Fénix 43-44, 9-25

La desigualdad social y la ciudadaníamantienen una permanente tensión. La desigualdad de clase supone un acceso diferenciado a los recursos y a las prácticas de la ciudadanía y ésta implica una voluntad de universalización de los derechos por encimade la diferencias y desigualdades. Para que esta tensión exista y para que la ciudadaníamisma sea posible es necesarioque en la sociedad y en el Estado se produzcaunadiferenciación institucionalizada entre lo público y lo privado. Sóloentonceses concebibleque aquellosque ocupan lasmás bajas escalas de poder, riqueza y cultura compartan recursos y decisiones que afectan a todos.Una sociedadagraria feudal,en laqueel control sobre la tierra implicaautomáticamente una autoridad política sobre la población que vive de ella y no existe, por consiguiente,una separación institucional entre lo público y lo privado, no es compatible con la democracia ni con la ciudadania. Sucede, sin embargo, que los linderos entre lo público y lo privado son no sólo borrosos sinotambién cambiantestanto en el plano internacional como en el nacional. En el Estado del Bienestar, por ejemplo, se ensancha enormemente el espacio de lo público y se intensifican las demandas de múltiples servicios por parte de la sociedad. En ese caso la situación es dificil de manejar, sobre todo cuando las economías están debilitadas, las demandas por múltiples servicios crecen y el Estado pierde capacidad para atenderlas (Verba, 1987: 1-2). Comoen el caso de la democracia, el conflictode la ciudadaníacon la desigualdad social no termina con la diferenciaciónde las instituciones del Estado con respecto a las estructuras de poder, honor y riqueza de una sociedad. El poder y el privilegio se pueden reforzar mutuamente, aún cuando el sistemaampliode desigualdad social fuera compensadopor la institucionalizaciónde la esfera del estado y del ejerciciodel poder político formal: "En el extremo hay por consiguiente la posibilidad -y no es una posibilidad teórica- que las instituciones democráticas sean nada más que un pretexto inefectivo, una ficción. La democracia asume un carácter realista sólo si se basa en cambios significativos en la * Doctor en Sociología. Director Nacional de la Biblioteca Nacional del Perú. Catedrático universitario. Autor de libros y artículos sobre sociologfa y política. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.43-44, 2001-2002

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