden
de autores.
Tal como veremos más adelante,
y a juicio de Castro (2012), uno
de los principales investigadores
de la labor bibliotecaria de Jorge
Basadre, su experiencia como
director de esta biblioteca sería
determinante en el fortalecimiento
de su vocación bibliotecaria pues
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Benjamín Blas Rivarola
es en esta donde «además, volcará
sus primeros trabajos sobre temas
de la especialidad, primero, con un
importante artículo donde plasmará
su visión sobre biblioteca, para
luego abordar temas específicos que
atañen particularmente a la biblioteca
universitaria» (p. 28).
Al reseñar la experiencia
bibliotecaria de Jorge Basadre,
debemos mencionar dos momentos
en los cuales adquirió los más
modernos planteamientos teóricos,
prácticos y metodológicos de esta
disciplina. En primer término, entre
1931 y 1932, Basadre estudió en
los Estados Unidos un curso de
Organización de Bibliotecas con
una beca otorgada por la Fundación
Carnegie, reconocida como la más
importante institución norteamericana
de gestión y formación bibliotecaria.
Por ello, al decir de Mac Kee de
Maurial (2004), se convirtió en el
«primer peruano profesionalizado
como bibliotecario».
Durante ese período visitó numerosas
bibliotecas públicas y universitarias
y recibió información sobre su
organización.
Ahora bien, el recorrido en cada
biblioteca fue […] departamento por
departamento siguiendo los pasos del
procesamiento técnico de un libro,
desde que ingresa hasta que se pone
a disposición del público: admisión,
catalogación y clasificación; así
como las formas
de relación entre
la biblioteca y el público (servicios)
(Castro, 2012, p. 59).
Por otro lado, entre el 20 y el 30
de mayo de 1935, participó en el II
Congreso Internacional de Bibliotecas
y Bibliografía en Madrid y Barcelona. En
dicho certamen se discuten las nuevas
corrientes del pensamiento destinadas
a renovar la bibliotecología, por tal
motivo, adquiere nociones sobre la
figura del «lector múltiple» (lector con
diversas necesidades de información),
el acceso libre a las estanterías, la
actualización permanente de las
colecciones y la labor de promoción
del uso de las bibliotecas por el
gran público. Los conocimientos
adquiridos por Basadre en el
extranjero revelan su interés por estar
al día en las tendencias bibliotecarias
mundiales, las cuales serán aplicadas
posteriormente durante su gestión en
la Biblioteca Nacional del Perú.
Basadre y la biblioteca infantil
Hasta la gestión de Jorge Basadre,
el niño no era considerado como
usuario de la Biblioteca Nacional y,
asimismo, no se diferenciaba a la
biblioteca escolar y a la biblioteca
infantil. Esto se evidencia claramente
en la posición de Ricardo Palma,
quien, en el apartado «Reforma
reglamentaria» de la Memoria
correspondiente a los años 1884-
1888, manifiesta lo siguiente:
De haber estado en mis
facultades habría prohibido que se
pusiesen libros inconvenientes en
manos de jóvenes cuya educación
comienza, y que no están, por ende,
preparados para cierto género de
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
lectura. Buena reforma sería la de
autorizar al Director, no solo para
que niegue libros fútiles á jóvenes
imberbes, sino para que no admita
en el salón á los alumnos de colegio.
[…]
No han escaseado en el cuatrenio
jóvenes que, para preparar sus tésis
universitarias, han acudido á la
Biblioteca como fuente copiosa de
consulta y estudio; y ha sido para mí
motivo de patriótica complacencia
ayudarlos con indicaciones sobre las
obras que les convendría registrar,
dándoles á la vez todas las facilidades
con mis atribuciones compatibles.
Pero, repito, que la Biblioteca debe
cerrarse no para los estudiantes de la
Universidad, que son en su mayoría
jóvenes circunspectos é inteligentes,
sino para los niños de las escuelas,
generalmente díscolos y bulliciosos.
