Fénix 45, 98-101

98 Al lado de labores encaminadas en forma tan proficua, debe reconocerse significación y preeminencia especiales a los insistentes esfuerzos que el coronel Manuel de Odriozola aplicó a la formación de un catálogo general de los fondos existentes en la Biblioteca Nacional. Para ello obtuvo el traslado del erudito José Toribio Polo (18-VI-1877), quien se hallaba al servicio de la administración de correos y, por su versación bibliográfica, podía colaborar eficazmente en la tarea enunciada. A sus órdenes, unos gendarmes sacudieron el polvo depositado sobre los estantes y los libros, y removieron la polilla que carcomía las páginas olvidadas; y, entusiasmados por la perspectiva de llegar a disponer de una Biblioteca ordenada y eficiente, allí acudieron Ricardo Palma, Pablo Patrón y José Román de Idiáquez, para completar las obras cuyos volúmenes se hallaban dispersos o extraviados, y para efectuar en los estantes una primaria ordenación por materias. Tales trabajos preparatorios se hallan descritos en el breve informe que sometió a la consideración del bibliotecario (28-V-1878): Cuando el Supremo Gobierno, a propuesta de V.S. me dispensó la honra de agregarme a la Biblioteca, para que ayudase a formar el Catálogo general de los libros, folletos, periódicos y demás papeles que ella encierra, no se me ocultaba lo penoso y difícil de un trabajo, que requería algunos estudios previos, conocimiento práctico de la librería que se intenta catalogar, contracción asidua, y concurso inteligente de otros brazos. Y esa labor que se me encomendaba se hacía aún más ardua, porque era menester ordenar, no solo los treinta o cuarenta mil libros colocados en estantes, sino cosa de ocho mil volúmenes hacinados confusamente, cubiertos de polvo, llenos de polilla, y algunos pudriéndose. Después, ese desorden ha seguido por necesidad, desde que hubo que desalojar dos salones, para cambiar techo a uno y poner estantes al otro. Mientras tanto, se han separado las obras, y se ha llenado con ellas al salón principal; se han reunido RESOLUCIÓNPORLACUALSEFIJANNORMASPARALA CATALOGACIÓNDELABIBLIOTECANACIONAL (1878) Nota introductoria de Alberto Tauro 1 y estudiado los manuscritos; y creo ya llegado el caso de proceder al arreglo definitivo de los libros y demás documentos, y de formar el Catálogo general y los otros auxiliares que se requieren para el buen servicio del Establecimiento. Pero como ese Catálogo importa un arreglo trascendental, y como él debe hallarse en armonía con las condiciones del edificio, número de empleados, reglamento que se dé, etc.; y como el orden que se establezca supone un plan metódico que en lo posterior no exija nuevos cambios, que facilite el encuentro inmediato de cualquier obra, y los datos sobre el número de libros que hay, su colocación, estado y demás, me permito someter a V.S. un proyecto de arreglo: a fin de que lo acepte o modifique, y que se digne dar por escrito sus instrucciones, para proceder desde luego con la mayor actividad a concluir por mi parte la comisión que tengo. Subordinado mi plan a la idea de lo que debe ser, en general, una Biblioteca, y atendidas las circunstancias del país en que carecemos de tipos a que referimos a este respecto, juzgo que se trata de un asunto delicado de suyo, y que es indispensable que, tras la unidad en el propósito, la haya también en la ejecución del trabajo. Por lo mismo, y faltando a nuestra Biblioteca organización y un verdadero Reglamento, acaso sea indispensable esperar que recaiga la aprobación suprema sobre las Bases del arreglo que se intenta, y del cual depende que salga o no perfecto el Catálogo. Claramente advirtió entonces el bibliotecario que la metódica preparación de un catálogo tendía «a sistemar y dar a conocer la Biblioteca, y a remover los 1 TAURO, Alberto. Manuel de Odriozola: Prócer – Erudito – Bibliotecario. Lima : Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1964. pp. 56-59; 89-91. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.45, 2008

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