Héctor Fabrizio Jáuregui Valle
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FÉNIx. REVIsTA DE lA BIBlIOTECA NACIONAl DEl PERÚ, N°49, 2021
en el modelo o el concepto de biblioteca es necesario para plantear alternativas de
acceso a la información, promoción de la lectura y nuevas formas de educación.
La Red de Bibliotecas de la Confianza presenta un nuevo paradigma. En un inicio
aparecieron en diversos lugares: parques, colegios, árboles y frente a una comisaría
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Así se replicaba el modelo de la jaba y los libros, sin parámetros establecidos. Poco a
poco, los mismos encargados de cada punto proponían ideas e implementaban modifi-
caciones acordes a las necesidades de sus lectores. Un modelo en constante evolución.
Este proyecto se fue transformando y llegó a implementarse dentro de diversas or-
ganizaciones ciudadanas. Una de ellas fueron las bibliotecas comunitarias, este tipo de
bibliotecas se enfoca en atender los problemas de los ciudadanos y brindarles opciones
de mejora y desarrollo. Nacieron como una respuesta ante las necesidades culturales
y educativas de los miembros de la comunidad. (Obrenovich, 2006, 3). Sin embargo,
estas iniciativas, al no contar con una estrategia o programa establecido, buscan el apo-
yo de organizaciones o grupos de la sociedad civil. Por ejemplo, el llamado de diversas
ollas comunes a Josefina permitió que las Bibliotecas de la Confianza intervinieran en
estos espacios comunitarios y se desarrollaran más allá del modelo inicial de la jaba.
Dos formas de resistencia se complementaban: las ollas, que solventaban las necesida-
des alimenticias y los libros, que se ocupaban de las necesidades educativas.
El caso del asentamiento humano Ollanta Humala, en Ica, reflejó que, con el cierre
de las escuelas, los niños de esta zona se quedaron sin poder acceder a la educación
formal. El Gobierno promovía la educación virtual a través del programa Aprendo en
casa y prometía la subvención de tablets. Sin embargo, no consideraban en la ecuación
a las poblaciones que no contaban con acceso a internet y que no disponían de los
dispositivos adecuados para conectarse o ver el programa.
La única salida era apostar por un sistema alternativo, fuera del modelo convencio-
nal de educación. Las bibliotecas de la confianza, al intervenir en las organizaciones
comunitarias, se convirtieron en refugios culturales que le brindaban a los menores
acceso a libros e información. Sin ser su principal objetivo, el proyecto liderado por
Josefina Jiménez empezaba a redefinir la visión convencional de las bibliotecas y plan-
teaba una solución específica ante las deficiencias de la educación virtual.
El contexto es un factor inherente en este proyecto. A través de este, se reconfigura
la visión de la biblioteca tradicional, y se manifiestan estas nuevas Bibliotecas de la
Confianza como espacios de resiliencia ante un sistema. Se crean ecosistemas de edu-
cación alternativa más sólidos mediante las bibliotecas y la participación ciudadana.
Además, los roles de sus participantes también adquieren otras dimensiones acordes a
su propio espacio y a las necesidades de sus localidades.
En el país existen pocas bibliotecas públicas y por ello muchos acuden a otros espa-
cios para leer. A su vez, la cantidad de bibliotecarios también es insuficiente, lo que
1 Actualmente, son 47 bibliotecas de la confianza ubicadas en los departamentos de Lima, Arequipa,
Ica, Cusco, Puno, San Martín, Lambayeque y Apurímac.