Tal es la reforma que, entre otras
de pequeña entidad, desearía ver
consignada en el reglamento (Palma,
1888, pp. 12-13).
En contraposición con esta visión,
desde la década del 30´ del siglo
pasado, y a través de diversos escritos,
Jorge Basadre puso énfasis en las
particularidades de un nuevo usuario
de las bibliotecas, el público infantil:
1. En una entrevista concedida al
periódico El Perú, el 8 de agosto de
1931, se dio a conocer lo siguiente:
En seguida nos muestra el proyecto
que tiene presentado y que, a la
fecha, se estudia sobre bibliotecas
escolares, bibliotecas infantiles y «La
Hora del cuento» que está copiada
de la que en París se denomina
«La hora feliz». Para las primeras
se cuenta con el plan al que
cooperará el Comité de Segunda
Enseñanza compuesto con motivo
de la federación de los colegios
de instrucción secundaria con la
universidad para fines culturales.
Se discute —nos dice— si en las
bibliotecas escolares o infantiles solo
deben considerarse los libros serios.
Yo creo que ha de darse cabida a
toda clase de lectura adecuada a las
mentes de los niños. Y también a la
lectura de obras imaginativas (p. 3).
2. El 12 de enero de 1936, en La
Prensa, Basadre publicó el artículo
«El sentido de las bibliotecas», en
el que planteó las características
de las bibliotecas infantiles:
Al niño no se le debe arrojar de
la biblioteca popular sino atraerlo
a ella desde su más tierna edad.
La biblioteca infantil es algo muy
distinto de la biblioteca escolar. Esta
es compulsiva y obligatoria y forma
parte de un plan de estudios; a
aquella va el niño espontáneamente
y recibe allí un trato de cordialidad y
camaradería (p. 18).
En ese mismo artículo, Basadre
considera que «la “hora del cuento”
semanal atrae a la clientela más
pequeña; y cuando ya se inicia el
paso de la infancia a la juventud, esa
atracción se procura realizar mediante
los “clubes de lectores” que hacen
lecturas y discusiones en común»
(Basadre, 1936, p. 18). Como se puede
apreciar, el autor no está diferenciado
esos tipos de bibliotecas sino que
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Benjamín Blas Rivarola
está presentando algunas estrategias
de mediación lectora, las cuales se
aplican hasta la actualidad.
El incendio de la Biblioteca
Nacional
En La vida y la historia, sus valiosas
memorias, Jorge Basadre nos brindó
un desgarrador testimonio acerca del
incendio de la Biblioteca Nacional:
Un lunes de mayo, al ir, a las
ocho de la mañana, a la clase de
Historia del Derecho Peruano en
la Universidad de San Marcos, me
enteré de que esa mañana habíase
producido un devastador incendio
en la Biblioteca Nacional. Tiempo
hacía que a pesar de mis deseos,
no frecuentaba dicho lugar. En
ese momento, la violencia de mis
recuerdos y de mis amarguras me
hizo preferir no ver convertido en
ruinas el recinto que, aparte de su
enorme significado para el país, era
el lugar donde tantos años de mi
juventud transcurrieron.
[…]
Parecían haberse ensañado las
llamas en lugares muy alejados
entre sí: las dos salas Europa, la
Sala América, el salón de lectura
y el depósito de publicaciones
periodísticas. De ellas, como
tuve más tarde oportunidad de
comprobar, nada o casi nada pudo
salvarse. La destrucción fue allí casi
siempre completa, pese al hecho
de estar los libros alineados en
las estanterías, presentando hacia
afuera, como en un muro, sus
empastes de cuero (Basadre, 2007,
pp. 417-419).
Al mes siguiente del incendio, el
gobierno de Manuel Prado nombró
como director de la Biblioteca
Nacional a Jorge Basadre. Para
aceptar la designación, solicitó el
cumplimiento de tres condiciones:
«criterio técnico en la organización del
nuevo establecimiento; la Escuela de
Bibliotecarios; y la autoridad efectiva
para manejar la Biblioteca y para tratar
directamente con el Jefe de Estado
acerca de los grandes problemas que
la reconstrucción suscitara» (Basadre,
2007, p. 444).
