Introducción
A principios del siglo XIX, en las colonias españolas, se iniciaron, casi simultáneamente, los
movimientos independentistas. Cuando Francia invadió España en 1808 provocó una gran crisis
de vacío de poder, que impulsó los procesos emancipadores en América. Entre 1809 y 1810, se
iniciaron las guerras de los patriotas contra los realistas. Pero, en 1814, Fernando VII recuperó el
trono de España y restauró el poder realista sobre América. Sim embargo, el ansia emancipadora
ya había dejado focos encendidos. En este periodo histórico, en el territorio que posteriormente se
conocerá como Sudamérica, sobresalen las figuras de Simón Bolívar en el norte y José de San
Martín en el sur, personajes que se identifican como los principales focos emancipadores de la
región. Entre 1815 y 1825, van a producirse las grandes batallas independentistas: Maipú 1818,
Chile; Boyacá 1819 y Carabobo 1821, Colombia; Ayacucho 1824, Perú; las mismas que van a
significar el fin del dominio de la Corona española, específicamente esta última va a significar la
derrota definitiva del dominio español en América hispana. Para 1825, la mayoría de los países de
la región se declararon independientes del régimen colonial español (salvo Cuba y Puerto Rico).
Entre los años 2009 y 2011, varios países Latinoamericanos conmemoraron los doscientos
años del inicio de los procesos de emancipación. Para el desarrollo de este artículo, nos
concentraremos en los países Sudamericanos: en 2009, Ecuador y Bolivia; en 2010, Venezuela,
Argentina, Colombia y Chile; finalmente, en 2011, Uruguay y Paraguay. En todos los casos,
aunque en diversa magnitud, las celebraciones significaron inversión de recursos económicos y
humanos. Las acciones estuvieron repartidas principalmente en eventos cívicos, históricos y
culturales. Sin embargo, los documentos, críticas o análisis que se han podido encontrar sobre este
evento histórico revelan que el hecho ha pasado «sin pena ni gloria». Según Carlos Malamud
(2011), este evento no ha gozado de la relevancia esperada debido a cinco razones principales:
(1) un exceso de nacionalismo que impidió el desarrollo de cualquier propuesta de ámbito
subregional ... (2) las grandes diferencias políticas presentes en la región, visibles en el intento
del proyecto ALBA (Alianza bolivariana de los pueblos de nuestra América) de convertir en
hegemónicos sus puntos de vista, que incidieron directamente en algunas instancias de
coordinación, como el Grupo Bicentenario; (3) una politización excesiva de las celebraciones,
especialmente visible en los casos de Bolivia, Ecuador y Venezuela y también, aunque en menor
medida, Argentina, todo lo cual se expresó en la presentación de la independencia como un proceso