Fénix 34-35, 59-69

ELZEVIRIOS EN LA BIBLIOTECA NACIONAL n Holanda meridional, cerca del viejo Rhin y donde se encuentran los ríos canalizados, existe una antigua ciudad llamada Leyden. Es una agradable población, cuyas rectris y amplias calles se encuentran con frecuencia cortadas por rumorosos canales bordeados de úrboles. Actualmente, ofrece el aspecto de una ciudad en decadencia, con escado tránsito y poca animación en las calles. Pero no siempre fue así, no cuando sus cultos habitantes hablaban en latín refinado y la denominaban, cariñosamente Lugdunum Batavorum. Era una ciudad erudita, cientírica, con medieval e importante Universidad y Biblioteca, y en sus elevadas estanterías de oloroso nogal o roble se exponían colecciones de libros encantadores, de toda clase de materias. No faltaban allí éditos sobre las Indias Orientales y Occidentales. El Nuevo Mundo era la moda, el interés del momento y los autores americanistas era publicados, con la seguridad de un éxito sin precedentes. El 12de enerode 1807,acaeció una catástrofeen esta ciudadque ya languidecía. Un buque cargado de pólvora explosionó y parte de Leyden quedó destruída. Hoy, una espaciosa plaza señala aúnfel sitio del desastre, que hizo desaparecer muchos importantes edificios. Entre ellos, el palacio-museo de la familia Elzevir con sus invalorables colecciones artísticas y bibliográficas, que le habían dado nombradía. Sí, en esta pequeña ciudad holandesa se inició el imperio tipográfico de los Elzevir, con Luis que fue su fundador. En realidad, éste nació en Lovaina (1540) en el seno de una familia modesta, pues el padre llamado Juan era un simple obrero de una imprenta. Existiendo algunos problemas acompañó a su padre a la ciudad de Amberes, y luego se refugiaron en Wessel a causa de las persecuciones de que eran objcto los protestantes. En 1574 se establecen en Donai, de donde también tuvieron que escapar y en 1580 se fijan de manera definitiva en Leydcn. Siendo joven Luis Elzevir se inicia en el mundo de los libros como un simple encuadernador y luego, teniendo algún dinero como vendedor de libros. En 1587 abre una imprenta librería propia y en 1594 se le concede el derecho de ciudadanía, viéndose honrado con la amistad de muchos sabios y literatos. Publicó Luis, unos ciento cincuenta volúmenes en latín, francés y alemán. Estas obras primeras no son recomendables por su belleza tipográfica, pero son interesantes por sus contenidos. El fundador, como los demás de la familia Elzevir, no gustaron de poner sus nombres en la portada de los libros, y los sustituyeron por diversas contraseñas. Fénix 34/35: 59.69 Lima, 1989. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.34-35, 1989

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx