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–227– B iblioteca nacional del perú EL EMPERADOR ADRIANO Y LAS BIBLIOTECAS Isabel Cristina López Eguren « El sentido de lo divino en el hombre sin sacrificar lo humano ». Marguerite Yourcenar El presente artículo está basado en la obra de Marguerite Yourcenar Memorias de Adriano. 1 En esta novela la autora describe la vida del emperador romano Publio Elio Adriano, nacido en Itálica en el año 76 d. C., territorio cercano a Sevilla, y que ejerció su reinado en el siglo I de la era cristiana. La historia tiene como punto de partida la carta de Adriano a su amigo Marco contándole de la enfermedad incurable que padece, motivo por el cual retrocede en el tiempo y decide narrar su biografía. En ella describe la vida cotidiana de Roma, Grecia y las provincias conquistadas de Oriente como Persia, Siria y Egipto; es por su admira- ción hacia la cultura helénica que a Adriano lo llamaban el Griego. Es necesario mencionar que la relación de los intelectuales con el poder político fue muy intensa, especialmente entre los siglos II-I a. C., tiempo en que se desplegó el pensamiento helenístico, y que coincide con la gran expansión del Imperio Romano. Dentro de este contexto debemos ubicar a Adriano, tanto como hombre de gobierno como de cultura. 2 EL GOBIERNO Y LA SABIDURÍA Adriano destacó como hombre erudito amante de las artes y las letras, en su papel de estadista y por su deseo profundo de pacificar el imperio. Uno de los aspectos más significativos de Adriano era su calidad de humanista, la cual se traducía en su interés por el ordenamiento social desde la creación o modificación de las leyes que hicieran más llevadera la vida de los pueblos. Adriano se sentía ciudadano del mundo en todas partes, amaba y respetaba todas las culturas por diversas que fueran, pues consideraba que todas eran manifestaciones humanas con un valor propio y de las cuales siempre había algo maravilloso que aprender y digno de imitar. La sensibilidad que supo enseñar Adriano le valió ser reconocido por su adversario Osroes, emperador de los partos, pueblo que en gratitud erigió un santuario en honor suyo en la ciudad de Vologeso; pues supo instaurar la paz y mantenerla entre Roma y Siria. 1 Yourcenar, M. (2003). Memorias de Adriano (1974). España: Editorial Planeta. 2 Hidalgo de la Vega, M. J. (1995). El intelectual, la realeza y el poder político en el Imperio romano . Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.46, 2017

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