Fénix 20, 23-30

La «Relación» inédita de Pedro López Un cronista imaginativo GUILLERMO LOHMANN VILLENA Aunque el manuscrito que ahora se redime de su condición de inédito no es en rigor una crónica, sino más bien un conjunto de impresiones de viaje, no es improcedente sumar el nombre de su autor a la falange de los cronistas clásicos de la Conquista del Perú, y en particular de los que nos informan sobre las dramáticas etapas de las contiendas promovidas por Gonzalo Pizarro y Fran– cisco Hernández Girón. Con aquella «poca abilidad y mal rromanze» de que se duele, entretejió el Capitán Pedro López una desgarbada narración de sus andanzas y peripecias por el escenario que se dilata desde el istmo de Panamá hasta los confines australes del Continente. No hay inconveniente en admitir que esta «Relación» ocupará por cierto (111 lugar no muy preeminente en el elenco de los testimonios históricos de la colonización de nuestro Hemisferio. Es apenas una estrella de segunda o de tercera magnitud, ya que el relato de Pedro López, supuestos su concisión y su tono subjetivo, apenas puede colocarse a la par del de su coetáneo Alonso Borregán, dentro del conjunto de cronistas peruanos. Es en efecto con este es– critor con quien mayores afinidades presenta el que ahora resurge del olvido. Los hermana la idiosincrasia entre plañidera y desengañada, el sabor de confi– dencia que rezuman sus escritos, la anarquía mental, la rusticidad literaria (aunque López acredita haber leído La Araucana que acababa de ver la luz en las prensas madrileñas) y la prosa mazorral, tan reñida con la Gramática como con la sintaxis. En 1570 el Capitán Pedro López, mesnadero al servicio del Señor de la ciudadela de Florencia, don Hernando de Toledo, obediente al requerimiento de su jefe, evoca en el tranquilo atardecer de su vida y al abrigo del castillo de San Giovanni Battista la sucesión de infortunios y lances novelescos de que fuera protagonista bajo exóticas constelaciones ultramarinas. En forma de apuntes mal hilvanados o de confusas reminiscencias de su peregrinar en las Indias desde 1540, va emborronando pliegos con prosa de ranciedad medieval. Algunas ve- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx