Fénix 20, 3-22

Carácter, unidad y sentido de la Cultura antigua del Perú FERNANDO SILVA SANTISTEBAN La arqueología dista mucho todavía de haber revelado la verdadera mag– nitud y el significado de las obras realizadas por la Antigua Cultura del Perú; sin embargo, por lo que hasta la fecha se sabe con certeza, no cabe duda de que se trata de una de las manifestaciones más extraordinarias entre las grandes culturas universales. Los museos más importantes del mundo atesoran y mues– tran las piezas del arte peruano prehispánico como ejemplares realmente excep– cionales. Y, reivindicadas en su dimensión ecuménica por los estudiosos de todas partes, las "cosas de indios" como hasta hace poco se les llamaba, han alcanzado el alto grado de admiración que entraña la jerarquía del espíritu que simbolizan. El Perú prehispánico fue uno de los escasos focos originales de cultura. La Civilización Andina, o Peruana, y la Egipcia o Nilótica son -separadamen– te, por cierto- las únicas entre las altas culturas universales que no tienen vinculación filial con otros antecedentes. El paso de las formas de vida parasitaria a los sistemas de una economía de producción es el evento de mayor trascendencia en la historia de la huma– nidad. Revolución Neolítica le han llamado los historiadores por el cambio fundamental y revolucionario que significa; de consumidor -cazador o recolec– tor- el hombre se convirtió en productor. Mediante el conocimiento y ejerci– cio de la agricultura y la domesticación de animales adquirió el control sobre su propio abastecimiento de alimentos, sin el cual no hubiese sido posible el desarrollo posterior de la civilización. Esta transformación primordial, con los resultados subsiguientes, no fue exclusiva del Asia Anterior, como algunos han creído, sino que se llevó a cabo en tres o cuatro centros originarios de cultura en el mundo. Uno de estos focos de eclosión cultural fue el Perú y hace alre– dedor de siete mil años que aquí se produjo en forma coincidente con el Cercano Oriente y Mesoamérica. Empero, la Revolución Neolítica no es un solo acon– tecimiento sino la culminación de un largo proceso. El hombre andino realizó este proceso revolucionario desplegando un formidable esfuerzo para dominar su ambiente y desarroJlar su existencia y su cultura. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970

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