Definitivamente, la elección de
Jorge Basadre como director y,
sobre todo, como reconstructor de
la Biblioteca Nacional, fue un gran
acierto del gobierno de entonces,
puesto que, como hemos visto, y
recalca Salazar Ayllón (2004):
Basadre era el único intelectual
y bibliotecario profesional, con
experiencia de vida en la antigua
institución, conocedor de los
valiosos fondos atesorados por
ella, y activo seguidor de las
nuevas tendencias sobre gestión
de los servicios bibliotecarios.
Tenía además, innumerables
contactos con instituciones,
gremios, personalidades y agentes
promotores de la modernización de
bibliotecas (p. 116).
Algunas de las decisiones que
tomó Jorge Basadre fueron las
siguientes: el reemplazo de las
colecciones perdidas (donaciones
y compras); la adquisición de una
colección actualizada en Ciencias
y Humanidades; la creación de la
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La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Escuela Nacional de Bibliotecarios;
la publicación de las primeras revistas
especializadas en Bibliotecología:
Boletín de la Biblioteca Nacional,
Fénix y Anuario Bibliográfico Peruano;
la adopción del Sistema Decimal
Dewey para la clasificación de las
colecciones; y la adopción de las
reglas de catalogación de la American
Library Association.
Las acciones señaladas
respondieron a una reflexión
organizada y sistemática sobre el
sentido, las funciones y el futuro de
las bibliotecas en el mundo moderno
y, específicamente, en el Perú. En
ese sentido, para Jorge Basadre, la
biblioteca es el hogar intelectual
democrático. Dicha concepción fue
dada a conocer en diversos textos
como, por ejemplo, «Tarea de la
Biblioteca Nacional», publicado en la
revista Peruanidad:
La Biblioteca aspirará a ser el hogar
intelectual de todas las clases
sociales, sin distinción de sexos ni
edades. Quienes vayan allí serán
servidos, no por favor o haciendo
discriminaciones personales;
tendrán todos por igual el derecho
de ser atendidos cortésmente y
podrán demandar el cumplimiento
del deber de ayudarlos. Sin descuidar
a los eruditos, la Biblioteca buscará
al profesional, al obrero, al colegial
y al estudiante, suministrándoles un
material de lectura de triple finalidad:
puramente recreativo, de formación
espiritual o de utilidad práctica e
inmediata. La organización técnica
en este caso específico, no implica
un alejamiento de la gente común;
por el contrario, se impregna de
un auténtico y vasto contenido
democrático, de una generosa
filosofía social (1944c, p. 1319).
En otras palabras, la Biblioteca
Nacional debe ser, a la vez, una
biblioteca popular para el gran
público (función pública), un instituto
de investigación bibliográfica (función
académica y patrimonial) y la base
para el desarrollo bibliotecario en todo
el país (función democratizadora).
Del mismo modo, Basadre
diferenció y, al mismo tiempo, integró
las funciones básicas de la Biblioteca
Nacional del Perú: su carácter
patrimonial y su carácter público.
Asimismo, planteó la necesidad de
la existencia de una red nacional de
bibliotecas en todo el país. Así lo hizo
saber en el discurso de colocación de
la primera piedra del nuevo edificio de
la Biblioteca Nacional, el 18 de enero
de 1944:
Se trata de conservar, esta vez con
seguridad absoluta, el patrimonio
histórico del país y de la civilización
a la que él pertenece guardando
las obras que simbolizan y explican
tan invaluable herencia; se trata
igualmente de complementar y
extender las funciones educativas
que las aulas cumplen siguiendo
los imperativos sociales de la
ilustración popular al suministrar la
mejor lectura gratuita para el mayor
número.
