Fénix 42, 35-36

PUNTO FINALA UNA VIDA VIBRANTE* Fue en esa brillante aurora de la democracia peruana -cuando nacía el primer FrenteDemocráticoque llevóa la presidencia de la República a José Luis Bustamante y Rivero- que aparece en la vida política un personaje de aspecto típicamente peruano: bajo, triguefioy con la fuerte contextura del hombre del Ande; pero con un aire parisino en susmodales y su estilo. Me refiero a Óscar Trelles Montes que nació el 23 de agosto de 1904 en Andahuaylas, Apurímac, cuya vida fue una estela luminosa al servicio de la humanidad y una constante lucha por el renacer de una auténticapenianidad, henchida depazyjusticiasocial,yquefinalmentedentrodelciclovitalcumplido, terminó con sumuerte ocurrido el martes de la semana pasada. El deseo de ayudar y servir al prójimo lo inclinaron a estudiar medicina, ciencia cn la que se perfeccionó en Francia. Desde esa época le apasionó el espíritu francés, le fascinaron lospaisajes de Francia y se familiarizó con la vida y las costumbres de la nación gala, a donde llegaria décadas después comoEmbajador del Perú. Recibidocomomédico cirujanosu figuraenmandilblanco era familiar en los pasillos de los hospitales y en elAnfiteatro de las Facultades deMedicina. Muy pronto se convertiría en una de las eminencias de nuestro medio como neurocinijano. . -. . . *Artículo publicado en la revista O i p , el 9 de octubre de 1990, con el sei~dónin~o de Juan Gris. Fénix 42: 35-36, Lima, 2000. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.42, 2000

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