En las reuniones, se destacó el establecimiento de todas las reglas y documentos
macro de acción, como son las directrices elaboradas el 2002 y 2003. Por otro lado, se
estableció una dinámica de trabajo que permitió a varios países ser partícipes principales
de cada reunión anual; ello, consolidó la participación de todos y el aumento progresivo
de la creación de comités nacionales, los que también eran convocados a la entrega de
informes de trabajo. Un tercer aspecto es la nominación, revisión y aprobación de las
postulaciones al registro de la región o incluso internacional
7
.
Fernández (2013) descubre que México, Chile y Brasil son los más activos del
programa MOW en América Latina
8
. Para la Unesco, México es un país clave en el
acompañamiento de sus acciones por su importancia cultural en Latinoamérica
9
.
Lamentablemente, Perú no ha seguido el mismo camino, a pesar de tener equiparable
aporte cultural. Esta ausencia peruana, se manifiesta además en la tardía conformación de
su Comité Nacional, pues mientras en 1996 se crea el Comité Nacional de México, a
inicio del nuevo milenio se establece el Comité Regional para América Latina y el Caribe
(2000) y se constituyen las oficinas nacionales de Chile (2001) y Brasil (2007); en el Perú
recién se instaura en 2010, cuando se funda el Ministerio de Cultura, una década después
de los pioneros latinoamericanos. La tardía institucionalización y conceptualización han
generado sin duda un fuerte impacto; ello, explica por qué la participación peruana no
siempre fue activa.
El docente y conservador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
(UNMSM), Luis Núñez Soto, participó como miembro del comité del 2000 al 2004; por
lo tanto, fue mencionado en los informes. Del 2005 al 2010, no hubo representación
7
Cuando se crean estas listas o programas, países como España ya denotaban un avance importante.
Precisamente, la acción internacional de la Unesco busca poner el tema en la agenda internacional para que
todos los países se sumen a esta labor de salvaguardar el patrimonio.
8
De este modo, al celebrarse los veinte años del programa MOW en 2012, se realizó en Chile un acto
reflexivo en el que junto con México y Brasil abordaron la importancia del programa en sus países y
América Latina.
9
Según anuncia la propia Unesco en su página web en torno a la historia de la participación de México
(http://www.unesco.org/new/es/mexico/unesco-in-mexico/history/): «La presencia de México en los
primeros años de la organización es relevante, en gran parte, por la participación activa de intelectuales
mexicanos como Jaime Manuel Martínez Báez, vicepresidente del primer Consejo Ejecutivo, y Jaime
Torres Bodet, quien asumió el cargo del segundo director general de la Unesco de 1948 a 1952». En México,
se realizó en 1982 la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales, esta «[…] cuenta con más de 500
escuelas incorporadas a la Red del Plan de Escuelas Asociadas a la Unesco (Red PEA), 19 Cátedras Unesco,
41 Reservas de la Biósfera inscritas en la Red Mundial, 33 sitos inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial,
diez acervos en el Registro Internacional Memoria del Mundo y siete expresiones culturales inscritas en la
Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial». Desde 1967, México, acoge una oficina nacional
de la organización que se encarga de impulsar y trabajar en proyectos que promueven la educación, la
ciencia, la cultura y la comunicación e información en su país.