[…]
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
43
Benjamín Blas Rivarola
P
ara el cumplimiento de tan vastos
fines, al lado de la planificación
de esta obra arquitectónica, ha de
ponerse paulatinamente en práctica,
el establecimiento de sucursales o
anexos de ella en distintos barrios de la
zona urbana y suburbana de la capital,
integrándolos en una red bibliotecaria
en todo el país que comprenda
también sus secciones rurales (1944b,
pp. 8-9).
Jorge Basadre y la Sala Infantil
En junio de 1945, Jorge Basadre
publicó el artículo « La nueva Biblioteca
Nacional ante el niño y el maestro»,
en la revista El Nuevo Educador. En
ese artículo, luego de rememorar
el episodio en el que se le impidió
el ingreso a la Biblioteca Nacional,
Basadre plantea la necesidad de que
el niño se convierta en usuario de la
institución:
Nunca he podido olvidar que cierta
vez, siendo niño, fui a la Biblioteca
Nacional y no me quisieron dar el
libro que solicité, por mi edad. Un
cartel en el salón de lectura decía
que la entrada para los menores de
15 años estaba prohibida; y que en los
asientos había que dar preferencia a
los adultos. Ni aquella prohibición
ni ese letrero deben volver a existir.
Es necesario que los niños sean
atraídos sistemáticamente a la
Biblioteca desde la edad en que
pueden leer; es necesario que haya
para ellos una atención especial, que
sean recibidos en salones distintos
de los que corresponden a los
demás lectores y que para ellos se
adquieren libros especiales (1945, p.
[16]).
En ese mismo artículo, al igual
que en el texto «El sentido de las
bibliotecas» de 1936, Basadre pone
énfasis en definir las características
de las bibliotecas infantiles y las
bibliotecas escolares:
No es lo mismo una biblioteca
infantil que una biblioteca escolar. La
primera corresponde a un servicio
público y libre, de lectura recreativa;
la segunda viene a ser un anexo de
las tareas docentes y tiene un lugar
propio dentro de los modernos
planes de estudios. La nuestra será
por cierto una biblioteca infantil.
Sin embargo, no nos consideramos
exentos de vinculaciones y de
responsabilidades frente a los
colegios. El carnet escolar podrá ser
utilizado para identificar y autorizar
a nuestros lectores; estableceremos
arreglos especiales con los planteles
que deseen colaborar con nosotros
en la implantación cuidadosa del
servicio de préstamo a domicilio de
nuestros libros infantiles; formaremos
sucursales en los internados y
establecimientos educacionales
distantes; evitaremos que nuestros
salones de lectura sirvan de lugar de
refugio para los niños inasistentes
e impuntuales en sus colegios;
suministraremos información sobre
la conducta y hábitos de nuestros
lectores (Basadre, 1945, pp. [16]-17).
En ese contexto, no debe extrañar
que la primera sala de lectura de
la Biblioteca Nacional del Perú en
abrir sus puertas al público fuese
precisamente la Sala Infantil. En sus
memorias, Basadre anotó lo siguiente:
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
44
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Por tal motivo, en setiembre de 1947,
sin ceremonia (pues las había habido
con exceso anteriormente), abrimos
el Departamento de Niños que
organizó María Elisa de Otero. Fue
una selección simbólica ésta, pues
quisimos dejar constancia de que
en la nueva Biblioteca Nacional el
niño no era excluido como lo había
sido antes, sino, por el contrario,
era atraído a ella, no solo con libros
especiales y con “la hora del cuento”,
sino además con un teatrín propio
(Basadre, 2007, p. 494).
En efecto, el 14 de setiembre de
1947 se inauguró el Departamento
de Niños, el cual tuvo las siguientes
características:
- El servicio para lectores de 5 a 16
años se realizó con ingreso exclusivo
por la calle de Estudios (actual cuarta
cuadra del Jr. Ucayali).
- El horario de atención fue el
siguiente: Domingos y feriados (de
10:00 a.m. a 1:00 p.m.); y los demás
días, de 4:00 a 7:00 p.m.
- Los padres de familia, maestros y
otras personas interesadas en las
actividades de ese Departamento
fueron atendidos los martes y jueves
de 10:00 a 11:30 a.m.
- Su primera colección estuvo
conformada por 3000 libros
seleccionados, siendo su base
inicial un donativo de la Fundación
Rockefeller.
- Se organizaron actividades que
incentivaran la creatividad y la
imaginación: hora del cuento,
audición de música clásica,
acercamiento a las obras de arte
universal, el dibujo y actuaciones
teatro y títeres en el Teatrín.
- La Sala Infantil estuvo ambientada
con muebles de forma y color
atractivos para el gusto de los niños.
- Se enseñó a los niños a buscar
información en catálogos y
diccionarios.
- Se impartió el préstamo a domicilio
(El Departamento de Niños…, 1947).
Del mismo modo, de acuerdo
con la tendencia de organización
de las bibliotecas de la época, se
estableció una sección especial para
menores de dieciséis años, es decir,
para los alumnos que cursaban
los estudios correspondientes a la
enseñanza primaria y secundaria,
proporcionándoles material de
lectura debidamente seleccionado.
De esta manera, como se señaló
en la información de prensa
correspondiente, «la Biblioteca
Nacional muestra viva preocupación
por la infancia y la adolescencia para
que en una sala puedan disfrutar
de los beneficios de la lectura de
obras instructivas y recreativas» (El
Departamento de Niños…, 1947, p. 7).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
45
Benjamín Blas Rivarola
Figura Nº 1
Departamento Infantil de la Biblioteca Nacional del Perú
Fuente: Colección BNP
El Departamento de Niños
se convirtió en un modelo para
las bibliotecas infantiles que se
organizaron en el Callao, Miraflores,
Piura, Chupaca (Junín), Yurimaguas
(Loreto), entre otras localidades. Sin
embargo, en 1973, la Sala Infantil de
la BNP se clausuró por decisión del
Instituto Nacional de Cultura, del
que dependía en ese entonces la
Biblioteca Nacional. Su reapertura se
produjo en 1998 con el nombre de
«Amalia Aubry de Eidson» y, hasta la
fecha, cuenta con una variedad de
recursos de información organizada
de manera sencilla, lo que permite a
los niños acercarse a la lectura desde
la más temprana edad.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
46
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Figura Nº 2
Sala Infantil «Amalia Aubry de Eidson» de la Gran Biblioteca Pública de Lima
(2020)
Fuente: Colección BNP (2020)
Basadre, Ministro de
Educación
Jorge Basadre estuvo a cargo
del Ministerio de Educación en dos
períodos: 1945 y 1956-1958. En
ambas oportunidades se ocupó de la
promoción de las bibliotecas públicas,
por tanto, dispuso las siguientes
acciones:
- Se creó el Consejo de Bibliotecas
Populares (1945).
- Se impulsó el Fondo San Martín, es
decir, un impuesto a la venta de joyas
y artículos de lujo, para destinarlo a
las bibliotecas públicas (1956).
- Se creó el Consejo Nacional de
Bibliotecas Populares Municipales
(1956) y el Departamento de
Fomento de Bibliotecas Populares
y Escolares en el Ministerio de
Educación (1957).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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Benjamín Blas Rivarola
- Se puso en funcionamiento una
biblioteca rodante (Bibliobús) en
Lima destinada al servicio de los
obreros de las fábricas.
- Se construyeron Estaciones
Bibliotecarias (actuales Estaciones
de Bibliotecas Públicas) en Breña y
Rímac.
- Se edificó la Biblioteca Pública de
Tacna.
- Se propició la reapertura de la
Biblioteca Pública del Callao: se
refaccionó el local, se adquirieron
equipos y libros y se consiguió un
Bibliobús. Respecto a esta Biblioteca,
Basadre indicó que «la ayuda del
Ministerio funcionó en la concepción
del proyecto, la refacción del
edificio, la adquisición del equipo,
el incremento considerable de los
fondos bibliográficos y la búsqueda
del personal técnico» (Basadre,
2007, p. 500).
El 29 de setiembre de 1958, al
inaugurarse el servicio del Bibliobús
en la Biblioteca Municipal del Callao,
Basadre pronunció la Declaración
del Callao en la que se dieron a
conocer los objetivos básicos de la
moderna biblioteca pública, los que
sintetizan su pensamiento y acción
en el campo de la Bibliotecología.
Por ello, podemos afirmar que para
Jorge Basadre la biblioteca pública
es, fundamentalmente, un espacio
democrático y un hogar intelectual
para la infancia.
Observemos algunos de los
objetivos planteados en la
Declaración del Callao:
- 1° Ayudar a que el pueblo encuentre
un ambiente propicio para desarrollar
su ansia de saber y su aspiración de
superarse acercándose a las fuentes
de conocimientos relacionados con
la cultura y la ciencia.
- 2° Crear en niños y adultos el amor
al libro y el hábito de la lectura
facilitando, en todo lo que sea
posible, el préstamo a domicilio,
sin desmedro de procurar la
conservación del patrimonio
espiritual reunido y que debe ser
incrementado sistemáticamente,
de acuerdo con los intereses de
los lectores y las necesidades de la
colectividad.
- 3° Contribuir al desarrollo de
vocaciones y aptitudes y a la
formación de quienes no fueron a
la escuela o no hallaron o no hallan
en ella fuentes de conocimiento
suficientes y adecuadas.
[…]
- 5° Proporcionar recreación espiritual
haciendo adecuado, fructífero y
placentero el empleo de las horas
libres.
[…]
- 8° Ir creando en el pueblo, por
medio de la biblioteca, la conciencia
que proviene de la cultura, la
comprensión y la solidaridad
patriótica, moral y humana (Basadre,
1960, pp. [211]-212).
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
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La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
Nota. Servicio encargado de hacer llegar libros a todas las barriadas y urbanizaciones del Callao. Fue inaugurado en
1958, bajo la supervisión y capacitación de la Biblioteca Nacional del Perú, con el auspicio de la UNESCO. Fuente:
Archivo Biblioteca Pública Municipal del Callao «Teodoro Casana Robles».
Conclusión
Como se ha podido apreciar,
a lo largo de su trayectoria vital y
profesional en la Biblioteca de la
Universidad Nacional Mayor de San
Marcos y la Biblioteca Nacional
del Perú, Jorge Basadre desterró
el empirismo y profesionalizó la
bibliotecología en el Perú. Asimismo,
Figura Nº 3
Bibliobús del Callao
sentó las bases de una política
bibliotecaria en el país al distinguir
el carácter patrimonial y el carácter
público de la Biblioteca Nacional y,
fundamentalmente, al reconocer a la
biblioteca como el hogar intelectual
democrático.
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
49
Benjamín Blas Rivarola
edades. La búsqueda de pertinencia
de los servicios —a cada cual según
su necesidad—le hace formular una
matriz de sistema de bibliotecas
claramente impregnada del principio
de equidad» (p. 125).
Eso permite comprobar que el
pensamiento de Jorge Basadre sobre
la infancia y su vínculo con la literatura
y los espacios culturales sigue vigente.
Por todo lo señalado, y siguiendo
las palabras de Salazar Ayllón (2004),
en su texto «Basadre el primer
bibliotecario peruano», «no es
exagerado afirmar que Jorge Basadre
aplicó e instrumentó el enfoque
de desarrollo humano en su labor
bibliotecaria. El diseño de la nueva
Biblioteca Nacional y las acciones para
forjar la infraestructura bibliotecaria
en el país, tienen claramente, al
centro, la figura del lector de todas las
Fénix. Revista De La Biblioteca Nacional Del Perú, N°51, 2023
50
La biblioteca, un hogar intelectual para la infancia:
La contribución de Jorge Basadre
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